Cancelación “sin previo aviso” de la Naturaleza Encendida en el Botánico: “Nos han chafado las vacaciones”
Los asistentes al espectáculo Origen de Naturaleza Encendida, celebrado en el Real Jardín Botánico de Madrid, se encontraron con una desagradable sorpresa el pasado viernes 9 de diciembre: el festival de luces nunca llegó a iluminarse porque el evento fue cancelado repentinamente. Una suspensión “por causas meteorológicas”, según han compartido en redes algunos afectados visiblemente indignados, así como la propia organización con una escueta publicación en una story de Instagram, además de en declaraciones a Somos Madrid.
A la cuestión “¿qué pasa si llueve?”, en la web del evento responden de esta manera desde la sección de preguntas frecuentes: “El Real Jardín Botánico permanece abierto y Naturaleza Encendida se celebra con toda normalidad bajo la lluvia. Sólo se procederá a la cancelación de la actividad en caso de alerta meteorológica y/o si peligrara la seguridad de los visitantes, en cuyo caso enviaríamos un e-mail avisando con antelación”. El pasado fin de semana, sin embargo, no se produjo ninguna alerta meteorológica en Madrid. Desde la empresa responsable, Let's Go Company, reconocen este error y afirman estar ya trabajando en modificar lo que aparece en el portal.
Más allá de una ausencia de alerta climática, el viernes 9 de diciembre a la hora del espectáculo (entre las 18.00 y las 23.00) la cantidad de agua registrada en el distrito de Retiro era inferior a 1mm (menos de un litro de agua por metro cuadrado), aunque las precipitaciones fueron más intensas durante la mañana anterior.
En Let's Go Company aducen que el problema no es tanto la lluvia como que “los pasos se vuelven impracticables”, ya que al tratarse de un suelo natural “no drena los suficiente, se llena de barro y se puede mezclar electricidad con agua”. Por esta razón, dicen, no suspenden nada más darse las precipitaciones, sino más bien cuando comprueban que el espacio “no es seguro”. Adelantan que el show no se celebrará este martes, como ya han comunicado a los asistentes, y que el resto de jornadas se irá haciendo una evaluación diaria.
La justificación no convence a muchos usuarios indignados con los protocolos de información y comunicación que siguió la compañía. Los más afortunados, quienes acudían al espectáculo a última hora, fueron avisados vía mail con poco más de una hora de margen a través de un correo que según cuentan llegó a las 21.00 a todos los asistentes. Unos pocos pudieron verlo en las stories de Instagram de Naturaleza Encendida, único canal oficial que difundió la cancelación. El resto no recibió noticia alguna hasta después de llegar al recinto, por lo que muchas familias se desplazaron al centro en balde.
Sara relata su caso a Somos Madrid, especialmente llamativo ya que una amiga llegó a llamar a Naturaleza Encendida esa misma mañana por si el evento se cancelaba a raíz de la lluvia. Le contestaron que no, que el día anterior no pudo celebrarse, pero fue a causa de las fuertes rachas de viento. Esta vez no habría problema, aseguraron. “Encima por la tarde ya no llovía, así que cuando llegamos y nos encontramos todo apagado y un montón de gente apegotonada en la puerta imagínate nuestra reacción. La taquilla también estaba cerrada”, añade.
Desde Let's Go Company reiteran que en la mañana no podían confirmar cancelación alguna hasta comprobar el terreno. Aseguran que un email automático se envió (no concretan a qué hora) a todo el mundo “pero otra cosa es que no lo miraran hasta después del espectáculo o que haya quien se ha dado de baja de nuestra lista de distribución”. Asimismo, desmienten que no hubiese nadie aquella tarde para atender a los afectados: “Se encontraba todo el equipo y había gente informando, aunque a lo mejor justo a las 18.00 estábamos tomando la decisión de cerrar. No niego que hubiese algo de confusión en las primeras horas, pero se ha informado y se ha ofrecido reubicar a todas las personas”.
El aviso de anulación les llegó a las 21.00, sostiene sin embargo Sara. En ese mismo mail anunciaban que les enviarían otro sobre la compensación, que por fin han recibido. “Van a ampliar fechas del 16 al 23 de enero y nos reasignarían una cita ahí, cuando ya se han acabado las Navidades. También dan la posibilidad de devolver el dinero escribiendo a otra dirección de correo. Pero en los dos casos las gestiones las tenemos que hacer los propios afectados”, se queja Sara. “Nos han chafado las vacaciones. Han suspendido sin previo aviso. Decenas de familias consolando a los niños”, protestaba también una usuaria a través de Twitter.
Pese a las nuevas fechas, las posibilidades de reembolso y las explicaciones de la organización, la confianza del público que no pudo disfrutar de Naturaleza Encendida está bajo mínimos. “Una vergüenza que seáis incapaces de avisar de la cancelación de Naturaleza Encendida!!! Espero que compenséis al menos los gastos de desplazamiento”, exigía un usuario en redes sociales. “A mi me llegó un email menos de una hora antes pero claro lo vi cuando llegamos y nos encontramos que habían cancelado. Ahora a esperar a que devuelvan el dinero”, comenta otro afectado.
Críticas por contaminación lumínica y sonora
Naturaleza Encendida es un festival lumínico organizado por Let's Go Company, empresa detrás de la mayoría de espectáculos en el Espacio Ibercaja Delicias o de la exposición Tim Burton. El Laberinto. Propone un recorrido nocturno por las instalaciones del Botánico, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIS). Un show de luce y sonidos durante los meses de noviembre, diciembre y parte de enero que Ecologistas en Acción ha criticado duramente: “Las molestias y daños significativos a la fauna y flora son inevitables cuando se trata de una instalación de cientos de metros de cableado, un elevado número de luces en los árboles, y una masificación del recinto”.
En ese mismo comunicado la organización ecologista explicaba que la empresa promotora de la Naturaleza Encendida lo anuncia como “Evento Sostenible Alineado con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)”, pese a que se trata de un espectáculo de luces “innecesario y ecológicamente inaceptable”. El gasto energético que genera “no puede ser calificado como sostenible, especialmente en un contexto de emergencia climática y donde los alumbrados navideños empiezan a ser cuestionados cada vez más socialmente”.
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