Intermón Oxfam cree que los sucesos de Libia deben acelerar la firma del Tratado Global de Comercio de Armas
La ONG Intermón Oxfam considera que los acontecimientos revolucionarios ocurridos en Libia y en otros países del norte de África como Egipto y Túnez, puede ser “una oportunidad” para que se acelere la firma del Tratado de Comercio de Armas a nivel global.
En declaraciones a Europa Press, Francisco Yerma, encargado del programa “Armas bajo Control”, y miembro de Intermón Oxfam, ha asegurado que lo ocurrido en el Mediterráneo puede ayudar a “demostrar a la opinión pública y a todos los gobernantes” que este tratado “es necesario”.
En primer lugar, Yermo alude a que los países vendedores de armas ya no podrán acogerse al argumento de decir que “si nosotros no vendemos, van a vender otros”, puesto que este tratado “tendría carácter global”. Por otro lado, países como Egipto “que han cambiado de gobierno, y que antes eran escéptico ante este tratado”, ahora pueden tantear a los nuevos gobernantes para “ver qué posición se va a tomar”.
También el conflicto surgido en Libia ha puesto de manifiesto que “la legislación -sobre armas- funciona, aunque sea a posteriori”. España tiene una ley de armas desde el año 2007 que impide “la venta de armas a países que violen los derechos humanos y el derecho internacional”, por ello, el ejecutivo “ha revocado” la venta de armas a Libia, cuando comenzó ese conflicto. “Si una legislación funciona a nivel nacional y a nivel europeo, ahora lo que queremos es que exista a nivel global”, ha reflexionado este activista.
Se trata de “la primera vez” que España “aplica esa posibilidad” incluida en la Ley de Venta de Armas. “Esperemos que el gobierno siga aplicando la ley que prohíbe la venta de armas donde existen violaciones de derechos humanos”, ha dicho Yermo.
El Tratado de Comercio de Armas empezó “hace más de cinco años” y es ahora cuando está “en su recta final”, por lo que, desde Intermón Oxfam, se espera “que en 2012 todos los estados de Naciones Unidas secunden el texto”.
El punto principal de ese tratado es “el criterio de ventas” que prohíbe las relaciones comerciales con aquellos países donde haya “violaciones de derechos humanos”. Además sería “un tratado global” cuya aplicación será “vinculante” y que cubra “todo tipo de armamento”, y también “munición”.
Lo que ahora está en discusión es “toda la parte de sanciones” para aquellos países firmantes que no cumplan el tratado. Por eso, según Yermo, de lo que se trata es de que “no se quede en una carta de intenciones”, sino que sea un tratado “fuerte, robusto, jurídicamente vinculante y que tenga un panel de sanciones”, así como “poner en evidencia” a aquellos que no lo cumplen.
En cuanto a las relaciones con las empresas armamentísticas, Yermo ha asegurado que “mantienen reuniones” con la industria de defensa, y la sensación general es “que están de acuerdo con un tratado global de armas”. El año pasado España se situaba en sexta posición en el ranking mundial, por lo que, según Yermo, “es un gran exportador de material de defensa”.
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