Un historiador y arqueólogo, contra el puente que amenaza un yacimiento Patrimonio de la Humanidad: “Desobedecen a la UNESCO”
Joaquim Pons Machado (Maó, 1972) es historiador y arqueólogo y una de las voces de referencia en el estudio y la defensa del patrimonio prehistórico de Menorca. Es licenciado en Historia por la Universidad de Barcelona y doctor en Arqueología Prehistórica por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde obtuvo el doctorado con la tesis “Caracterización del espacio del hábitat protohistórico de la isla de Menorca: las casas de planta circular talayóticas”, un trabajo clave para la comprensión de la arquitectura doméstica y la organización del espacio en la Menorca talayótica.
A lo largo de su trayectoria ha desarrollado una intensa labor de investigación arqueológica sobre el terreno, participando en numerosos proyectos y excavaciones a lo largo y ancho de la isla, como el emblemático poblado de Torre d’en Galmés, en Alaior, uno de los poblados talayóticos más importantes del Mediterráneo occidental. Ha sido técnico del área de Patrimonio del Consell Insular y es un engranaje clave para entender cómo Menorca consiguió ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, una denominación que puede estar en peligro por el empeño del Consell Insular (PP) de construir un puente al lado de dos navetas funerarias de Rafal Rubí que forman parte del conjunto de yacimientos de la Menorca Talayótica.
Arqueólogo de formación, tiene una larga trayectoria en el servicio de Patrimonio del Consell y especialmente en todo lo relacionado con la Menorca Talayótica. ¿Cómo llegó a integrar la elaboración de la candidatura que consiguió la declaración de Patrimonio de la Humanidad?
Es cierto que he participado de distintos proyectos, casi siempre vinculados al período talayótico, aunque también he formado parte de excavaciones e intervenciones con la Asociación de Amigos del Museo de Menorca en lugares y períodos diversos como Biniai Nou y otras. Sobre la Menorca Talayótica, lo cierto es que todo comenzó en agosto de 2009, cuando tuvimos una reunión con la jefa del área de patrimonio del Institut Menorquí d’Estudis, Margarita Orfila, quien planteó que valdría la pena llevar la prehistoria de Menorca a ser considerada por la UNESCO como Patrimonio Mundial. Este proceso pasó del IME al Consell, que votó en 2010 la candidatura y, cuando comenzamos a trabajar en serio en la candidatura, fue en 2012. Yo me ocupé de los primeros meses de la recopilación de material documental y fui encargado de elaborar la primera fase de archivo de la candidatura, que dio como fruto la primera postulación patrimonial de Menorca, que en 2017 no alcanzó los estándares necesarios para ser reconocida por UNESCO.
¿Qué opinión le merece la renovada intención del Consell de realizar las obras de Rafal Rubí, a pesar de las indicaciones de la UNESCO y qué consecuencias cree que esto podría acarrear?
A mí personalmente no me gusta nada la idea. No creo que sea un cruce que necesite un despliegue tan colosal y estoy convencido de que, en todo caso, existen alternativas que generan mucho menos impacto en el territorio. Hay algo central que tener en cuenta cuando hablamos de un bien declarado Patrimonio de la Humanidad –algo que fue oportunamente señalado en la primera candidatura de Menorca en 2017–, que es la articulación con el entorno: no hay patrimonialización solamente a partir de los monumentos, sino a partir de la inclusión de éstos con el medio, con el territorio que los envuelve. Ese es el quid de la cuestión: si se termina de construir el puente, la modificación del paisaje que envuelve a las navetas de Rafal Rubí será muy significativa.
Si se termina de construir el puente, la modificación del paisaje que envuelve a las navetas de Rafal Rubí será muy significativa
Una intervención de esta naturaleza atenta contra lo que llamamos Valor Universal Excepcional, que es requisito y condición para acceder al estatus de Patrimonio de la Humanidad. Más allá de que en el caso de la Menorca Talayótica hay nueve componentes que integran el bien patrimonial, es inobjetable que el VUE se vería afectado por las obras, quizás no en el global, pero sí habrá, de forma indiscutible, una afectación en el tramo de Rafal Rubí.
