Antonio Salvà, padre de la última víctima mortal de ETA, será el nuevo líder de Vox en Balears
El exdiputado en el Congreso Antonio Salvá, padre de Diego Salvá, uno de los dos guardias civiles asesinados por ETA en Palmanova (Mallorca) en 2009, será propuesto como nuevo secretario general de Vox en Balears tras la dimisión de Sergio Rodríguez, quien hace una semana renunció al cargo alegando motivos personales, si bien el diario Última Hora aludió a las discrepancias del ultraderechista con el pacto alcanzado entre PP y Vox para eliminar el catalán como principal lengua vehicular de la escuela pública dado que, a su parecer, el acuerdo se quedaría corto.
Se trata de una decisión pendiente de confirmación ya que ahora se trasladará a la dirección nacional, según han informado fuentes del partido de extrema derecha. Salvá, urólogo de profesión, fue diputado de Vox en el Congreso por Balears entre 2019 y 2023. Formó parte de las comisiones de Asuntos Exteriores, Sanidad y Consumo y de la Comisión Mixta para el estudio de problemas de adicciones.
Si no hay sorpresas de última hora, ocupará el cargo de secretario general que ha dejado el portavoz adjunto de Vox en el Parlament, Sergio Rodríguez, ejerció la secretaría general del partido desde 2017.
Salvá decidió volcarse en la política para revindicar la memoria de las víctimas de ETA. Su hijo falleció en el que se considera el último atentado mortal de la banda terrorista, el 30 de julio de 2009, cuando estalló un artefacto-lapa colocado en los bajos de un coche patrulla de la Guardia Civil estacionado en las inmediaciones del Acuartelamiento del Cuerpo de Palmanova. Junto a Salvá también perdió la vida Carlos Sáenz de Tejada García. Desde entonces, todos los años se celebra un acto homenaje en recuerdo de los dos guardias civiles.
El diputado de Vox fue, además, uno de los parlamentarios del partido que en 2020, durante el debate de investidura de Pedro Sánchez, se levantó de su escaño y abandonó el hemiciclo del Congreso en el momento en que intervenía la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua. En el revuelo generado por el discurso de Aizpurua, la entonces presidenta del Congreso, Meritxell Batet, reclamó respeto a la libertad de expresión mientras desde las bancas de PP, Vox y Ciudadanos gritaban “fuera” a la diputada.
0