La generación del alquiler en Reino Unido tendrá problemas para pagar su vivienda cuando llegue a la jubilación
Más de 600.000 miembros de la llamada Generación Alquiler se enfrentan a la “catástrofe inevitable” de encontrarse en situación de calle al jubilarse, según el estudio Viviendas en Alquiler para una Población Envejecida, la primera investigación oficial sobre el futuro de los millennials en Reino Unido.
Los ingresos suelen reducirse a la mitad en el momento de la jubilación. Las personas que alquilan en el sector inmobiliario privado y que actualmente destinan el 40% de sus ingresos a pagar la renta, podrían verse obligadas a gastar hasta el 80% de su jubilación en vivienda.
Si los alquileres aumentan acorde a los salarios, la investigación concluye que en 2038, el 52% de los jubilados que alquilan estarán destinando más del 40% de sus ingresos a tener un techo. Lo que implica que al menos 630.000 millennials, no podrán pagar el alquiler.
Estas personas no podrán acceder a una residencia propia y no tendrán más opción que mudarse de manera temporal con ayuda del Gobierno, según el informe realizado por un grupo especializado en vivienda y cuidados para personas mayores en el que estuvieron representados todos los partidos del Parlamento.
“En los próximos 25 o 30 años, la cantidad de viviendas privadas alquiladas por mayores de 64 años se triplicará”, afirma Richard Best, director del grupo. “A no ser que se construyan al menos 21.000 viviendas al año, no habrá alquileres accesibles para muchos de ellos. La consecuencia es que algunos se quedarán en la calle”, apunta.
El informe anticipa que, en términos de calidad de la vivienda, la cantidad de personas mayores que alquilan una vivienda inadecuada pasará de unas 56.000 a 188.000 en 20 años, y a 236.500 en 30 años. Advierte también que Reino Unido va camino a una “catástrofe inevitable para los futuros jubilados”.
La infravivienda es una causa directa de muerte para muchos ancianos: en los últimos cinco años, al menos 53.000 personas mayores han muerto durante el invierno por causas relacionadas a vivir en un espacio frío. Aunque las viviendas sociales para jubilados que actualmente existen son más adecuadas, el informe asegura que no son suficientes.
“Hemos observado la posibilidad de que haya una escasez importante de viviendas disponibles, ya que en este momento no se están generando programas nuevos de viviendas para jubilados”, declara Lord Best.
De acuerdo a estos resultados, el informe pide que se ponga en marcha una estrategia nacional para evitar una “crisis de jubilados sin hogar”. Los autores exigen que en los próximos 30 años se construyan al menos 38.000 nuevas viviendas de alquiler para personas mayores, y más de 1,1 millones para finales de la década de 2040.
“El problema con los alquileres privados es que la gente piensa que son la solución. Y no lo son. Estos alquileres son más inestables y costosos, y, a menudo, no son adecuados para personas mayores”, afirma Brendan Sarsfield, director ejecutivo de Peabody y miembro del grupo de investigación.
“Actualmente, muchos ancianos han podido comprarse su propia vivienda y ven cómo su valor aumenta. Pero los futuros jubilados tienen pocas posibilidades de hacer esto. El mercado inmobiliario ha fallado y los anteriores gobiernos no han financiado vivienda social; veremos a muchos ancianos luchar por pagar el alquiler”, añade.
“Cada vez hay más personas mayores con pocos ingresos, igual que los jóvenes. Esto debe hacer reaccionar al Gobierno para que construya más viviendas sociales. En especial, necesitamos desesperadamente viviendas que sean adecuadas para personas mayores”, advierte Kate Henderson, directora ejecutiva de la Federación Nacional de la Vivienda.
“La reciente investigación demuestra que el Gobierno debe invertir cada año 14.280 millones de euros en la construcción de viviendas sociales si quiere asegurarse de que todas las generaciones tengan un hogar seguro y accesible donde vivir”, apunta.
“Nuestra investigación ha concluido que la vida de muchos ancianos está amenazada por vivir en lugares inseguros, en condiciones inadecuadas, lidiando con propietarios sin escrúpulos y bajo constante estrés económico”, señala George McNamara, director de políticas de Independent Age.
“Desde 2012 hasta 2013, hemos dado a los ayuntamientos más de 3.000 millones de euros para que todos, especialmente las personas mayores y discapacitadas, puedan vivir en un hogar seguro e independiente”, señala la ministra de vivienda, Heather Wheeler.
“La reciente Ley de Vivienda establece unos términos de acuerdo más justos, tanto para inquilinos como para propietarios, porque hemos fortalecido los derechos de todos los inquilinos”, sentencia.
Traducido por Lucía Balducci