La garantía juvenil, el remedio frente al paro que no cuaja entre los jóvenes extremeños
El dato resulta contradictorio. Extremadura es la quinta región de la UE con más paro (hasta el 60% de desempleo joven), pero solo dos de cada diez jóvenes se han inscrito a la garantía juvenil, la herramienta que desea combatir esta tendencia.
El estudio sobre garantía juvenil de Consejo de la Juventud de España muestra cómo pasado un año desde su entrada en funcionamiento la garantía juvenil es una gran desconocida.
La herramienta está destinada a buscar empleo de calidad o formación complementaria en menos de 4 meses a aquellos que acaban de perder su trabajo o terminar sus estudios. Pero la realidad es que el desempleo juvenil no ha bajado en la región.
El informe apunta a la falta de información y a la complejidad del registro como causas principales de la escasa participación. Además advierte que las cifras de casos de éxito se desconocen, falta una evaluación y un seguimiento cualitativo del proyecto que permita su plena implantación.
Ejemplos de buenas prácticas
Hay que tener en cuenta que el sistema de garantía juvenil no es un ente abstracto inoperante, ideado a modo de manual teórico. Ha funcionado en aquellos países como Finlancia que se lo han tomado en serio, explica Elena Ruiz, presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura.
Una de las cuestiones que se pregunta el organismo extremeño es si los gobiernos y administraciones se toman en serio el desempleo entre las personas más jóvenes. Es decir, si los poderes públicos guían sus políticas de manera adecuada en torno a esta cuestión.
Advierte el Consejo de la Juventud de Extremadura que no se traduce en utilizar el dinero que llega de Europa para repetir a modo de 'mantra' las políticas contra el desempleo que no han sido eficaces hasta ahora, como demuestran los propios datos de paro entre los más jóvenes en la región.
Tampoco supone ocupar en el menor tiempo posible con planes de empleo o programas especiales a los jóvenes con el dinero que llega de Europa. Sino acompañarlos y tutorizarlos en todo el proceso. Un seguimiento desde que se inscribe el o la joven, hasta que logra encontrar formación o un empleo. Y todo ello en el plazo de cuatro meses.
Se refiere también a las dificultades que tienen las personas que desean acceder al sistema para rellenar el formulario de garantía juvenil. Además, acuden a las oficinas del Sexpe y son muchos los casos en los que se van sin información.
La garantía juvenil tampoco es un modo de tener mano de obra barata. Una limitación esencial que recoge el informe es la falta de requisitos mínimos sobre la calidad del empleo a ofrecer, puesto que el apoyo a la contratación tendría que ir acompañado de medidas destinadas a reducir la temporalidad, precariedad y mejorar la formación juvenil.
¿Qué está pasando?
La presidenta del CJEx, Elena Ruiz, advierte que aunque es cierto que el paro juvenil es especialmente elevado en la región, éste no puede ser un argumento al que aferrarse parea que al final no funcione.
En todo caso aclara que se puede comenzar a través de un programa piloto, priorizando algún sector de la población joven con mayor riesgo de pobreza en Extremadura, para así progresivamente ir implantando el resto de la garantía juvenil.
Un modelo de Garantía Juvenil como el finlandés implica una asociación público privado que engloba a todos los agentes, y cuyo enfoque integral tiene en el centro a los beneficiarios; “en cambio, en España se ha implementado sin participación de la sociedad civil y actores no gubernamentales, y con enormes déficits debido a que no se ha acometido una reforma integral de unos Servicios Públicos de Empleo que se encuentran desbordados”, recoge el informe.