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Movistar, Vodafone, Orange... ¿verdugos o rehenes de los operadores virtuales?

¿Quién ganará el pulso entre operadores con red y virtuales? (MIKI Yoshihito (´・ω・) en Flickr)

Raúl Masa

Vivimos pegados al móvil. No salimos de casa sin él, y hacerlo se convierte casi en un castigo por el “qué pasará si alguien me llama o me escribe un WhatsApp importante”. Hemos caído en una sumisión total respecto a estos aparatos y, sin embargo, no nos preocupamos todo lo que deberíamos de los numerosos aspectos que determinan nuestro uso de los dispositivos móviles. ¿Ponemos todo el interés que deberíamos en que la compañía que nos suministra los datos y la voz sea la más acertada? ¿Estamos contentos con el precio? ¿Somos conscientes de que hay otras alternativas en el mercado? ¿Qué hace posible que las haya y que ofrezcan el mismo servicio a precios radicalmente diferentes?

A menudo pasamos por alto estas y otras cuestiones, que afectan a nuestra relación con los 'smartphones', pero es muy importante conocer por qué los precios suben o bajan, qué compañías operan en el mercado español, cuáles de ellas tienen red propia y por qué tienen el deber de compartirla. Y aún más: quién regula todo esto, cuál es su postura y qué piensan las empresas de telecomunicaciones al respecto. Vamos a tratar de arrojar luz sobre el asunto, con el objetivo de determinar si en España hay una verdadera competencia en el mercado móvil y cómo afecta esto a los usuarios.

“Poder significativo en el mercado”

Que un grupo reducido de empresas queden agrupadas bajo ese paraguas no debe ser del todo positivo. Pues bien, Telefónica, Orange y Vodafone eran considerados “operadores con poder significativo” por la CMT, antiguo órgano de regulación del sector de las telecomunicaciones, ahora parte del 'superregulador' CNMC. Esto viene a decir, básicamente, que hasta el año 2006 solo estas compañías operaban en el ámbito de los servicios móviles y que, por lo tanto, tenían todo el poder de decisión en sus manos: control de redes, precios...

Por eso aquel año la CMT decidió intervenir, obligando a los operadores con red a compartir sus infraestructuras con otros actores, los posteriormente conocidos como Operadores Móviles Virtuales (OMV), que tendrían así acceso a sus redes para ofrecer servicios de voz y datos en el territorio nacional, así como telefonía internacional.

De esta manera nació una nueva era en el sector de las telecomunicaciones en España. En poco más de cinco años, pasamos de tres operadores a unos veinte. La oferta se amplió enormemente, llegando a cubrir las distintas necesidades de los usuarios. Tarifas de voz, de datos, ambas juntas, separadas, con llamadas largas, cortas, sin mensajes, con muchos mensajes… Los datos objetivos, los que aporta la propia CMT, nos muestran que entre 2006 y 2012 el coste medio por minuto de las llamadas se redujo de 16 a 8,95 céntimos, lo que supone una rebaja del 44%. Y lo mejor, al menos para el usuario, es que el precio sigue cayendo sin cesar.

Ahora bien, si todo esto es tan claramente beneficioso para el sector, ¿por qué hay tanto desacuerdo entre los operadores con red y los virtuales? ¿Es que acaso no persiguen todos el mismo objetivo? ¿No es su fin satisfacer a los clientes?

¿Verdugos?

¿Acaso no es conveniente que haya empresas alternativas que dinamicen el mercado? Esta es la pregunta que se plantea el CEO de MásMóvil, Meinrad Spenger, cuando sacamos el tema de la competencia en el mercado móvil español. En su opinión, el nuestro todavía se encuentra entre los países más caros de Europa en lo que respecta a la telefonía, y no cree que una regulación más severa hacia los OMV sirva para mejorar.

Para Spenger no hay duda: los precios son más bajos cuanta mayor diversidad hay en el mercado.Por eso afirma rotundamente que “no sería recomendable quitar la regulación del sector”, como se ha venido planteando. Vamos, que si los operadores con red dejan de estar obligados a compartir, los usuarios saldrán perdiendo. Asimismo, también nos recuerda que, pese a los esfuerzos de las OMV por introducir competencia en el mercado, las nuevas ofertas convergentes vuelven a poner de manifiesto “las malas prácticas” de los grandes operadores.

Pepephone opina de forma parecida. Para ellos, “desde que comenzó el modelo de telefonía móvil virtual, la competencia comenzó a ser real” y citan para demostralo esa rebaja de casi el 50% en los precios de la telefonía móvil, que achacan “casi en exclusiva” a la irrupción de los OMV.

