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Feijóo se lanza a la defensa de la gestión de Aznar en el Prestige

Feijóo conversa con el portavoz del PP durante el pleno

David Lombao

Cuando el Prestige se partía y se hundía ante las costas gallegas, Alberto Núñez Feijóo presidía la compañía estatal Correos y Telégrafos, dependiente del Ministerio de Fomento de Francisco Álvarez-Cascos. Dos meses y dos días después del hundimiento de la quincalla flotante, una fenomenal crisis en el gobierno Fraga dejaba fuera del organigrama a Xosé Cuiña y ponía en su lugar a Feijóo, que tras un año en San Caetano sería elevado a la vicepresidencia. Los ritmos de la Justicia y el veredicto de las urnas han provocado que, once años después, Feijóo tenga que evaluar la sentencia de la catástrofe como presidente de la Xunta. Este martes lo hizo por primera vez en sede parlamentaria, donde se lanzó a defender la gestión del Gobierno del que, a fin de cuentas, formó parte.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, emplazó al presidente a aclarar “qué va a hacer” para “acabar con la indefensión de nuestras costas” más allá de recurrir la sentencia, en una operación que el nacionalista interpreta como un “lavado a cara descubierta, porque los verdaderos responsables no estaban imputados, tampoco el señor Rajoy ni el señor Cascos”. Sin mencionarlo, Feijóo se envolvió en la bandera de la gestión del gabinete Aznar, que “lo primero que hizo fue salvar a la tripulación” del buque y lograr que, “tan solo un mes después, los marineros” estuvieran “cobrando”. Aznar pagaba mientras el BNG hacía “una gran contaminación política”, vino a decir, acusando a la oposición, en general, de querer “ejecutar” ahora “a un Gobierno de hace once años”.

Pero ¿cuáles fueron los efectos de la marea negra en el país? Según el presidente, ninguna de las advertencias que “ustedes planteaban” tras la catástrofe se cumplió. Las rías, asegura, estaban “completamente recuperadas” apenas “un año después” y “en lapesca y en el marisqueo” hay “un 30% más de capturas que hace diez años”. Por si fuera poco, “el Gobierno se comprometió a invertir en el Plan Galicia”, el mismo que el propio Feijóo promocionó como conselleiro y gracias al cual, subraya, “tenemos el puerto exterior de A Coruña”. Ante tal catálogo de logros, a la oposición –y, espeíficamente al Bloque– solo le queda “unirse a Galicia”, según Feijóo.

Las explicaciones presidenciales no convencen a Jorquera, que advierte de que en la actualidad hay “cero buques anticontaminación” con base en Galicia, las “investigaciones” en la materia están “paralizadas por los recortes” y ni siquiera hay seguimiento vía satélite“ de los barcos que ”usan el corredor de Fisterra para limpiar sus calderas, como retrete“. ”¿Va a hacer algo o sigue prefiriendo que nuestras costas sigan gobernadas desde Madrid a costa de la indefensión de Galicia?“, cuestionó. ”Las costas españolas las gobierna España“, espetó el presidente, para quien el dictamen del Tribunal Superior ha sido una ”decepción“ porque ”el capitán no ha sido condenado por delito medioambiental y debería haberlo sido“. Por eso, subraya, la Xunta recurre ante el Supremo.

'Control a la oposición' por las cajas de ahorro y el sector naval

Al margen del Prestige, el presidente de la Xunta tenía que responder también, según el orden del día, a sendas preguntas de PSdeG y AGE sobre la venta de Novagalicia Banco y la situación del sector naval, respectivamente. No obstante, Feijóo echó mano de nuevo de una de las praxis parlamentarias más repetidas desde su llegada al poder para convertirse en una especie de frontón dialéctico, donde los interrogantes parten de los bancos de la oposición y regresan a ella tras rebotar en los del gobierno

“¿Qué valoración hace de la venta de Novagalicia Banco?”, cuestionó el socialista José Luis Méndez Romeu, interesado en conocer “por qué” el Gobierno central apura tanto para deshacerse de la heredera de las antiguas cajas gallegas. Dado que la postura de la Xunta ya es conocida, dice Feijóo, sería bueno “aprovechar la sesión de control” para conocer las “opiniones y las propuestas” del PSdeG al respeto. De paso, mantiene, Romeu debería aprovechar para “pedir disculpas” por las “deslealtades” del PSOE durante todo el proceso.

Acto seguido, en su turno, Yolanda Díaz lanzó toda una batería de cuestiones sobre el sector naval, tanto sobre las votaciones del PP en el Congreso contra el dique flotante como por la carga de trabajo que no acaba de llegar. Como Romeu, la viceportavoz de AGE fue emplazada a contestar, en su caso respecto a las enmiendas de Izquierda Plural a los Presupuestos Generales del Estado. Díaz, dice Feijóo, debe aclara si apoya la petición de “Izquierda Unida plural o singular” para “reducir y anular las inversiones en armamenteo” o pasar fondos “de I+D militar a civil”.

“Acabo por pensar que usted es un profundo iletrado en términos políticos”, lamentó la parlamentaria de Alternativa, quien subraya que su grupo reclamó, también en las Cortes, la construcción del dique flotante y la adjudicación de la “fragata F110” para Ferrol. Pero, como de costumbre, Díaz se quedó sin respuestas y con acusaciones, en este caso de vivir “a cuenta de los trabajadores del naval”. “A mí no me eligieron para mentirle a Galicia”, resolvió Feijóo.

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