Una exposición recuerda el Madrid pop de los famosos y las estrellas internacionales durante el franquismo

En los años sesenta, el fotógrafo italiano (afincado en España) Gianni Ferrari solía llamar a su funcionario de confianza en el aeropuerto de Barajas para saber si algún famoso había arribado en la ciudad. Pocos años antes, en la España de la autarquía, el boicot internacional y la posguerra, la operativa hubiera sido imposible. Pero los vientos de cambio (acuerdos con los Estados Unidos, con el Vaticano, llegada del turismo…) hicieron que el color del papel couché llegará a una España cuyo régimen necesitaba urgentemente ser admitido en el club de los países modernos.

Con una grabación de la voz del viejo fotógrafo de estrellas comienza la exposición MADRID ICONO POP 1964-1979, que se puede ver hasta el próximo 21 de septiembre en el complejo de El Águila (Delicias). Hay, pues, una prórroga para visitar esta exposición, que se inauguró justo antes de un verano que puede haber hecho que pase algo desapercibida.

MADRID ICONO POP es sobre todo una colección de fotografías de estrellas, nacionales y extranjeras, que tienen Madrid como marco. En un segundo escalón, es también una miscelánea de música, cine, fotografía y moda de las décadas de los sesenta y los setenta. Destacan, junto a las fotografías, los llamativos vestidos sesenteros, estilosamente musealizados en el centro de la sala.

A través de la agencia Contifoto, del mismo Ferrari, los españoles pudieron ver a Anita Ekberg en la Plaza Mayor, a Audrey Hepburn comprando en las Mantequerías Leonesas o asomarse a los barrios exclusivos y las casas de las estrellas domésticas. Al jardín de los Bosé-Dominguín, por ejemplo. Imágenes en blanco y negro o en color en las que la ciudad y, sobre todo, los protagonistas, salen excepcionalmente guapos.

La exposición está organizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Oficina del Español. Las piezas expuestas provienen del archivo personal del fotógrafo y diversas instituciones, públicas y privadas, como el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, el Centro Cultural Lola Flores o Radio Televisión Española; junto a colecciones particulares que han cedido para su exhibición un vestido que perteneció a la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, un Herrera y Ollero de la condesa de Romanones , unos zapatos de Balenciaga que pertenecieron a la reina Fabiola de Bélgica o una túnica de la cantante Betty Missiego.