Sobre la importancia del regulador, desde Pepephone se desmarcan con un símil deportivo muy curioso. “[pullquote position=”right“]Si no hay un árbitro justo que vigile el partido es muy fácil que el partido no sea justo[/pullquote] y hay una prueba clara de esto, que debería hacernos reflexionar: los operadores grandes están pidiendo que se elimine ese ”árbitro“. Si alguien pide que se elimine el árbitro es, o bien porque no le gusta un partido equilibrado o bien porque tiene intención de saltarse alguna regla. Si fuera parte del público, no estaría tranquilo”.

¿Rehenes?

Ya hemos visto la opinión de una de las partes implicadas, pero la otra, la que pone la red, también tiene su visión muy clara de por qué hay competencia o, mejor dicho, a costa de quién la hay. En este sentido, desde Orange nos remiten a las palabras pronunciadas por su CEO, Jean Marc Vignolles, en el pasado ‘Encuentro de Telecomunicaciones de Santander’, donde dejó muy claro que si las OMV son líderes en portabilidad y bajan precios es porque no han hecho inversiones.

A este respecto, desde Orange creen que se necesita un cambio del paradigma competitivo. A su juicio, debemos tomar conciencia de que la espiral de reducción de precios actual no contribuye a la creación de valor a medio plazo. Según la compañía, no se trata de ir sólo hacia un modelo de bajo coste, con ofertas cada vez más baratas, sino que el progreso pasa por desarrollar nuevos servicios (4G, M2M, NFC...) cuyo valor permita generar nuevos modelos de negocio partiendo de la innovación.

En esa misma línea apuntan fuentes de Vodafone, que en primer lugar se plantean cómo medir algo tan abstracto como la competencia. ¿En base a los precios? ¿A las portabilidades o cambios de compañía? De nuevo, para el operador rojo la clave está en las inversiones. Consideran que el reducido márgen de beneficios que obtienen tras verse obligados a bajar los precios no deja mucho espacio para seguir invirtiendo en despliegues de red. ¿Y qué opinan sobre el regulador? Que impone “excesivas cargas” fruto del dominio conjunto que había hace unos años, pero que en el contexto actual ya no tienen sentido.

Y no podía faltar en este trío de operadores el mayor de todos, Telefónica, que también nos habla de las inversiones como el meollo de la cuestión. Su postura “es bien conocida”: “defender una regulación que fomente y proteja la inversión, que dé garantías a los operadores que invierten”. Además, las fuentes de la compañía consultadas por HojaDeRouter.com restan importancia al asunto de la competencia, ya que la ven plenamente garantizada. En su opinión, “la buena cobertura nacional que existe, con cuatro operadores con red propia operando en toda España, hace que la posibilidad de elegir operador sea una realidad para la práctica totalidad de los clientes”.

Ni vergugos, ni rehenes

¡Menudo circo se ha formado! Entre los operadores con red que dicen estar siendo “maltratados” y los operadores virtuales que claman justicia para que no se les ponga más la zancadilla, a veces cuesta escuchar lo que dice el actor más importante: los consumidores. Por eso hemos querido conocer la opinión de Enrique Piñero, miembro del gabinete jurídico de FACUA, que como organización en defensa de los consumidores nos aporta la visión de los ciudadanos sobre esta espionosa cuestión.

Su respuesta es rotunda: “no, no hay competencia”. Y se basa para afirmarlo en que los tres grandes operadores acaparan más del 80% del mercado de la telefonía móvil, “lo que podría ser considerado un oligopolio”. Por lo tanto, cree que “en ese contexto no se puede hablar de competencia real”. Y cita como ejemplo la fijación de precios. A su juicio, que distintas empresas hagan los mismos movimientos, tanto a la baja como al alza, “es sospechoso”. Además, afirma que las OMV todavía están lejos de ser lo suficientemente fuertes para decir que el mercado de las telecomunicaciones es realmente competitivo.

Por último, Piñero hace hincapié en el tema de los “compromisos de permanencia”, principales responsables de que no exista una verdadera rivalidad. Para él, se trata de una distorsión de la competencia. “En ningún campo de consumo hay permanencia. ¿Qué pasa? ¿Tienen miedo de que sus precios no sean buenos? Si las tarifas fueran buenas de verdad, ¿por qué encarcelar al consumidor?”.

¿Verdugos? ¿Rehenes? ¿Consumidores atrapados? Cada cual tiene su opinión y todas son perfectamente defendibles. Unos creen que se debe invertir más, con la vista puesta en el futuro, y que por eso las condiciones de acceso mayorista a la red deben ser más exigentes. Otros creen que el acceso debe ser libre para que los precios sean más bajos y los consumidores salgan beneficiados. Sea como sea, la sentencia la acabará dictando el mercado.

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