La magia de la jota, la “melodía del pueblo” que llegó a los grandes compositores
La autora del libro 'La jota, aragonesa y cosmopolita. De San Petersburgo a Nueva York', Marta Vela, ha definido la “magia” de la jota en que “los grandes compositores tomaran una melodía del pueblo” y la encumbraran, llegando a salir en Bodas Reales, de Benito Pérez Galdós, y recorriendo el mundo.
La Dirección General de Patrimonio Cultural y distintas comunidades autónomas, a iniciativa de Aragón, trabajan en la declaración de la jota como Manifestación Representativa del Patrimonio Inmaterial a nivel nacional y, también, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
En este marco, Vela, en una entrevista a Europa Press, ha explicado cómo “la jota tiene algo que no tienen el resto de folclores” porque “fue apreciada por todos los compositores importantes del siglo XIX”.
Además, “viajó por todo el occidente: salió de Aragón y, luego, de San Petersburgo a Nueva York estuvo funcionando hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial”.
La también docente del área de música en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha sumado que es una danza “que da pie al lucimiento de cantantes, bailarines, músicos; tiene un ritmo trepidante; melodías muy sencillas, pegadizas, muy bien construidas musicalmente”.
Junto a esto, la jota “da pide a orquestaciones muy vistosas”; así que “tenía todos los ingredientes para que se fijaran en ella los compositores del siglo XIX”.
Así, “se enmarca en la cultura cosmopolita del siglo XIX de Europa”. “No sólo la jota, la música española estaba de moda, como los boleros, y era el propio público el que pedía más y más música”. De ellas, destacó siempre la jota.
“Todo partió”, ha relatado, “de los grandes compositores del siglo XIX, que tienen jotas aragonesas dentro de su repertorio”. Lo curioso es que “algunos habían viajado a España pero otros no y ninguno se había detenido en La Rioja, Aragón o Navarra”.
Esto, a Vela, le sugirió la pregunta de cómo conocieron las jotas; de dónde surge todo, y, en su investigación, encontró un manuscrito en la Biblioteca del CSIC de un compositor aragonés, Florencio Lahoz y Otal (Aragón, 1815 - Madrid, 1868).
Fue el compositor de uno de los temas de jota más conocidos, emigró a Madrid en 1840 y, aunque nunca salió de España, suscitó el interés de Pauline Viardot, en gira artística por España ese año, y que “difundió esa jota desde París a todo el mundo: Praga, Viena, San Petersburgo, Alemania, Londres, Moscú”.
El último descubrimiento hecho por Vela en las últimas semanas es que La Nueva Jota Aragonesa de Florencio Lahoz, que es la que se exporta por todo el mundo, salió en Bodas Reales, de Benito Pérez Galdós, que se escribió en 1900 pero se ambienta en 1846.
Galdós aprovecha para hacer un panorama artístico y musical de Madrid, citando las óperas famosas y, también, La Nueva Jota Aragonesa; algo de gran “relevancia”, ha resaltado esta investigadora.
Ahí es donde, ha resaltado, está la “magia” de la jota, una melodía del pueblo que fue encumbrada por los grandes compositores que la toman “de la plaza, de la fiesta”.
La de Florencio Lahoz es una “jota con variaciones para piano pero con una tonalidad de los instrumentos de pulso y púa”; un detalle “crucial”.
“La caracterización popular de estas melodías ha hecho que triunfen a nivel internacional y académico, porque estas melodías irán a la opera, el ballet...”, ha dicho.
Así, “muchas de las obras prestigiosas del siglo XIX están hechas con melodías de jota y, particularmente, de Florencio Lahoz”, ha resaltado.
APOYO A LA JOTA
La presidenta de La Rioja, Concha Andreu, no dudó en ponerse las castañuelas y defender la jota como parte de nuestro patrimonio, de nuestra cultura y nuestra identidad.
“La jota es parte de nuestro patrimonio, de nuestra cultura y nuestra identidad, sobre todo en fiestas como las de hoy por toda #LaRioja. Ahora queremos que sea también reconocida como Patrimonio Inmaterial Español por la @UNESCO_es. Para ello, #yoapoyolajota”
, manifestó en su Instagram.
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