Las imprecisiones condenan al Naturhouse
Amputado por los extremos, inconsistente en defensa y volátil en ataque. Con ese dibujo, el Naturhouse La Rioja no pudo sumar en su estreno en la EHF Velux Champions League. Cierto que el rival, el Chekhovskie Medvedi, continúa sin derrota en territorio ruso ante los equipos españoles, pero la sensación es que el cuadro franjivino, por despistes e irregularidad, dejó escapar una gran oportunidad para arrancar una victoria que buscó durante la primera mitad. No en vano, en esos 30 minutos iniciales mantuvo la compostura, demostró contar con un ataque fluido -Brams realizó la primera parada pasado el minuto 10-, con 5 goles y 2 postes en sus 7 primeras posesiones, en el que la primera línea combinaba para que Stenmalm y Malmagro asumieran la responsabilidad. En defensa, había tensión, no se caía en el engaño del conjunto ruso y eso que se llegaron a desperdiciar hasta tres ventajas con dos goles a favor (0-2, 2-4 y 11-13).
Sin embargo, el comienzo de la segunda parte ya atisbó malos síntomas. El intercambio de goles favoreció a los hombres de Vladimir Maksimov que se aprovecharon del bloqueo ofensivo de los riojanos del minuto 24 al 32 (parcial de 3-0). Un agujeron negro que se acrecentaría minutos después con otro lapsus de imprecisiones, nervios y fallos estrepitosos que prácticamente dejaban la victoria para los locales gracias a un parcial de 4-0 del minuto 41 al 49; alarmante 25-21.
Curioso que con todo en contra, el Naturhouse se escudara en un par de acciones de Kappelin, en la intensidad de Molina -y su pegada en ataque- y en el acierto de Malmagro desde los 7 metros para empatar a 26 con 95 segundos por jugarse. Pero la exclusión de Val, el tanto de Kirill Kotov y una embarullada jugada en la que los árbitros húngaros no quisieron saber nada deja a los de Jota González con cara de tontos.
Extremos casi inéditos
Una de las virtudes del Naturhouse, su capacidad realizadora desde los extremos fue una rémora. Aciagos Pedro Fernández y Ángel Fernández, marcó un gol en contragolpe, sólo Miguel Sánchez anotó desde el costado en su único lanzamiento, mientras que Rocas, tampoco estuvo fino en el tiro, marco un tanto y fue tras recoger un rechace. Limitado el cuadro franjivino por las alas, se mantuvo gracias al puntual acierto de Kappelin, a la defensa agresiva -por momentos-, al carácter de Molina y los goles de Malmagro. Con Vigo conectado durante 30 minutos, acusó el desgaste del paso de los minutos.
Pese a todo ello, el Naturhouse salió enchufado, consciente de lo que había en juego, de la importancia de poder romper su gafe a domicilio en Europa. Ataque combinativo, con pases veloces y buenos movimientos para provocar fracturas en la defensa de un combinado ruso que mostró argumentos individuales de calidad. El equilibrio fue constantes en una primera mitad en la que los visitantes parecían estar un paso por delante que su rival, donde Grams mantenía vivos a los suyos con sus intervenciones. El 13-13 sólo vio una ligera ventaja rusa, 7-6. Buenas noticias.
Sin embargo, en el segundo acto entró en escena Kuretkov -5 dianas en los 30 minutos finales- para suplir a Kovalev, especialista desde los 7 metros que marró dos penas máximas. La irrupción del joven zurdo fue un oasis para un conjunto ruso que encontró el camino libre para superar a Kappelin con continuidad. A ello contribuyó un activo Kotov, autor de 6 goles, así como algún destello de Shelestyukov o Andreev. Suficiente para mermar a un Naturhouse espeso en ataque, nervioso, desesperado en los extremos ante la falta de gol, inconsistente en la circulación con un Stenmalm errático, todo lo contrario a lo que había hecho en el primer tiuempo (4 goles más el primer tanto de la segunda parte).
Con este panorama era entendible que el Chekhovskie se escapara: 19-17, 20-19, 24-19. Con Jota González desesperado gastando tiempos muertos y todo casi perdido vino la reacción para empatar a 26, obra de Malmagro, a poco más de minuto y medio para la conclusión. El ataque de los locales fue largo, tanto que llegó la exclusión de Val y una posesión en busca de la mejor opción. Esa fue Kirill Kotov que superaba a Kappelin con apenas 20 segundos por delante. Había que correr, se buscó el empate, pero no hubo tiro porque hubo golpe franco a 9 segundos del final. Fintas, amagos... y el balón en manos de la zaga rusa con varios jugadores franjivinos por los suelos.
Chekhovskie Medvedi: Grams (p), Santalov, Kovalev (5, 3p), Chernoivanov (1), Alexander Kotov (6), Ostashchenko y Shelestyukov (2), siete inicial, Pavlenko (ps), Kirill Kotov (3), Andreev (3), Kuretkov (5, 1p), Skopintsev (1), Tsarapkin (1), Izmailov y Furtsev.
Naturhouse La Rioja: Kappelin (p), Vigo, Malmagro (8, 4p), Stenmalm (5), Javi García, Pedro Rodríguez y Ángel Fernández (1), siete inicial, Miguel Sánchez (1), Val (2), Garabaya (1), Molina (7), Rocas (1) y Aginagalde (ps).
Parciales: 2-2, 5-5, 8-7, 9-10, 11-11, 13-13 (descanso); 16-15, 20-18, 22-19, 24-20, 25-24 y 27-26 (final).
Árbitros: Csaba Dobrovits y Darko Repensek (Hungría). Excluyeron a los locales Shelestyukov (min. 13), Kirill Kotov (min. 21), Chernoivanov (min. 38), Alexander Kotov (min. 41) y Andreev (min. 54; y a los visitantes Ángel Fernández (min. 19) y Val (min. 59).
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