El PP se resiste a revelar sus criterios de admisión de ciudadanía en el Parlamento
“Va a ser la presidenta la que decida” pero no lo hará de manera “arbitraria”. Es toda la explicación que este miércoles la prensa consiguió obtener de Paula Prado, nueva portavoz del PP gallego, a respecto de los criterios que la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, va a aplicar para decidir si permite o no el acceso de la ciudadanía a la tribuna de invitados en los plenos. Después de que la primera sesión con la prohibición en vigor se saldara con momentos de fuerte tensión y un plante de la oposición a manera de protesta, la número tres de los conservadores echa mano de su discurso más duro para, lejos de buscar atemperar los ánimos, descarga en PSdeG, AGE y BNG la responsabilidad de todo lo sucedido y de todo lo que pueda suceder en el Pazo del Hórreo.
Si la Cámara gallega “se volvió a colar en los informativos nacionales” no fue, a juicio de Prado, por el veto de la presidenta, sino “por la sobreactuación de la oposición” y su “complicidad” con quien busca “boicotear” las sesiones, en este caso en referencia a los trabajadores de Navantia y de la Universidad de Santiago. La popular expone este razonamiento porque, también desde su perspectiva, “el origen” del conflicto “no está en la decisión de Pilar Rojo”, tampoco “en las numerosas protestas ilegales” de ciudadanos y ciudadanas en la tribuna parlamentaria. La prohibición de que los grupos políticos realicen invitaciones “llega tras un pleno en el que un invitado del PSdeG amenazaba de muerte al presidente de la Xunta” mientras “diputados de AGE aplaudían”, sintetiza, en referencia a las protestas de afectados por las preferentes que tuvieron lugar el pasado diciembre.
“Facilitar que se cometan delitos”, “invitar personas con antecedentes por agresión” o “hacer oposición de manera antidemocrática” son otras de las sentencias que Prado les dedica a los miembros de los grupos diferentes del PP los cuales, lamenta, no saben ver que “la medida” de la presidenta “pretende rebajar la tensión”, todo lo contrario “que los que crispan hablando de mociones de censura”, dice, en referencia a Xosé Manuel Beiras. “Deberían pensar qué tempestades pueden recoger de los vientos que siembran”, ilustra, en un contexto en el que además dice “suponer” que los parlamentarios y parlamentarias de la oposición “pedirán que no se les abone el salario correspondiente al día de ayer” por no asistir al pleno.
¿Esa devolución salarial deberían efectuarla también los integrantes del Grupo Popular que no acudieron a la sesión de tarde del incluso pleno?, se le preguntó a Prado. “Si algún diputado del PP no asistió no fue porque no quisiera”, asegura. Bien al contrario, Prado se muestra convencida de que sus compañeros de filas sólo se ausentan cuando hay una razón de peso“ para hacerlo. Así las cosas, todo parece indicar que los conservadores mantendrán la dureza en la limitación a las visitas, porque, evidencia la portavoz del partido, es ”distinto“ quien acude a un pleno, por, por ejemplo, ”motivos académicos“, que quien lo hace para ”reventarlo“. Mientras, desde la oposición, en este caso desde el PSdeG, su secretario de organización, Pablo García, instaba a los populares a reflexionar para acordar ”fórmulas“ que garanticen la orden sin ”aislar“ la institución parlamentaria. El enfrentamiento continúa, al menos de momento.