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Patrimonio industrial

Demolida la estación telefónica más antigua de Madrid en el barrio de Salamanca

Edificio desaparecido

Luis de la Cruz

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Los amantes del patrimonio industrial en Madrid tienen una nueva pérdida que llorar. La central telefónica más antigua de Madrid, situada en la calle Hermosilla esquina con Núñez de Balboa, ha sido derruida. Han alertado de ello diferentes usuarios en redes sociales, como José Ramón Márquez o la experta en arte Mercedes Gómez.

En la magnífica página Historia de la telefonía en España explicaban el pasado mes de mayo que la central de Hermosilla había dejado de operar en el contexto de su plan de reconversión del cobre a la fibra óptica, que ya supuso el cierre de 700 centrales españolas en 2021.

La central de Madrid/Hermosilla fue construida en 1916 por la desaparecida Compañía Madrileña de Teléfonos y fue, junto con la de la calle Jordán (en Chamberí), el primer nodo de la red telefónica de la ciudad tras el inicial, que se había situado en la Calle Mayor. Posteriormente, fue absorbida por la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE).

Para construir las centrales de Salamanca y Chamberí se contó con el arquitecto Enrique Martí Perla (Colonia de los Carteros). Según el investigador Javier Garcia-Algarra en su artículo Los orígenes de la arquitectura telefónica en España: las centrales madrileñas del «Grupo Peninsular», el edificio tenía un indudable interés arquitectónico:

“Desde el punto de vista arquitectónico y decorativo, las fachadas de estas dos centrales –casi gemelas en su composición y ornamentación, según demuestran los planos originales y las fotografías antiguas–, exhibían un modernismo contenido, concretamente un secesionismo de gran refinamiento y excelente factura. Lógicamente, ambos edificios combinaban la función puramente industrial (instalaciones de maquinaria y taller de reparaciones) con la atención al público (oficinas y locutorios), por lo que el diseño de sus fachadas se cuidó con esmero, al recubrirlas completamente con sillería de piedra artificial y ornamentos de cemento pintado. El clasicismo al que remitían su equilibrada composición, y algunos detalles de las columnas, pilastras, huecos, antepechos y balaustradas, era trascendido por una estilización formal y estaba acompañado por diversos adornos en letreros, apilastrados y remates, que demuestran la cercanía de Martí a las ideas estéticas de la Secesión.”

Con motivo de las nuevas estaciones telefónicas, la revista Blanco y Negro publicó un artículo en el que, entre otras cosas, se describían los espacios utilizados por las telefonistas –vestuarios, servicios o la sala de descanso y comedor– así como su propio trabajo:

“Cada telefonista tiene en el tablero horizontal de su mesa o cuadro 120 jacks de otros tantos abonados a quienes sirve, y en el tablero vertical, que se llama «el múltiple», y que parece un panal inmenso, tiene a su alcance ¡todos los jacks de todos los abonados de la red ! Extraña que no se vuelvan locas y que no prorrumpan de repente en grandes carcajadas: ¡Jack! ¡Jack! ¡Jack!”

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