El alcalde de Boqueixón da marcha atrás tras hacerse público que preveía subir su sueldo un 41%
Nueva marcha atrás. Menos de un mes después de que el ex alcalde de Boqueixón, Adolfo Gacio, se viese forzado a renunciar a un salario de 21.000 euros al año por ser concejal sin función alguna -Gacio dimitió de la Alcaldía tras ser imputado en la operación Pokémon- ahora es el nuevo regidor, Jesús Sanjuás, el que tiene que dar marcha atrás en una controvertida operación salarial, en este caso para incrementar su propia remuneración en 850 euros al mes.
La rectificación llega después de la denuncia de uno de los dos concejales de la oposición municipal, Xabier Canabal (no adscrito, miembro de Anova), para quien los plenos de este Ayuntamiento “van camino del más absoluto esperpento”. Tras el plan para darle un sueldo a Gacio “a modo de embajador de Boqueixón” que estuvo a punto de llegar a buen puerto, ahora llega una “sorpresa que no es menor” en la convocatoria de la próxima sesión plenaria, prevista para este miércoles: “nuevo sueldo del alcalde: 2.944,89 euros al mes”, resume.
Horas después de que trascendiera el asunto, Sanjuás anunciaba, a través de un comunicado, su intención de dar marcha atrás y seguir con el mismo sueldo, aunque considerando “demagógica y oportunista” la postura de Canabal ya que, afirma, “no exige lo mismo” en otros ayuntamientos como el de Teo, “con cinco dedicaciones exclusivas”. Además, el conservador defiende que su intención era lícita dado que los alcaldes deben tener un salario acorde con su “responsabilidad” que, en su caso, es de “24 horas al día y 356 días al año”, afirma.
Si la subida hubiese llegado a aplicarse, detalla Canabal, querría decir no sólo que Sanjuás percibiría los dichos 850 euros más, sino que también cobraría 592 euros por encima de lo que había asignado el anterior alcalde. “Para las arcas del ayuntamiento la diferencia con respecto al señor Gacio es de un plus de 17.156 euros anuales”, detalla. “En los años que llevo ejerciendo la oposición en Boqueixón nunca había visto algo así”, afirma Canabal, para quien “estos últimos meses se convirtieron en una carrera hacia el abismo”. “Se decretan sueldos y funciones inverosímiles, se convierten casas de la cultura en casas funerarias, no se cumplen los acuerdos del pleno...”. Y la oposición, dice, “sólo es llamada para aplaudir estas ocurrencias”.