‘Speed reading’, o cómo leer Los Pilares de la Tierra en dos horas (y no enterarse de nada)
“El potencial de aumentar la productividad y la eficacia es enorme”, afirma uno de los seguidores de la tecnología 'speed reading'. “Hace que el trabajo sea mucho más eficiente y me planteo enseñar a mis hijos a utilizar estos mecanismos como forma de educación en el hogar”, añade otro. Ahora, ¿te imaginas leer 'El Quijote' o 'Los Pilares de la Tierra' en un par de horas y sin mover los ojos? Sí, leer 1040 páginas en un suspiro ahora es posible gracias a esta tecnología, pero ¿dónde queda la esencia de la lectura?
Spritz es una de las muchas aplicaciones que han aparecido para satisfacer a los amantes del 'speed reading'. El mecanismo permite leer entre 500 y 1.000 palabras por minuto – de forma gradual, poco a poco, y a gusto del usuario -, cuando la media está en 300 en una situación normal. Su funcionamiento se basa en evitar que los ojos se muevan al leer, ya que se supone que dicho movimmiento es lo que más tiempo consume en la lectura. La velocidad aumenta si el movimiento se elimina. Todo es posible con entrenamiento.
¿Cómo funciona esta tecnología?
Habitualmente el ojo humano tiende a buscar el centro de una palabra para conseguir leerla y entender su significado. Es decir, trabaja para localizar el punto óptimo de reconocimiento (ORP), porque es más fácil de leer que los demás.
Para calcular dónde se encuentra el centro de la palabra atendemos a criterios de longitud. Una vez reconocido el punto (una letra que aparecerá coloreada de rojo), se sitúa en una línea vertical, donde se colocará también la parte central del término siguiente. Así, las palabras van pasando individualmente, una detrás de otra, y se colocan en el lugar adecuado para la lectura, sin que el lector tenga que mover los ojos. ¿La velocidad? Irá en aumento a medida que el órgano se adapte a la agilidad con la que se desplazan las palabras.
Lectura cómoda en tu móvil
De esta forma, supuestamente, la lectura en dispositivos móviles se vuelve cómoda. Al menos es el objetivo de este 'software'. Con él no es necesario entrecerrar los ojos para leer frases en la pequeña pantalla y está especialmente pensado para correos electrónicos, mensajes de texto, redes sociales, mapas y otros contenidos web. “Tus ojos no tienen que moverse de una palabra a otra a lo largo de la página que estás leyendo. De hecho, no hay página. Esto lo hace más fácil y confortable para el lector”, afirman. ¿Quieres probarlo? En su página oficial puedes acceder a la herramienta en varios idiomas.
Además, la empresa ofrece el 'software' a cualquier desarrollador que quiera introducir este tipo de lectura en sus aplicaciones. Sin ir más lejos, Samsung ha decidido incorporarla en sus terminales Galaxy S5 y Galaxy Gear 2 de forma nativa.
A Keith Rayner, profesor de psicología en la Universidad de California, no le parece un invento innovador. En su opinión están usando una técnica llamada “RSVP” (Rápida Presentación Visual en Serie, por sus siglas en inglés), que existe desde la década de 1970. “Desde entonces también sabemos que hay una zona de visualización óptima en cada palabra (cerca del centro de la misma)”, asegura a HojaDeRouter.com. Por eso critica que los desarrolladores de Spritz –que dicen llevar tres años trabajando en su aplicación - actúen “como si hubieran descubierto algo nuevo, cuando no es así”.
Más aplicaciones
Pero Spritz no es la única herramienta disponible. A Faster Reader se define como la aplicación que “te permite leer a la velocidad de la luz”. Su funcionamiento es sencillo: seleccionas un texto o un grupo de palabras y lo envías a la 'app' a través del comando “compartir” para que lo presente con un formato 'speed reading' y lo puedas leer de forma rápida.
En su caso, además de ajustar la velocidad, permite pausar y retroceder, pero en realidad todas son muy similares. Desde Trainer hasta Velocity, pasando por Acceleread, Speed Read o Spreed.
¿Cómo funciona el ojo humano?
“El ojo humano puede leer - de forma seguida y sin parar - una sola línea de texto, de acuerdo a lo que se conoce como ”proceso 'Saccade'“, que fue explicado por primera vez por el oftalmólogo Louis Javal en 1880”, explica a HojaDeRouter.com Zeyad A. Alzaben, optometrista e investigador científico del Hospital Clínico de Barcelona.
El ojo necesita entre 20 y 40 milisegundos para cada movimiento. Después, cada breve pausa supone la fijación del ojo sobre un punto determinado - como una palabra - durante unos 250 milisegundos. Sin embargo, la mayoría de las personas leen entre 200 y 400 palabras por minuto – unos diez caracteres por segundo -, “lo que significa que el periodo de fijación del ojo es más elevado en esos casos”, explica Keith Rayner.
