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Ni una empresa a los cuatro años de su inauguración en el Puerto Seco que iba a hacer de Galicia la puerta de Europa

Autoridades paseando por el Puerto Seco de Monforte (Lugo) el 28 de febrero de 2014

David Reinero

El 28 de febrero de 2014 el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, inauguró el Puerto Seco de Monforte, al sur de Lugo. Cuatro años después sigue siendo una explanada urbanizada sin una sola empresa instalada. Tampoco tiene aún un acceso por carretera de calidad, defectos que limitan que se pueda convertir en el nudo logístico que estaba llamado a ser en el que confluyan todas las mercancías que entren o salgan de Galicia por ferrocarril. Esa concentración de los tráficos facilitaría que la comunidad se integre en el denominado Corredor Atlántico ferroviario de mercancías diseñado por la Unión Europea, que a su vez permitiría obtener más financiación comunitaria para mejorar la línea entre Monforte y Ponferrada (León) y hacer así más atractivo el Puerto Seco. Un círculo vicioso.

Fue el 20 de julio de 2001, en la precampaña de las elecciones autonómicas que tres meses más tarde volvería a ganar con mayoría absoluta Manuel Fraga, cuando el presidente gallego, acompañado del entonces presidente del Gobierno central, José María Aznar, anunció en Monforte el Puerto Seco, en el marco de una gira por Galicia centrada fundamentalmente en prometer mejoras en las infraestructuras ferroviarias. En su inauguración trece años después la Xunta presentó la infraestructura como “decisiva y fundamental para el futuro desarrollo empresarial y logístico de nuestra comunidad, así como una gran oportunidad para toda Galicia”. Posteriormente, el Instituto Gallego de Promoción Económica (Igape) llegaría a presentarlo como la puerta de entrada a Europa de las mercancías que llegan por el Atlántico.

Entre el anuncio de futuro de 2001 y su inauguración en 2014, Monforte llegó a ver como el Plan Galicia publicitado por el Gobierno de Aznar tras la catástrofe del Prestige prometía una línea de AVE hasta Ponferrada como segunda conexión de altas prestaciones con la Meseta. Pero la razón de ser del Puerto Seco es la de actuar como punto de confluencia de las mercancías que entren o salgan de Galicia por ferrocarril. Un nudo logístico en el que las cargas procedentes de los puertos o polígonos industriales de toda Galicia confluyan, ya sea por tren o por carretera cuando no haya volumen suficiente, para allí pasar en su mayor parte a circular por la vía férrea hacia Ponferrada y Palencia.

Esa es la teoría, porque cuatro años más tarde y después de invertir en él 20 millones de euros el Puerto Seco es una explanada urbanizada en la que aún no está instalada ninguna empresa y en la que no hay ninguna infraestructura nueva ni disposición de las parcelas que facilite la carga y descarga de mercancías de los trenes, su razón de ser. Sus conexiones por carretera y ferroviarias, claves para su funcionamiento como plataforma logística, siguen siendo prácticamente las mismas. Sólo se ha construído un pequeño acceso viario desde la carretera autonómica que comunica Monforte con el vecino municipio de Pobra do Brollón, y aún se está planificando su prolongación para que conecte con la carretera N-120.

La vía entre Monforte y Ponferrada, la primera que conectó Galicia con la Meseta, en 1883, hizo de la villa la capital ferroviaria gallega pero hoy precisaría de una mejora para facilitar ese tráfico de mercancías. Su trazado, por ejemplo, presenta en las cercanías de Torre del Bierzo un singular giro sobre sí mismo en espiral para poder superar el desnivel al que allí se enfrenta.

Pero a pesar de que es la línea elegida para enlazar Galicia con el resto de la red europea de tráfico de mercancías, está encuadrada en la red complementaria, no en la principal de la que forma parte el denominado Corredor Atlántico que desde la frontera francesa atraviesa la Península hacia Portugal pasando por Palencia, donde enlazaría la vía procedente de Monforte. Esa categoría superior, que según el Gobierno central no puede variarse hasta dentro de una década, facilitaría la llegada de fondos europeos para su mejora. Pero según insiste el Eixo Atlántico de ciudades de Galicia y el Norte de Portugal, una de las instituciones que más fuerza está haciendo para mejorar ese eje de comunicaciones, formar parte de la red complementaria no debiera ser impedimento para que la línea reciba ya inversiones comunitarias si el Gobierno central y la Xunta así lo quieren. El secretario general del Eixo, Xoán Vázquez Mao, destaca que por ejemplo hay disponibles créditos a interés cero a través del denominado Plan Juncker pensados precisamente para impulsar ese tipo de actuaciones.

