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Sanidad pone a Madrid en el “centro de la diana” del coronavirus con un tercio de todos los casos que se diagnostican en España

Dispositivo para la realización de pruebas PCR de coronavirus a vecinos de Alcobendas de entre 15 y 49 años, a 21 de agosto de 2020.

Sofía Pérez Mendoza / Fátima Caballero

21 de agosto de 2020 21:21 h

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La Comunidad de Madrid, la zona cero de la epidemia en primavera, vuelve a ser un territorio crítico en la expansión del virus en el inicio de esta segunda ola epidémica. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya recomienda evitar “viajes innecesarios” a los madrileños e insta a no salir de casa a los vecinos que viven en los distritos con más incidencia (Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas…), y el Ministerio de Sanidad pone la mirada en la región, igual que en semanas anteriores lo hizo con Catalunya, Aragón o Euskadi. “Afortunadamente no está pasando en todas a la vez, lo que nos permite actuar buscando dianas. Y ahora Madrid es el centro de esa diana”, aseguró el jueves el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. 

¿Por qué Madrid es de nuevo el epicentro? La comunidad autónoma más golpeada por el virus en la primera ola –con 9.332 muertos hasta la fecha– concentra casi un tercio de “todo lo que se está diagnosticando a nivel nacional”, resumió Simón. Sanidad ha notificado en la última jornada 3.650 casos, de los que 1.199 pertenecen a la Comunidad de Madrid. Las hospitalizaciones semanales se han triplicado desde principios de agosto. En la primera semana, hasta el día 6, se notificaron 105 ingresos mientras en el mismo periodo, del 14 al 20 del mismo mes, la cifra ha crecido hasta los 364. Este viernes había 1.297 camas ocupadas con pacientes con COVID-19, según el último informe del Ministerio de Sanidad. Casi el 10% de los puestos disponibles en todos los centros sanitarios de la región, de acuerdo a la nueva tabla publicada por el Ministerio. Las UCI ya cuentan con más de 130 ingresos por coronavirus. 

Los fallecidos han representado igualmente una curva ascendente. Las muertes crecen más rápido que hace unas semanas. La Comunidad de Madrid notificó cinco fallecidos en la semana previa al 6 de agosto; 23 en los siete días anteriores al 14 y 37 en esta última semana (hasta el 20 de agosto). Una multiplicación por seis de las muertes en la serie. La región ha notificado 12 fallecimientos solo este viernes. En la calle también hay síntomas de alerta. El gigante Apple ha anunciado que a partir del lunes cierra todos sus establecimientos en la Comunidad. 

Si bien las cifras de muertes están lejos de las terribles escaladas de la primera ola, y también el porcentaje de ocupación de las camas (en torno al 60% eran COVID-19 y ahora apenas un 5%), los números preocupan a las administraciones y a los expertos. Los sanitarios que trabajan en hospitales advierten un goteo más numeroso de pacientes con coronavirus, aunque aseguran que, de momento, la situación está “controlada”. Madrid, dicen los epidemiólogos, es un “polvorín” para el virus por la mezcla de concentración de población y movilidad.  

“Tenemos camas suficientes, el incremento ha sido más progresivo y el perfil de contagiado es diferente. Los positivos tienen menos edad y pronósticos mejores”, resume Julián Ordóñez, responsable de Sanidad del sindicato UGT. El 61% de los diagnósticos tiene entre 15 y 49 años, con especial incidencia en los jóvenes menores de 30. Pilar Serrano, secretaria de la Asociación Madrileña de Salud Pública y Epidemiología destaca que, por este motivo, entre los hospitalizados se dan “altas tempranas”, es decir, permanecen en el hospital menos tiempo porque son cuadros más benignos. 

“Los que ingresan son poco graves y muchos en plena pandemia no habrían sido hospitalizados. Ahora hay camas. Pero nadie pensó que en agosto iba a haber este volumen”, indica una médica del hospital de Fuenlabrada, el segundo municipio con la tasa de contagios más alta de Madrid, que anticipa que cuando “vengan las gripes puede ser un caos total”. 