Un mayor periodo de fijación en cada palabra “podría ser una buena explicación sobre por qué se tarda en la lectura”, añade. Y asegura que gracias a investigaciones científicas se sabe que “en el momento en que la persona se centra en leer una letra concreta, sólo podrá ver claramente, al 100% de agudeza visual, cinco letras en torno a ella”.
Quienes usan los mecanismos de lectura rápida pretenden que su ojo se detenga una sola vez para leer dos líneas consecutivas, pero según Rayner “es imposible coger dos líneas en un solo golpe de vista”. De hecho, y al contrario de lo que aseguran los defensores de este tipo de tecnología, “no es cierto que con un mecanismo de lectura rápida se pueda disfrutar de mucha más información por fijación de ojo de lo que los lectores consiguen habitualmente con una lectura normal, que implica que en una línea de 40 letras los lectores hacen entre 5 y 6 paradas”.
Acallar la voz interior
Entones, ¿cuál es la esencia de estos mecanismos? Tratar de eliminar el proceso conocido como subvocalización, es decir, que la mente no repita las palabras que está leyendo la persona. Acallar esa voz interior que está ahí cuando leemos. De hecho, “quienes defienden la tecnología 'speed reading’, aquellos que buscan doblar o triplicar la velocidad habitual de sus lecturas, afirman que es necesario deshacerse de esa voz interior para conseguirlo”, explica Rayner.
Con el 'speed reading', precisamente, las palabras circulan a una velocidad tan elevada que el cerebro es incapaz de repetirlas “en voz alta”. Dos más dos son cuatro: si nos paramos menos, leemos más deprisa. Sin embargo, Rayner no parece amigo de este tipo de tecnologías y afirma que, aunque es posible acallar la voz interior cuando nos encontramos ante un texto fácil, “en ningún caso lo será si este es complejo”.
Tal vez sea posible comprender frases sencillas a gran velocidad, reconoce el profesor, “pero todo se viene abajo cuando las oraciones son más largas. El problema es que las palabras pronto empiezan a aparecer demasiado rápido y el cerebro no puede adaptarse, no llega a comprender todo”. Cuando eso ocurre, “la lectura está en problemas. Ni siquiera puedes releer algún fragmento cuando las cosas van mal”. Por eso considera que estas técnicas pueden servir para leer emails o mensajes breves como los de Twitter, pero son ineficaces para textos largos.
¿Por qué? Pues básicamente porque no nos enteraríamos de nada. Zeyad es contundente al respecto: “La velocidad de lectura se relaciona inversamente con el proceso de comprensión”. Vísteme despacio, que tengo prisa.
¿Los beneficios?
Aunque las tecnologías de 'speed reading' suscitan un sinfín de dudas, no todo es negativo. Estos mecanismos no sólo consisten en
leer más rápido, sino que también están directamente relacionados con un proceso más amplio que abarca mejor
ar la memoria, la mejora de la atención y el incremento de la capacidad para centrarse en algo.
“También incrementa el nivel de confianza en uno mismo, mejora las habilidades de resolución de problemas, el nivel de motivación se incrementa y, por ejemplo, aumenta la capacidad de localizar cierto libro en una librería de forma rápida. Aumenta la tolerancia de las emociones y la concentración, entre otras cosas”, asegura Alzaben. Y a
ñade que el 'speed reading' puede mejorar la capacidad del cerebro para obtener y traducir la información que le llega del ojo, que a su vez puede fortalecer sus músculos, lo que ayuda a expandir también el campo de visión.
Desde un punto de vista médico, “este mecanismo nos afecta de tal manera que podríamos mejorar nuestra salud mediante la reducción del sueño y del estrés, por ejemplo”, asegura Zeyad. Y, concretamente, desde el punto de vista de terapias para mejorar la visión puede ser una práctica efectiva. El investigador del Clínico de Barcelona explica que lo ha sido, por ejemplo, para el tratamiento de disfunciones visuales como la dislexia.
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
¿Te motiva la tecnología 'speed reading'? Si es así seguro que eres de los que consideran que se trata de un invento revolucionario y adaptado a la sociedad moderna, en la que el tiempo es cada vez más valioso y necesitamos abreviar procesos (también el de la lectura, especialmente si esa lectura es tediosa). Si no, seguro que piensas que las cosas esenciales no deben cambiar y que el placer reside en degustarlas de forma tradicional.
¿Conclusión? Que sí, que puedes leer una novela en dos horas al mover menos el ojo y al eliminar la vocecilla que repite las palabras en tu cabeza, pero al terminar te darás cuenta de que has estado tan pendiente de captar cada palabra que no te has enterado de nada. Tal vez será distinto en el futuro, cuando la evolución nos haya convertido en máquinas de devorar contenido...