Obama acabará con las perforaciones petrolíferas en el Ártico
Se espera que el Gobierno de Obama acabe con casi todas las perforaciones de petróleo y gas del Ártico y con muchas de las del Atlántico para 2022, en una decisión que podría anunciarse este martes. La medida supone dar marcha atrás a la iniciativa de Barack Obama de abrir una enorme perforación en la costa del Atlántico el año pasado, y consolida los esfuerzos del presidente para proteger el Ártico y luchar contra el cambio climático en sus últimos meses en la Casa Blanca.
Está previsto que el plan de perforaciones de cinco años, que será anunciado oficialmente por el Ministerio del Interior bloquee las expectativas más inmediatas de búsqueda de petróleo en el Ártico, según fuentes conocedoras de la propuesta. La iniciativa se veía venir desde que Obama y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declararon la semana pasada que seguirían “los estándares basados en la ciencia” en cuanto a las sanciones a nuevas perforaciones de petróleo y gas en el Ártico.
También se espera que el plan evite exploraciones futuras en amplias zonas de la costa atlántica, a raíz de las protestas de los pueblos costeros de las Carolinas y de Georgia. Eso podría tener repercusión en las elecciones presidenciales. Shell, ExxonMobil y Chevron han ejercido mucha presión para reabrir perforaciones en la costa atlántica. Los republicanos y los gobernadores de algunos estados también se han mostrado a favor.
Obama también se había mostrado de acuerdo. Pero tras las protestas de decenas de ciudades turísticas costeras, que temían la repetición de la catástrofe petrolera de BP en el Golfo de México, y la oposición a las perforaciones de los contendientes demócratas para las presidenciales Hillary Clinton y Bernie Sanders, se esperaba que Georgia y las Carolinas siguieran cerradas a excavaciones futuras, según fuentes conocedoras del plan. Estaba previsto que el Gobierno otorgase de todos modos autorizaciones de petróleo y gas junto a las costas de Virginia, cuyo gobernador demócrata, Terry McAuliffe, se ha mostrado partidario del crudo offshore.
En una versión anterior de la propuesta, el Ministerio del Interior ofrecía las primeras autorizaciones en el Atlántico para 2021. Las primeras prospecciones podrían llevarse a cabo dentro de entre tres y cinco años. Si las empresas encontraran algo, tardarían en torno a una década en llegar a la producción de petróleo y gas.
En este momento, la idea sigue siendo un proyecto. Se podrían autorizar otras zonas del Atlántico antes de que el programa finalice a finales de este año. Y Obama ha dado en los últimos seis meses una serie de indicaciones de estar reaccionando más a los argumentos de los activistas que dicen que, si habla en serio cuando se refiere a la lucha contra el cambio climático, debe parar la extracción de carbón, petróleo y gas, y no solo frenar las emisiones.
Obama y Trudeau dieron la semana pasada un gran paso hacia la protección del Ártico. Declararon que cualquier futura exploración de petróleo y gas en la región polar “debe cumplir los estándares basados en la ciencia de los dos países, que garantizan la preparación adecuada para operar en las condiciones del Ártico, incluido el control sólido y efectivo y las medidas de respuesta de emergencia”. El Ministerio del Interior canceló autorizaciones en los mares de Chukchi y Beaufort el pasado octubre.
Es poco probable que las críticas hacia las futuras perforaciones en el Ártico tengan consecuencias políticas para Obama a corto plazo. Las empresas petroleras se han vuelto más reacias a invertir las enormes cantidades de dinero que hacen falta para operar junto a la costa norte de Alaska, dados los bajos precios actuales y los decepcionantes resultados que llevaron a Shell a abandonar sus exploraciones en la región.
Traducido por: Jaime Sevilla
