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Ana Pontón regresa a su aldea para lanzar la campaña con las expectativas más elevadas de la historia del BNG

La candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Ana Pontón, comienza la campaña electoral en su casa familiar y natal de la aldea de Chorente, en Sarria (Lugo)

Daniel Salgado

Santiago de Compostela —
2 de febrero de 2024 18:18 h

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Las encuestas publicadas insisten en dibujar un mismo escenario en Galicia de cara al 18 de febrero: el PP baja, el BNG sube y el PSOE se estanca. Sobre las formaciones menores hay disparidad de pronósticos. Lo volvieron a hacer este viernes, primer día de campaña, Sondaxe en La Voz de Galicia y EM-Analytics en Nós Diario. Los conservadores aún retienen la mayoría absoluta pero el ascenso de los nacionalistas continúa. El CIS incluso abre la puerta a que encabece un gabinete de izquierdas alternativo al PP. Su líder y candidata a la presidencia de la Xunta, Ana Pontón, regresó hoy a su aldea natal, Chorente, en Sarria (Lugo), para lanzar la carrera hacia las urnas con las expectativas más elevadas de la historia del nacionalismo gallego. “Estas elecciones van de Galicia y los gallegos, no de batallitas madrileñas”, proclamó desde la cocina de la casa de sus padres.

Su madre estaba al cargo de la explotación ganadera familiar y su padre, emigrado hasta los 30 años, trabajó después en una cementera de la zona. La agricultura y la ganadería son centrales en la comarca. Pontón aprovechó su visita para hablar del programa nacionalista para el rural, de la necesidad de fijar población a través de la dotación de servicios, de la movilización de la superficie agraria útil o el apoyo a la industria transformadora de los productos del campo. También de establecer compra pública de alimentos de proximidad para hospitales, comedores escolares o centros sociales. Y el mensaje nuclear de su discurso en las últimas semanas: “Se nota que hay ganas de cambio. En Galicia, este año la primavera comienza el 18F”.

Dos horas antes, había asistido al primer debate electoral, en la Cadena Ser. También José Ramón Gómez Besteiro, el aspirante del Partido Socialista. Alfonso Rueda, en cambio, prefirió no hacerlo. “La agenda del presidente y candidato es complicada”, lo justificó su sustituto ante los micrófonos, el portavoz parlamentario del PP Alberto Pazos. En realidad no tanto: el debate comenzaba a las nueve de la mañana y su primer acto agendado era a las 10.15, una reunión con estudiantes en las que repitió una promesa, la matrícula gratis en la universidad, contra la que su partido votó en repetidas ocasiones en la Cámara gallega cuando lo propuso la oposición. El caso es que envío a Pazos a la Ser y este no tardó en dar la razón a Pontón. Amnistía y Pedro Sánchez.

Rueda tampoco ha confirmado si se personará en Televisión Española, el primer canal en ofrecerse a los candidatos. Sí lo han hecho la nacionalista y Besteiro. El presidente gallego no quiere jugar fuera de casa y casa, para él, es la Corporación de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG). Tan casa que la Junta Electoral la ha obligado a ampliar la cobertura electoral hasta igualar la de 2020 y dar más aire a una campaña que al PP gallego le interesa a poco volumen. La TVG, además, ha diseñado un debate a medida de la estrategia electoral del PP, en la que habrá cuatro fuerzas a la izquierda y solo una a la derecha, a pesar de que los sondeos ofrecen posibilidad de escaño a Democracia Ourensana, los populistas de derechas del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. A este Rueda sí se presentará. No lo hará en elDiario.es, al que ha negado una entrevista.

Mientras, el presidente gallego hace oposición al bipartito. Al de Madrid entre PSOE y Sumar y al de Galicia, que gobernó la comunidad entre 2005 y 2009 con el socialista Emilio Pérez Touriño como presidente y el nacionalista Anxo Quintana como su segundo. A este, diana habitual de sus ataques en las sesiones de control parlamentario, lo presentó en la pegada de carteles del jueves como la supuesta amenaza a la que se enfrentan los gallegos si el PP pierde las elecciones. Su antecesor, Núñez Feijóo, también habló sobre los “multipartitos” y la estabilidad desde un micrófono en Pedrafita do Cebreiro, en la frontera con Castilla y León. Allí se enredó con el viaducto caído de la A6 y acabó lanzando, tal vez involuntariamente, una acusación contra el Gobierno gallego de su propio partido: “Me gustaría saber si la Generalitat catalana iba a aceptar que la principal arteria de conexión de Cataluña con el resto de España llevase dos años y medio cortada. Seguro que no”.

Besteiro promete la universidad gratuita

El candidato socialista optó por abrir su campaña en la misma área que Rueda, la educación. Y si este proclama ahora medidas a las que el PP se ha negado sistemáticamente durante legislaturas, Gómez Besteiro se ha comprometido a recuperar algunas de las que en su día puso en marcha el bipartito. La gratuidad de los libros de texto, por ejemplo, que Feijóo fulminó nada más hacerse con la presidencia de la Xunta en 2009. Además, anunció tras reunirse con los rectores de las tres universidades, si gobierna las matrículas universitarias en grados y masters serán gratuitas. Cifró el coste presupuestario de la iniciativa en 22 millones de euros.

Sumar, que pegó los primeros carteles de su campaña en Cangas, localidad de O Morrazo (Pontevedra), de fuerte tradición izquierdista y nacionalista, se reunió en Vigo con colectivos en defensa de la sanidad pública. A la candidata Marta Lois la acompañaron su número uno por Pontevedra, Ramón Sarmiento, y la ministra de Sanidad, Mónica García.

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