La línea entre Monforte y Ponferrada, en todo caso, no es de las peor preparadas para el tráfico de mercancías de las existentes actualmente en Galicia. Forma parte de la línea electrificada que recorre todo el sur de la comunidad procedente de Vigo y Ourense, y a pesar de que la línea de A Coruña y Lugo que allí se une no lo está, Adif estudia la electrificación del tramo Monforte-Lugo, además de supresiones de pasos a nivel entre Ourense y Lugo. Además, frente a otras líneas ferroviarias interiores, ese tramo es de los que permiten trenes de mayor longitud de toda Galicia, elemento clave para que los convoyes de mercancías sean rentables. Esto es, sería de dudosa rentabilidad habilitar trenes de mercancías desde la mayoría de los puertos gallegos, pero sería eficiente concentrar esos tráficos tanto de entrada como de salida en Monforte para allí canalizarlos de forma conjunta a través del ferrocarril en convoyes de mayor tamaño.

Esas ventajas y desventajas de la red de infraestructuras gallegas aparecen analizadas en un informe para impulsar el Puerto Seco que el Eixo Atlántico presentó hace un año y que coordinaron el expresidente socialista de la Xunta Fernando González Laxe, experto en cuestiones portuarias, y el exdirector general de Movilidad popular Miguel Rodríguez Bugarín. El documento destacaba que Monforte debe ser el gran punto de conexión de Galicia con el resto de la red de mercancías europea. Sin embargo, para eso consideran “imprescindible la implicación de los puertos” gallegos, cada uno de los cuales está desarrollando su propia estrategia logística. De hecho, de mucho mayor tamaño que el Puerto Seco de Monforte es el Puerto Seco de Vigo, la denominada Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (Plisan), impulsada por la Zona Franca y el Puerto de Vigo, que por su emplazamiento está claramente escorada hacia los tráficos del sur de la comunidad frente a los del norte y cuyo desarrollo está siendo igual de lento.

Por otra parte, mientras que el objetivo del Puerto Seco de Monforte sería el de aglutinar los tráficos que lleguen de toda Galicia por camión o tren para desde allí transportarlos juntos por tren hacia Ponferrada, Palencia y el resto de la red europea, la principal mejora en materia de infraestructuras que está impulsando en la zona el Ministerio de Fomento con el apoyo de la Xunta es una autovía que desdoble la N-120 que realiza ese mismo recorrido. Una autovía que tendría un notable impacto ambiental que pondría en riesgo la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad y que además está siendo priorizada en su tramo más oriental, hacia Ponferrada, en el que tiene más sentido el tráfico ferroviario, que en el occidental, hacia Ourense, donde ayudaría a que el Puerto Seco captase tráfico viario del resto de Galicia hacia los trenes.

Una apuesta a corto plazo por las carreteras frente al tren de mercancías en Galicia que evidenció Fomento en la nota de prensa emitida por el propio ministerio de la que surgió la reciente polémica por la no inclusión del noroeste peninsular en el Corredor Atlántico ferroviario. En esa nota Fomento destacaba como su prioridad la inclusión dentro de los principales corredores europeos de mercancías en su próxima revisión de la Autovía del Cantábrico (A-8).

Hace cuatro años, en otra nota de prensa, el Gobierno gallego destacaba en la inauguración del Puerto Seco de Monforte que estaba inmerso “en el impulso de diferentes actuaciones que puedan lograr la mayor proyección internacional del Puerto Seco” y “trazando una red de conexiones con las Autoridades Portuarias y la Zona Franca de Vigo, tratando de buscar sinergias para la movilidad de todo tipo de mercancías y para su transporte”. Cuatro años después esa explanada sigue esperando por algo más que una placa inaugural.

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