Sospecha clínica de ictus y guía de actuación
Si transcurren menos de 4.5 horas de evolución desde el inicio de los síntomas y no hay enfermedades graves, demencia incapacitante o enfermedad con corta esperanza de vida, se activa el código ictus. Si se confirman las anteriores condiciones, el médico de la Unidad Móvil de Emergencias activará el “Código Ictus” que engloba varias actuaciones hasta que el paciente se encuentre recuperándose en la Planta de Neurología.
Ya durante el trayecto de la UME al Hospital San Pedro comienza el tratamiento inicial prehospitalario con el contacto entre el médico regulador del 061 con el Servicio de Urgencias del Hospital y el neurólogo responsable a través de un teléfono específico (operativo las 24 horas del día), información al paciente y familia de la posibilidad del tratamiento trombolítico.
La llegada al Servicio de Urgencias Hospitalarias de un paciente con problemas neurológicos, de inicio brusco, y de posible origen vascular, condiciona actitudes urgentes para completar el diagnóstico e iniciar el tratamiento lo más precozmente posible. Sobre este tipo de paciente es sobre el que se establece el Código Ictus, con una serie de pruebas y determinaciones en una intervención coordinada y urgente de profesionales de varios servicios.
LA GUÍA
Los servicios implicados en el Código Ictus han elaborado una guía de actuación para el abordaje multidisciplinario del tratamiento del ictus isquémico agudo en las 4.5 primeras horas de evolución mediante tratamiento trombolítico.
De esta forma en la guía de actuación queda reflejada la coordinación de acciones de los Servicios de Emergencias Extrahospitalarias y de Urgencias Hospitalario, de Atención Primaria, así como de las secciones de Neurología, la Unidad de Medicina Intensiva, Unidad de Neurorradiología y Servicio de Farmacia para identificar a los pacientes subsidiarios de tratamiento fibrinolítico y administrarlo de la manera más efectiva posible dentro de los tiempos adecuados.
En el documento se ofrecen recomendaciones explícitas a los profesionales sobre cuál es la mejor atención a los pacientes con ictus, basadas en la evidencia científica disponible actualmente y las recomendaciones de buena práctica basadas en la experiencia clínica, que abarquen y cubran todo el proceso de la enfermedad.
Además se convierte en una herramienta de referencia científica para ayudar a definir cuáles son los cambios necesarios en la atención a los pacientes con ictus en La Rioja, bajo una visión más integral de la atención a la enfermedad.
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