Así evoluciona la epidemia en la Comunidad de Madrid

Evolución de los casos, las muertes, los hospitalizados y los ingresados en UCI acumulados durante los últimos 7 días

Fuente: Ministerio de Sanidad


Sin embargo, la Consejería de Sanidad ya da indicios de que las cosas se pueden complicar con las medidas tomadas en tres hospitales. El Doce de Octubre, que tiene asignada la población de los distritos del sur con menos renta per capita, concentra las restricciones más drásticas: se han suspendido las cirugías programadas, las intervenciones que no requieren de ingreso (cirugía mayor ambulatoria) y las consultas externas. El registro diario de hospitalizaciones que llevan a cabo desde el inicio de la epidemia de manera no oficial los sanitarios de los centros madrileños revelan un aumento de ingresos de 71 a 144 en siete días (del 11 al 18 de agosto). La cifra supera por mucho al siguiente hospital con más ingresados, el Gregorio Marañón, con 87. 

El hospital universitario de Móstoles –el antiguo– está a la cabeza de hospitalizaciones entre los centros de mediano tamaño con 40 ingresados a fecha de 18 de agosto, según los mismos datos. Aquí también se han interrumpido, por orden de la Comunidad de Madrid, las cirugías y las consultas del dolor, de los estudios de sueño y la fibrobroncoscopia, según explican fuentes de la Consejería de Sanidad, que precisan que el Gregorio Marañón ha cerrado los quirófanos por la tarde (actividad extraordinaria). El hospital de Getafe no ha anulado citas con especialista u operaciones pero ha establecido más restricciones en las visitas y prohíbe el acompañamiento excepto en el caso de menores, mujeres embarazadas, personas dependientes o con discapacidad y pacientes en situación excepcional “por gravedad o fallecimiento” desde el 13 de agosto. 

Los epidemiólogos avisan de que, aunque todos los datos cuentan, el aumento de contagios es “lógico” y también “síntoma de la detección precoz”. “Aunque Madrid se ha incorporado un poco tarde a los procesos, el rastreo está mejorando y salen más contagios. Si bien todavía deberían aumentar al doble el número de profesionales dedicados a esta tarea”, sostiene Serrano. 

La Comunidad de Madrid ha aumentado a trompicones la plantilla de controladores de la epidemia recurriendo, meses después de prometer al Ministerio los suficientes para pasar de fase en la desescalada, a voluntarios, a la privatización y a personal de ayuntamientos. “La situación es distinta. Antes la búsqueda no era activa y solo conocíamos a las personas que acudían al sistema por síntomas”, continúa. Era lo que llama “la punta del iceberg” y “la más grave”. 

La experta coincide con Ordóñez en que en Madrid el sistema hospitalario no está en “precolapso”, pero sí la Atención Primaria, que multiplica las consultas porque, dicen los médicos, “la COVID-19 se puede parecer a casi todo” y ellos continúan viendo cada vez más casos con plantillas mermadas por el periodo estival y sin refuerzos. “Es algo que seguimos sin entender. Los centros de salud están al límite y son el dique de contención”, señala el responsable de UGT. Los principales sindicatos sanitarios emitieron un informe esta semana alertando de que la Atención Primaria en Madrid está a punto del desborde. 

Los zonas más afectadas

La escalada de contagios en verano ha puesto sobre la mesa, de una forma mucho más clara que en la primera ola, los llamados “determinantes sociales de la salud”. Los datos revelan una incidencia mayor de la enfermedad en distritos y municipios con habitantes de perfil socioeconómico más bajo. Es en estas zonas donde la Consejería de Sanidad ha empezado a hacer test aleatorios para detectar asintomáticos. “Señalar a los habitantes por indisciplinados es una lectura equivocada y culpabilizadora. Que esto iba a pasar en barrios deprimidos era una muerte anunciada porque tienen más presión en sus contextos de trabajo, muchos se dedican a actividades esenciales que obligan al presencialismo y cuentan menos opciones –por recursos y tareas– de trabajar en casa”, analiza Serrano. 

En datos, la realidad social se traduce como sigue: Usera, Carabanchel y Puente de Vallecas –este último distrito, el más pobre de Madrid con 17.429 euros de renta media en 2017 frente a los 20.086 de media en la capital– concentran por este orden el mayor número de contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, por encima también de cualquier municipio de la Comunidad de Madrid. Alcobendas rompe la baraja porque, aunque es una localidad rica, tiene la mayor incidencia acumulada de los pueblos de la región. 

