Así será la reordenación de Alberto Aguilera: un carril bici exclusivo y menos calzada para coches
La revolución en los carriles bici de Madrid comenzará este otoño, cuando comiencen las obras para crear más de 40 nuevos kilómetros de vías ciclistas en diferentes puntos de la ciudad, varios de ellos para desplazarse desde el centro hacia la periferia. Casi la mitad de estos carriles serán exclusivos para bicicletas, con lo que se invierte la tendencia del anterior equipo de Gobierno, que apostó por que coches y ciclistas convivieran en la calzada en lugar de segregarlo.
El Ayuntamiento acaba de publicar los pliegos de condiciones para adjudicar las diferentes obras de construcción de los carriles bici. Es ahí donde detalla cada una de las actuaciones, por tramos, y define qué zonas perderán un carril de circulación de coches para cedérselo a los ciclistas y en qué lugares se ejecutarán otras actuaciones como, por ejemplo, ensanchar aceras.
En lo que atiende a Malasaña, el carril bici más interesante será el que conecte el Parque del Oeste (a la altura de Marqués de Urquijo) con La Castellana, pasando por Alberto Aguilera, Carranza y Génova. Es lo que en su momento Gallardón llamó la M-10 y en la que ya funcionan sendos ciclocarriles (uno por sentido) con escaso éxito debido a la alta velocidad de los coches en la zona.
El Ayuntamiento se plantea ahora crear un carril bici exclusivo en varias zonas y dejar en dos los dedicados a los coches a lo largo de todo el tramo, además de mantener el carril bus-taxi existente. La solución de un tramo de la calzada solo para ciclistas se combinaría en diferentes tramos con el del ciclocarril (compartido por todos los vehículos), para que los coches siempre mantengan dos carriles en todo momento.
El nuevo carril bici exclusivo comenzaría en Alberto Aguilera, en su cruce con Princesa. Allí, los ciclistas que viajen hacia Bilbao y Alonso Martínez dispondrán de una vía de 2 metros de ancho, situada entre el carril bus (que se amplía a los 3 metros) y los otros dos carriles de circulación (que también ganan anchura, hasta los 2,75 metros). En sentido contrario, el carril bici no arranca hasta el cruce de Alberto Aguilera con Blasco de Garay. Los ciclistas seguirán compartiendo calzada con los coches a partir de ese punto, hasta el cruce con Princesa.
El carril bici exclusivo se extenderá pasando también por la calle Carranza, la glorieta de Bilbao, Sagasta... hasta llegar a Alonso Martínez. A partir de ese tramo se mantendrá un ciclocarril compartido de bajada. El proyecto también contempla ampliar las aceras en Bilbao y algunos cambios en sus isletas (ver imagen superior).
Los ciclistas estarán separados de los coches con elementos de delimitación longitudinal tipo Zebra (ver imagen de la derecha), según el pliego de condiciones del Proyecto de construcción para la implantación de itinerarios ciclistas en los bulevares, publicado por el Ayuntamiento de Madrid.
El plazo de presentación de ofertas para las empresas constructoras acaba el 30 de agosto, se adjudicarán a mediados de septiembre y el plazo de ejecución es de cuatro meses, por lo que los nuevos carriles bici podrían estar listos para principios de 2017. El coste del tramo que hemos descrito asciende a 1,5 millones de euros.
En el mismo paquete se adjudicará también el tramo ciclista de Santa Engracia y Bravo Murillo, que permitirá la salidad hacia el norte desde el distrito Centro. En este caso también se ampliarán aceras y se reducirá notablemente el tráfico, con tres carriles menos para los coches y la construcción de un carril bici de doble sentido.
División en la valoración de las asociaciones ciclistas
División en la valoración de las asociaciones ciclistas
Los proyectos han sido recogidos con diferentes valoraciones entre las principales asociaciones ciclistas madrileñas, que desde hace un tiempo colaboran con el Ayuntamiento en la política de movilidad.
En Bici por Madrid hace un duro análisis en un detallado artículo (y prometen publicaciones aún más específicas en los próximos días), donde señalan los puntos de mayor conflicto que suponen los trazados elaborados por los técnicos del Ayuntamiento. Los ciclistas acusan a Carmena de haber diseñado un proyecto poco participativo pese a haberlo prometido, “con prisas” y con -aparentemente- pocos datos de tráfico. A cambio, valoran muy positivamente la clara apuesta por las bicicletas y el peatón, en detrimento del coche.
“A partir de aquí, hay que preguntarse si estos errores van a ser perpetuados en años posteriores como estrategia de fomento de la bici o si hay margen para hacer las cosas con más calma, diálogo y datos”, llegan a afirmar.
Desde Pedalibre, sin embargo, valoran los aspectos más positivos del plan, como la mejora de las esquinas con “orejas” para asegurar la visibilidad, que se generalice la posición adelantada en los semáforos y que se vayan a segregar carriles bici en tramos ascendentes.
Por aspectos como el de las prisas (los proyectos se cargan como proyectos financieramente sostenibles, que tienen que ser ejecutados en un plazo muy corto de tiempo), el Ayuntamiento ejecutará finalmente solo ocho tramos de las decenas inicialmente previstos (89 kilómetros en total). En la zona de Malasaña estaba prevista también la construcción de otro carril bici hacia el norte, entre San Bernardo y Bravo Murillo, que de momento se queda en el tintero.
Más información:
Más información:
- Contrato de obras: “Construcción para la implantación de itinerarios ciclistas en calle Santa Engracia, calle Bravo Murillo, Bulevares y prolongación del de Madrid Río de Aniceto Marinas a Puente de los Franceses”
- Planta general del proyecto de los bulevares (en PDF)
- Secciones del proyecto de los bulevares (en PDF)
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