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Los centros de mayores reabren en Madrid tras 15 meses cerrados: “Es como una terapia. Lo hemos echado mucho de menos”

Un grupo de ancianos juega a las cartas en un centro de mayores en Madrid

Andrea Atanes

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A sus 79 años, Mercedes Sánchez estuvo nueve días ingresada en el hospital de Alcalá de Henares con COVID-19. Fue al inicio de la pandemia. Tras una larga recuperación, empezó a salir a andar, ya que “las clases de gimnasia” a las que acudía en el centro de día al lado de su casa estaban suspendidas. Unos meses después, por iniciativa propia de su instructora, cada lunes recibía a través de Whatsapp un vídeo para ejercitarse por su cuenta. Una manera de ayudar a los mayores a activar el cuerpo (y también la mente) durante los tediosos meses de confinamiento; más aún en esta primavera, cuando todos empezábamos a relacionarnos, pero ellos todavía sentían miedo.

Los centros de mayores fueron los primeros en cerrar –la orden se dio de urgencia una semana antes de decretarse el estado de alarma– y también los últimos en abrir, pese a que los usuarios por edad están vacunados desde hace tiempo. A algunos les pueden las ganas de recuperar sus citas con el deporte y la pintura, acudir “a ordenadores” o incluso a la partida después de comer; a otros los temores siguen asomándoles. Catalunya, Andalucía, Cantabria, Baleares y Galicia tomaron la avanzadilla en España; ahora se une Madrid tras la protesta de grupos de mayores, organizados en sentadas, que demandaban que ya era hora de reiniciar el servicio para empezar a reconstruir su rutina.

“La profesora hace cosa de dos meses empezó a dar clases en el parque, al aire libre. Muchas se apuntaron, pero yo no, lo hago en casa cuando me apetece”, explica Mercedes. Ella asistía al Centro Municipal de Mayores 'Los Pinos' de Alcalá. “Ahora las da en el jardín, martes y jueves por la mañana. Pero dentro todavía no hay nadie. Es que ahora no van a dar actividades nuevas, no hasta que empiece el nuevo curso”, aclara, ya que muchos de los socios suelen aprovechar el verano para volver a sus pueblos natales y escapar del calor de la capital.

“La gente tiene miedo aún. Nosotras éramos por lo menos 35 solo en este centro, pero ahora… Antes se juntaban muchos aquí, a jugar a las cartas o a leer a la biblioteca”, comenta la socia, profundizando en que el golpe de la pandemia ha sido duro para ellos. “Había mucha actividad, pero en este barrio el virus nos ha castigado mucho. Incluso falleció el presidente por COVID en marzo”. De hecho, estima que, aun teniendo orden de abrir, no cree que vayan a tener demasiada actividad por el momento: “Mis compañeras opinan lo mismo, hasta que esto no se vea con más claridad, no van a venir. Solo nos estamos apuntando para la próxima temporada”. Eso sí, admite haber echado en falta el centro. “No es lo mismo, al ir hablas con gente, echas el rato que estás ahí, te obliga más a hacerlo”.

Julio también se ha acercado a las instalaciones, deseoso de jugar a las cartas y tomar algo. Cuál ha sido su sorpresa cuando ha visto la valla echada. “He estado esta mañana en el centro del parque del Ángel y también estaba cerrado. Había un par de mujeres haciendo gimnasia y cuando he ido a pasar, no he podido” se quejaba. “Lo he echado de menos, entre otras cosas, porque en cualquier otro sitio te vale más el café y al final te ahorras igual dos euros al día. Claro, a los pensionistas no nos sobra”, argumentaba a las puertas del centro. “Yo venía a eso de las once o después de comer, echaba una partidilla, unos días ganas el café y otros lo pierdes. Poder hablar con gente… Pero no se cuándo abrirán” dice, un poco desesperanzado mientras empieza a deshacer sus pasos de vuelta a casa, con la barra de pan en la bolsa.

Pese a la reapertura ordenada por la Comunidad de Madrid, no todos los centros están operativos por el momento. Sí lo han hecho los que dependen de titularidad autonómica desde el lunes 21 de junio. No obstante, el Ayuntamiento mantiene cerrados los 90 que gestiona directamente. Según una portavoz del consistorio, son los distritos los que deben abrir cada centro una vez adaptado al protocolo que ha enviado el área de Familias, Igualdad y Bienestar Social. Ahora solo están disponibles “para servicios individuales de podología, peluquería, terapia ocupacional y psicológica”, precisan desde el Ayuntamiento.

Nuevas sentadas de mayores

La Comisión de Usuarios de Centros de Mayores, creada para exigir la reapertura de estas instalaciones, denuncian la inoperatividad de los centros municipales de la capital. El jueves 24 se realizarán sentadas a modo de protesta a las puertas de varios de ellos.

“A mí me gusta venir porque te juntas con la gente y es como una terapia. Lo he extrañado durante el confinamiento”, cuenta Petra Casasola, en la entrada de un centro de día de Getafe. Como en Alcalá, ofrecían clases en el parque frente al edificio, pero ella no asistió a causa de una operación. “También voy a otras actividades en otro centro de por aquí, como 'activa tu vida' o 'activa tu mente'”, señala, añadiendo entre risas que no solo es asistente, sino que colabora como voluntaria desde hace mucho. “Llevo al menos 20 años aquí”.

Se une a la conversación Manuel, quien admite que necesita bastante del centro, no solo por entretenimiento. “Venimos muchas veces a comer, cuando podemos. Nos vamos apañando. Somos mayores y no podemos estar mucho tiempo de pie, en la cocina, haciéndonos cargo”, indica. Se acercan allí para recuperar sus círculos y volver poco a poco pero decididos a disfrutar de un espacio que tan hostil fue durante prácticamente año y medio.

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