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Otra espantada del PP deja a Pontón y Besteiro debatiendo solos en TVE

Gómez Besteiro y Ana Pontón cuando coincidieron en Santiago, en la manifestación en defensa de la sanidad, el pasado 4 de febrero

Luís Pardo

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El debate de este miércoles en RTVE tiene un precedente en 2012. Entonces, un Alberto Núñez Feijóo que se presentaba por primera vez a la reelección, y que no quería enfrentarse a la vez a los candidatos de PSOE y BNG, impuso el formato triangular que cuatro años antes, cuando estaba en la oposicion, le había negado la TVG. Todos los aspirantes a la presidencia de la Xunta se verían las caras entre ellos, pero de forma ordenada. Primero, Feijóo contra el socialista Pachi Vázquez y después contra el nacionalista Francisco Jorquera. En el medio, los dos representantes de la izquierda estaban obligados a confrontar entre sí. Casi doce años después, la situación se repite. Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro, líderes de dos partidos abocados a entenderse si rompen la mayoría absoluta del PP, estarán solos en un plató de televisión. Y, de nuevo, por culpa de los populares.

Pese a que repitieron una y otra vez que “el PP no se esconde y va a donde lo invitan”, “el PP estará en todos los debates” o “el PP no se esconde en ningún caso”, después del fiasco del debate en TVG los conservadores dejaron de marear la perdiz y, tras varias semanas negándose a confirmar, dieron finalmente un no rotundo a la corporación estatal. Esta vez, no sólo no iría Alfonso Rueda -que ya no acudió a la Cadena SER, donde lo sustituyó el portavoz parlamentario, Alberto Pazos-, sino que no enviarían a ningún representante, rompiendo incluso el compromiso adquirido por el candidato en una entrevista en el Canal 24 Horas. La ausencia del cabeza de lista puede ser la mejor imagen de lo que está siendo la recta final de campaña para su partido.

RTVE fue el primer medio en realizar una oferta pública para debatir a las tres fuerzas con representación en el Parlamento de Galicia, quizá pensando en lo que dijo Feijóo en las generales, que aceptó la de Atresmedia por que fue la que llegó antes. El 28 de diciembre, una semana después de la convocatoria electoral, anunciaba la cita y marcaba fecha: el 14 de febrero, último miércoles de campaña. Pontón y Besteiro confirmaron a través de redes sociales en cuestión de horas. El PP, permanecía en silencio.

Al día siguiente, a primera hora, Alfonso Rueda era entrevistado por Silvia Intxaurrondo en La hora de la 1. Allí, preguntado directamente, evitó comprometerse entre titubeos y buscando excusas tan peregrinas como la situación de Podemos y Sumar, fuerzas que, como bien le puntualizó la entrevistadora, no estaban invitadas. “Le apunto un 'tal vez', señor Rueda”, lo despidió Intxaurrondo.

Rueda: “Tenemos que estar en todos los debates”

Casi un mes después, el 23 de enero, el candidato popular tuvo una segunda oportunidad. Acudió a La noche en 24 horas, donde Xabier Fortes -quien moderará el cara a cara- volvió a preguntarle. Su respuesta de entonces, vista hoy, es -en el mejor de los casos- una pura contradicción. “Creo que tiene que haber debates, que tenemos que estar en todos los debates: ya quién esté o quién no esté lo vamos a decidir estos días. Mañana creo que TVE hace público su plan de cobertura y tomaremos una decisión. Estas cosas tampoco pueden debatirse eternamente, por lo tanto esta semana tomaremos una decisión. Desde luego, debates sí, cuanto más mejor; presencia o no, lo veremos durante estos días”.

La realidad se ha encargado de desmentirlo. No estarán en todos los debates a los que los invitaron. Tampoco es cierto que “cuanto más, mejor”: la decisión de la CRTVG de eliminar los debates provinciales de su plan de cobertura se adaptó como un guante a la estrategia de perfil bajo del PP, al tiempo que le cerraba la única ventana posible a Democracia Ourensana, la fuerza populista que puede robarle a los populares escaños en esa circunscripción. Por no decir una verdad, ni siquiera tomaron la decisión esa misma semana, sino que esperaron al 6 de febrero, el día siguiente al debate de la TVG, la cita que dejó un regusto más que amargo en las filas populares pese a estar diseñada a mayor gloria de su candidato.

La ausencia del PP ha provocado cambios en el plan del debate pero no lo ha cancelado. Tampoco el hecho de que TVG decidiese emitir la entrevista electoral con Ana Pontón justo a la misma hora que el cara a cara. Como TVE fue la primera en poner día y hora, en la reunión de los partidos con la CRTVG para tratar su plan de cobertura, los nacionalistas pusieron el asunto sobre la mesa, pero la corporación de medios públicos gallegos se negó a realizar ningún cambio. La candidata del Bloque, que ya se mostró en la cita del canal autonómico como la gran alternativa a Rueda, tendrá que grabar su entrevista y los espectadores, elegir.

Pontón y Gómez Besteiro tendrán así 60 minutos -cuarenta menos de lo pensado para los tres interlocutores- divididos en cuatro bloques para exponer sus programas de gobierno. Como Pachi Vázquez y Jorquera, se esforzarán en visibilizar que pueden conformar una alternativa común, algo parecido a lo que representaron de cara al 23J Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, aunque ellos, ante la baja de Feijóo, lo tuvieron más fácil frente a un Santiago Abascal que se quedó para él toda la banda derecha.

Otro de los cambios que deja este formato reducido es que el programa se emitirá desde el centro territorial de RTVE en Santiago de Compostela y no, como estaba previsto, desde un céntrico hotel de la capital gallega. Se podrá ver en La 1 en Galicia y en el Canal 24 Horas, RTVE.es y RTVE Play, además de escucharlo en Radio 5. Contarán con traductores para unas intervenciones que se esperan íntegramente en gallego. La medición de los tiempos correrá a cargo de árbitros de balonmano.

Sin atril vacío

No habrá un atril vacío para Rueda, como no lo hubo en el debate de las elecciones generales al que Feijóo, se negó a acudir porque lo impide una sentencia del Tribunal Supremo de hace casi un cuarto de siglo. En 1999, la Junta Electoral Central ordenó retirar la silla que Canal Sur pensaba dejar sin ocupar para visibilizar la incomparecencia de un PP que decía sentirse “marginado” por el tratamiento del canal. Entendían los jueces que la cadena estaba atentando “contra el derecho de la correspondiente entidad política a aceptar o rehusar libremente la participación en los debates” y contribuía a “lesionar la imagen del partido político”.

Más de un año después, en octubre de 2000, el Supremo le dio la razón: era “innecesario” dejar la silla vacía durante todo el debate ya que Canal Sur podía, simplemente “dar cuenta” de la ausencia del PP. Además, existía un “razonable riesgo” de que ese asiento vacante se interpretase “como un juicio de reproche a la actitud del Partido Popular” y, por tanto, atentaba contra los principios de neutralidad informativa y pluralismo político.

La de este miércoles será, con toda seguridad, la última posibilidad para ver frente a frente a los cabezas de lista a las elecciones autonómicas. La Cadena SER lanzó la propuesta de un cara a cara entre Alfonso Rueda y Ana Pontón al que la nacionalista dio un sí inmediato mientras los populares optaron por el silencio administrativo. Su excusa: que ya enviaron una carta a todas las fuerzas de la oposición para que sean ellas las que digan quién representaría a un hipotético multipartito alternativo. Es, por tanto, otro debate al que el PP está invitado y no va. Aunque diga lo contrario.

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