Por otro lado, hay que tener presente que cuando un territorio, bien o monumento solicita integrar la lista de Patrimonio de la Humanidad, se compromete a velar por el VUE, adquiriendo un compromiso con la UNESCO de protección de este patrimonio cultural, material y territorial. Somos nosotros quienes hemos solicitado acceso a esta consideración internacional, no podemos tirarlo por tierra a la primera de cambio por una obra vial.
No me gusta nada la idea [de construir un puente cerca de las navetas funerarias de Rafal Rubí]. Hemos adquirido un compromiso con la UNESCO de protección de este patrimonio cultural, material y territorial
¿Existen posibilidades de que la UNESCO retire la declaración de Patrimonio a Menorca si el Consell Insular decide, pese a todo, concluir las obras del Puente de Rafal Rubí?
No es tan sencillo. La Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO se abrió en 1978 y en la actualidad reúne más de 1.300 bienes en todo el mundo. En todo ese periodo, solo cuatro han entrado y salido de la lista, lo que demuestra que se trata de una medida extraordinaria. No es imposible, pero sí altamente excepcional. Uno de los casos más conocidos es el del puerto de Liverpool, que fue expulsado debido a la ejecución de un gran proyecto urbanístico que alteraba su Valor Universal Excepcional.
No es imposible [que la Menorca Talayótica pierda la condición de Patrimonio de la Humanidad], pero sí altamente excepcional. La Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO se abrió en 1978 y en la actualidad reúne más de 1.300 bienes en todo el mundo. En todo ese periodo, solo cuatro han entrado y salido de la lista
En cualquier caso, la expulsión constituye una decisión extrema. Dentro de la UNESCO existe un paso intermedio, que es la inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. Se trata de un registro en el que se incorporan aquellos lugares que, por distintos motivos, se consideran amenazados, y en el que se identifican claramente los riesgos a los que están expuestos, con el objetivo de que dichos daños potenciales puedan corregirse o evitarse. Lo que la UNESCO pretende señalar con este mecanismo —y en el caso de Menorca resulta evidente— es una advertencia clara: hay que extremar la cautela, evitar intervenciones irreversibles y evaluar todas las alternativas disponibles.
Ese es precisamente mi principal temor: teniendo en cuenta los millones de euros invertidos y el despliegue de medios, licitaciones, maquinaria y recursos asociados, existe un riesgo real de que la construcción genere el daño irreversible al que se refiere la UNESCO. Concretamente, nos enfrentamos a la posibilidad de que en febrero o marzo comiencen las obras y, una vez construido el puente, el impacto sobre el patrimonio difícilmente podrá revertirse.
Nos enfrentamos a la posibilidad de que en febrero o marzo comiencen las obras y, una vez construido el puente, el impacto sobre el patrimonio difícilmente podrá revertirse
Si esto llegara a suceder, habrá que observar cuál es la reacción del organismo internacional, ya que estaríamos ante un caso prácticamente inédito: sería la primera vez que la UNESCO emite varios informes con recomendaciones muy claras que son deliberada y reiteradamente desoídas por las administraciones responsables de velar por la protección del patrimonio.
Conviene recordar la secuencia de hechos. En 2023, la UNESCO remitió sus recomendaciones al Consell, sugiriendo la retirada de las obras del puente o la búsqueda de una alternativa. La respuesta del gobierno fue una Evaluación de Impacto Patrimonial elaborada por una entidad privada, en la que se planteaban distintos escenarios para concluir la obra. En 2024, ICOMOS, el organismo consultor de la UNESCO en España, señaló que dicha evaluación no era solvente. Finalmente, en noviembre de 2025, se hizo público un nuevo informe de la UNESCO en el que se indica de manera inequívoca que deben retirarse los restos de la obra y que se dará seguimiento a estas consideraciones a finales del próximo 2026. Insisto, el riesgo es evidente: si en marzo del próximo año las obras ya estuvieran finalizadas, el daño estaría consumado.
