Las notas más altas de la PAU en La Rioja son estudiantes de la pública: “La exigencia y el inconformismo han sacado lo mejor de nosotros”

Adiós nervios. Después de dos semanas desde los exámenes de la PAU, los estudiantes han podido conocer los notas y calcular si podrán acceder al grado universitario que les gusta. El 97,57% de los estudiantes que se presentraron han aprobado y la nota media ha sido de un 7,403.

Entre los casi 1.600 estudiantes que este año se han presentado en La Rioja, hay dos que han destacado. Son Alberto Espiga Rodríguez e Iván Sagasti Montalvo, las notas más altas de este año. El primero ha obtenido la nota más alta en la prueba, teniendo en cuenta la media de Bachillerato y del examen, un 9,88 (Fase Obligatoria: 9,70 / Media Bachiller: 10) y el segundo ha sacado la nota más alta de la fase obligatoria, un 9,788, que junto a su media de Bachiller (9,94) obtiene un 9,879 en la PAU.

Iván Sagasti reconoce que sabía que le había salido bien, pero que no se esperaba una nota tal alta. “Salí contento, menos de Filosofía, pero también ha salido bien finalmente”, dice unos minutos después de recibir la noticia. No hay muchos trucos más alla de la constancia y el estudio a lo largo de todo el curso, para lo que Iván preparaba sus propios resúmenes: “Lo mejor es llevarlo bien durante Bachillerato y luego casi no hay que estudiar”.

Vivió la cuenta atrás para los exámenes tranquilo en la primera semana y asegura que “algo más alterado” cuando se acercaba la fecha. La presión la ponía su intención de estudiar Veterinaria en la Universidad de Zaragoza, para la que la nota es alta, aunque no tanta como la que ha conseguido, un 13,549 si se suman las materias de subir nota.

Tanto Iván Sagasti, que ha estudiado en el IES Duques de Nájera, como Alberto Espiga, del IES Hermanos D'Elhuyar son estudiantes de institutos públicos. Sagasti cree que esto ha sido determinante para su buen resultado: “Los profesores son funcionarios que saben cómo funciona el examen de la PAU y son más exigentes”. Coincide Alberto Espiga en destacar “esa exigencia y ese inconformismo para sacar lo mejor” del alumnado: “Sin este componente no lo hubiera conseguido”. “El mérito de mi nota está también en mi entorno, mi familia, mis amigos y por supuesto, también mis profesores, que se han esforzado en enseñarnos de la mejor manera y aportar también a nuestro crecimiento personal”, agradece.

Alberto Espiga Gutiérrez ha sacado, sumando la fase voluntaria con las materias de Física y Matemáticas, un 13,85. Con esa nota, las puertas de todas los grados universitarios están abiertas y, de hecho, este estudiante aún no lo tiene claro y opta entre el doble grados de Física e Ingeniería Electrónica en la Universidad del País Vasco o el doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática en la Universidad de La Rioja.

A pesar de las altas notas de corte de estos estudios y de “que siempre hay presión”, subraya Alberto Espiga, terminó los exámenes con buenas sensaciones. “Aunque ser la nota más alta no se lo espera nadie”, apunta unas horas después de conocer sus notas. Su éxito ha sido también el resultado de todo un año de trabajo: “Son exámenes con mucho temario. No es realista querer prepararlo en los últimos meses”. Por ello, la preparación de la PAU la ha desarrollado en la biblioteca, “organizando y refrescando” lo que ya sabía.

Con el objetivo conseguido, ambos estudiantes ya están pensando en su verano. Iván Sagasti lo va a celebrar “de fiesta” con amigos y pasará el verano en su pueblo, Arrúbal. Por su parte, Alberto Espiga tiene previsto asistir a un festival y viajar a Salou con amigos, además de viajar con su familia y hacer deporte. Prevén pasar los meses de verano para celebrar y descansar después de años de esfuerzo y antes de empezar su etapa universitaria.