Adicción o dependencia al alcohol: ¿cómo afecta su abuso a la pareja?
El consumo de alcohol es una conducta muy normalizada a nivel social, forma parte de diversos eventos, culturalmente está relacionado con encuentros con personas queridas, con momentos de celebración, con épocas festivas, etc.
Sin embargo, cuando el consumo de alcohol deja de ser algo puntual a convertirse en un problema, y pasa esa barrera de “normalidad” afecta a todas las personas que están cerca del adicto, siendo la pareja una de las personas más afectadas, teniendo en muchos casos que recurrir a un centro de tratamiento del alcoholismo.
No todas las personas son adictas, es decir, el hecho de beber alcohol no hace a una persona adicta. Para desarrollar una adicción la persona tiene que contar con una predisposición genética así como con otros factores como factores ambientales, aspectos de la personalidad, factores emocionales, factores del entorno, etc. La adicción es una enfermedad, que altera el funcionamiento y la estructura del cerebro y hace que la persona no pueda parar de beber a pesar de las consecuencias negativas.
A pesar de ello, el alcohol es una sustancia que altera por sí misma el funcionamiento del cerebro, y por ello, si una persona mantiene un patrón habitual de consumo, generará una dependencia, o lo que es lo mismo, una habituación química del cerebro. Para más información sobre esta diferencia pinchar aquí.
En cualquier caso, indudablemente la persona adicta o dependiente genera daño en las personas que están en su entorno.
Daños del consumo problemático de alcohol a la pareja
Uno de los síntomas de la adicción al alcohol es la negación del problema, y esto supone una dificultad añadida tanto para que el adicto abandone el consumo como para que la pareja pueda ayudar al adicto.
Otro aspecto que deteriora la relación de pareja es el autoengaño que mantiene el adicto sobre su consumo. Habitualmente, el adicto considera que lo va a dejar mediante su fuerza de voluntad y que ésta será su última vez, sin embargo esto no es real, y la pareja suele sentirse engañada y manipulada una y otra vez. Como se ha dicho anteriormente este engaño no resulta intencionado pues el adicto al alcohol se engaña a sí mismo, no resulta una tarea sencilla aceptar que la fuerza de voluntad no es suficiente y que es necesario recibir ayudar para hacerlo.
La parte de la pareja no adicta no entiende el comportamiento del adicto, que le daña constantemente, aunque el consumo no sea frecuente (cíclico). Del mismo modo, comenzará a vivir la vida del adicto para evitar que vuelva a consumir alcohol, aunque lo habitual es que experimente una gran frustración debido a que a pesar del control que intentará ejercer sobre el adicto no podrá detener un nuevo consumo.
Además de todo lo anterior, la pareja de una persona adicta al alcohol sentirá vergüenza ante el descontrol del adicto, se hará responsable de sus obligaciones para que nadie se de cuenta, lo cual hará que sienta aún más dolor.
¿Qué debo hacer si mi pareja tiene una adicción al alcohol?
Si tu pareja tiene una adicción o dependencia al alcohol lo más recomendable es que pidas ayuda profesional, pues cuanto más tiempo pase, más graves serán las consecuencias del consumo y la relación se verá más deteriorada.
En Centro Acción contamos con un tratamiento para la adicción al alcohol en el que incluimos un paquete de desintoxicación de alcohol en internamiento de 3 a 5 días junto al proceso de tratamiento psicológico según paciente.
Si debido a la negación de la enfermedad, tu pareja adicta al alcohol no quiere recibir tratamiento en este momento, tú puedes acudir a nuestras terapias para familiares de adictos al alcohol en Madrid, donde te aportaremos toda la información que necesitas para ayudar a tu familiar y reestablecerte emocionalmente.
Los profesionales expertos en el tratamiento de la adicción al alcohol de Centro Acción en Madrid serán tu guía y apoyo para facilitarte tu mejora y la de tu familiar adicto, recuperarás el bienestar emocional y sentimental que tanto tiempo llevas buscando.
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