Restricciones a la movilidad

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, trataba de ser optimista este viernes pese los datos ascendentes en número de contagios e ingresos en la región: “Lo que realmente nos ha medido siempre en esta pandemia ha sido la presión asistencial”, decía en una entrevista en Telemadrid, a la vez que señalaba que en Urgencias la situación está “bastante controlada”, mientras que en camas de hospitalización y camas de UCI la tendencia es de “un crecimiento que va bajando en porcentaje día tras día”, lo que ha calificado de “buena noticia”.

Más pesimista se mostraba el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero. A su recomendación de “evitar viajes innecesarios” y permanecer en casa en los municipios más afectados, Zapatero añadía que la región estudia nuevas restricciones a la movilidad y a “actividades sociales” como la restauración.

Zapatero, no obstante, reconocía las dificultades para poner en marcha estas medidas después de que la Justicia haya suspendido cautelarmente la orden que había entrado en vigor este jueves y que prohibía fumar en los espacios abiertos si no se podía mantener distancia de seguridad, el cese de actividad hostelera a la 1.00 de la madrugada o restricciones en las visitas en las residencias de ancianos. “Tenemos en la cabeza medidas para tomar, pero ahora mismo tenemos esta dificultad jurídica”, afirmó el viceconsejero madrileño, que aún desconoce cómo se pueden “establecer más medidas con respaldo legal”. 

El magistrado del Juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 DE Madrid, Alfonso Villagómez Cebrián, ha considerado inviable “convalidar” las medidas al referirse a una orden del Ministerio de Sanidad que no se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado. Desde el ministerio de Salvador Illa aclaran que no se publicará ninguna normativa en el BOE porque lo que se aprobó es una instrucción de cara a los Gobiernos autonómicos y no a la población general. Son estos, explican, los que tienen que redactar las normas que entran dentro de sus competencias.  

En el auto, el juez también pone de manifiesto las dificultades de implantar medidas restrictivas sin estado de alarma. A su juicio, haría falta esta declaración para que una comunidad autónoma pudiera “hacer un uso intensivo de medidas jurídicas de limitación de los derechos fundamentales y libertades públicas”.

“De esta manera se podría limitar en el territorio de la Comunidad de Madrid la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos”, sostiene el magistrado, que insiste en que nuestro ordenamiento jurídico tiene instrumentos legales para luchar eficazmente contra el coronavirus —como es el caso del estado de alarma— y que “solo hace falta ponerlos en marcha”. 

Precisamente, durante los meses en los que estuvo en vigor el estado de emergencia, fue el PP, que gobierna en Madrid, quien puso más pegas a su prórroga, incluso llegando a votar en contra. Ahora que empieza a asomar la cara más cruda de una segunda ola en la región, es el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que se opuso al mando único –pese a que conservaba todas las competencias sobre Sanidad y Servicios Sociales– quien pide de nuevo una actuación conjunta encabezada por el Ejecutivo central de Pedro Sánchez. 

Las próximas dos semanas serán “definitivas”

En la situación actual, los especialistas en Salud Pública pronostican que las dos próximas semanas serán “definitivas”. Pilar Serrano, profesora de Epidemiología en la Universidad Autónoma de Madrid, da por hecho que “tendremos que transitar hacia medidas más restrictivas en la movilidad y las reuniones”, pero descarta “volver a escenarios de confinamiento, previos a la desescalada”. “La ciudadanía va a tener que prepararse para un retroceso por zonas”, recomienda Serrano, que considera que la “participación comunitaria”, es decir, convencer a las personas de que sean responsables y hacerlas parte y solución del problema, es vital en este punto de la epidemia. 

Las próximas dos semanas decisivas coincidirán con la vuelta a las aulas. Los principales sindicatos ya han anunciado una huelga para los primeros días del regreso a las clases ante lo que consideran “la inacción” del Gobierno de Madrid para garantizar la seguridad de la comunidad educativa. Reclaman unas medidas que llegan “tarde” para un virus que va “muy rápido”. “Si se mantiene esta situación con la vuelta a los colegios, se va a producir una propagación incesante”, advierten los expertos.

Datos y gráficos de Ana Ordaz y Victoria Olivères.

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