¿Qué consecuencias diría que tiene en términos institucionales finalizar las obras a pesar de las indicaciones?
En primer lugar, creo que es el Consell Insular la institución más afectada, pero también el estado Español que, habiendo adquirido el compromiso frente a las Naciones Unidas de cuidar y proteger un patrimonio determinado no lo hace, a pesar de las muchas advertencias indicaciones y sugerencias que ha recibido.
Se supone que la de Menorca había sido una candidatura modélica, tanto por cómo se había tramitado como por los compromisos adquiridos en términos territoriales y ambientales, y ahora vemos que apenas puesta en marcha la gestión efectiva del Patrimonio Mundial se pone en peligro tras sólo dos años de la declaración. Tenemos una responsabilidad frente al mundo y respondemos desobedeciendo reiteradamente a la UNESCO.
El pasado mes de noviembre el conseller de Cultura, Joan Pons Torres, declaró que la UNESCO ha recibido “información sesgada” y que el organismo no ha tenido acceso a “toda la documentación” sobre el impacto patrimonial de las obras ¿Qué opinión le merecen estas declaraciones?
Por un lado, quiero señalar que, si desde el Consell Insular se presentara realmente un informe que indicara que el impacto patrimonial sobre las navetas es mínimo, que dicho impacto es reversible y que los VUE no se ven afectados, estoy convencido de que la UNESCO no pondría ninguna objeción a la realización del puente. Sin embargo, eso no es lo que está ocurriendo.
Por otro lado, el argumento relativo a una supuesta falta de información me resulta extraño. Es cierto que ya no formo parte del servicio técnico de patrimonio del Consell, pero cuando participé en él, todos los informes se remitían desde el Consell al Ministerio de Cultura, que actuaba como intermediario ante la UNESCO. No creo en absoluto que las técnicas del Estado español hayan ocultado o filtrado información a Naciones Unidas; al contrario, estoy seguro de que no ha sido así. El señor conseller sabrá por qué sostiene ese planteamiento. En cualquier caso, habría que esclarecer qué documentación presentó exactamente el Consell o a qué documentos concretos se refiere cuando habla de “información sesgada”. Me cuesta mucho comprender ese discurso, sobre todo porque el trato institucional siempre ha sido correcto y en los mejores términos.
No creo en absoluto que las técnicas del Estado español hayan ocultado o filtrado información a Naciones Unidas; al contrario, estoy seguro de que no ha sido así
¿A qué cree usted que obedece tanta insistencia en terminar una obra que pone en peligro nada menos que un Patrimonio de la Humanidad?
Creo que es una decisión que responde a una orientación política, no patrimonial. Creo que desde la Conselleria de Cultura se debería haber trabajado más, se debería haber estado a la altura de lo que tenemos entre manos, creo que el compromiso internacional amerita una defensa mucho más férrea del patrimonio histórico, antes de hablar exclusivamente de la seguridad de la carretera. Todos queremos que la carretera sea lo más segura posible, pero también queremos una carretera razonable.
El pasado mes de agosto, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se dirigió por carta al presidente del Consell Insular, instándole a obedecer las recomendaciones de la UNESCO, lo cual generó una ola de renuncias en el Consell Científic de la Menorca Talayótica ¿Qué opina de ese episodio?
Creo que la renuncia de Antoni Ferrer, que también fue alguien sumamente importante en la elaboración de la candidatura tanto en 2017 como en 2022, fue un acto de suma coherencia. Lo mismo pienso de la salida de Cipriano Marín, que integraba el Consell Científic, a la que sucedió la renuncia de Mónica Luengo. Creo que han intentado hacer su trabajo cada uno en su área y que, finalmente, al ver el rumbo de los acontecimientos, han decidido mostrar su descontento con cómo se está gestionando este asunto yéndose.
0