La mayoría de las terrazas situadas en las plazas de San Ildefonso y Luna son ilegales
La plaza de San Ildefonso ha desaparecido bajo las mesas y sillas de las terrazas. Lo que antes era un espacio de esparcimiento vecinal y en el que los visitantes de Malasaña podían caminar sin obstáculos o sentarse (en el suelo), ahora se ha convertido en un gran bar al aire libre. El motivo: el incumplimiento diario de la normativa por parte de los tres establecimientos que poseen terraza en la plaza, al abusar de su permiso para colocar más del doble de mesas de las que permiten sus licencias y hacer competencia desleal al resto de sus compañeros hosteleros saltándose la ley.
Según datos municipales a los que ha podido acceder Somos Malasaña, los restaurantes de la plaza tienen permiso para colocar solo 32 mesas de terraza de las 69 que despliegan cada día. El origen de este problema se inició con la apertura de los locales Maki y Naif, que operaron con terrazas clandestinas hasta que se les concedió permiso para legalizarlas, si no superaban las 8 mesas a cada uno. Con el objetivo de que sumadas a la terraza del Conache, la más antigua del lugar, no superaran las 32 mesas ni se aumentara la superficie ocupada se redujo el permiso de este último restaurante a la mitad (16 mesas), límite que al parecer se niega a cumplir.
El resultado es una plaza tomada por 32 mesas legales y 37 mesas de terraza ilegales: 16 del Conache, 13 del Maki y otras 18 del Naif. Este último recorta su número durante los fines de semana, eso sí, para dar cabida a los puestos de pequeños vendedores que se instalan allí con licencia municipal.
Se da la circunstancia de que el restaurante Conache fue uno de los establecimientos que se quejó amargamente porque el Ayuntamiento le obligó a retirar su terraza durante los conciertos programados en San Ildefonso por las Fiestas del Dos de Mayo. Pese a sus quejas y a las restricciones, el local desplegó luego sus mesas durante la celebración del evento, saltándose también esta prohibición y provocando cierta aglomeración en la plaza por el gentío que se reunió en el lugar.
El Ayuntamiento ha multado en repetidas ocasiones a estos locales, a través del departamento de disciplina urbanística del Distrito Centro, pero las sanciones no logran disuadir a los infractores: la ordenanza actual prevé multas de hasta 3.000 euros como máximo por exceder el número de sillas y mesas, una cifra que se amortiza rápidamente en San Ildefonso en una o dos tardes. La legislación actual no prevé la clausura del negocio infractor, aunque repita su incumplimiento constantemente.
Plaza Luna: terraza ilegal enfrente de la Policía
Plaza Luna: terraza ilegal enfrente de la Policía
El mejor ejemplo de la impunidad actual con la que los locales con terraza ilegal se saltan la normativa es la terraza de El Lugar de Martina. El bar-restaurante no tiene permiso municipal para colocar terraza, pese a lo que la colocó en el año 2014 en la parte central de la plaza Luna (el nombre popular de la plaza de Santa María Soledad Torres Acosta). Luego la llevó al lado de los soportales frente al local, justo enfrente de la comisaría de Policía Local. Y ahí sigue pese a las constantes sanciones que reciben por parte de los funcionarios municipales, informa el Ayuntamiento.
La única terraza 100% legal de la plaza Luna, hasta hace poco, era la que está situada en la mitad de la plaza y que gestiona The Moon, después de ganar el concurso municipal para colocar esta coctelería. Sus 20 mesas no exceden el permiso y compite en desigualdad de condiciones con otra de las terrazas situadas en la plaza, la del Bar Esteban, gestionada por asiáticos y cuyo número de mesas fluctúa en función del día hasta 10 mesas, pese a que solo tiene permiso para 6, informa el Ayuntamiento.
La última terraza en llegar a la plaza ha sido la instalada por el Home Burger hace unos días. En este caso se trata de una concesión legal que el responsable del local ha estado esperando pacientemente durante cinco años hasta que le ha sido otorgada, según ha hecho saber a Somos Malasaña. Sin embargo, la instalación de sus cinco mesas fue objeto de las críticas de la asociación de vecinos Acibu: “Parece que no hay semana que no se abra un nuevo bar en el barrio o que no se plante otra terraza sobre nuestras aceras o plazas”, se quejaban en su página de Facebook.
Los hosteleros de Juan Pujol y Dos de Mayo, un ejemplo a seguir
Los hosteleros de Juan Pujol y Dos de Mayo, un ejemplo a seguir
En un barrio en el que saltarse la normativa sobre terrazas parece lo habitual, un grupo de hosteleros respeta la ordenanza a pies juntillas. Son los ubicados en las plazas del Dos de Mayo y de Juan Pujol. Aunque se podría discutir si ocupan demasiado espacio en ambos lugares -mejor coexistencia con los vecinos en la primera que en la segunda-, lo que está claro es que sus bares y restaurantes pueden estar orgullosos de dar ejemplo a otros locales de plazas cercanas en cuanto a no saltarse la ley.
Los locales ubicados en las plazas de Carlos Cambronero y de las Comendadoras también respetan sus permisos para terrazas y no colocan mesas adicionales. Sin embargo, en la plaza de Fuencarral, junto al antiguo mercado, no ocurre lo mismo. En el lugar conocido popularmente con el nombre de Plaza del Olivo, varios locales incumplen la normativa y han llenado el espacio de mesas ilegales.
[Editorial: terrazas sí, tramposos no]Editorial: terrazas sí, tramposos no
El restaurante Delisco es el principal infractor: el Ayuntamiento redujo su número de mesas al abrir al lado terraza el Dunkin Donuts (8 mesas, todas legales). Delisco no se dio por enterado y sigue sacando cada día 15 mesas pese a que solo tiene permiso para 8, saturando el espacio en el que están situadas. En esa misma plaza, otros dos restaurantes incumplen sus permisos: Lateral, con una terraza autorizada de 13 mesas, sacaba este domingo hasta 18 (5 por encima, según datos del Consistorio) y el Llao Llao colocaba 4 mesas en lugar de las 3 para las que tiene autorización. El Starbucks de la plaza respeta la normativa.
Multas limitadas y nueva ordenanza de terrazas a final de año
Multas limitadas y nueva ordenanza de terrazas a final de año
El incumplimiento constante de la normativa de terrazas en determinadas plazas, reconocido por el Ayuntamiento de Madrid a este periódico, ha provocado que el número de mesas en las plazas haya aumentado en un 10% durante el primer año de Gobierno de Carmena, siempre que nos fijemos en su número actual con respecto al estudio elaborado por este periódico en 2015.
Desde el Consistorio empiezan a llegar mensajes avisando de que la barra libre de terrazas ilegales se ha acabado: “O se cumple la ordenanza de terrazas o esto no va a acabar bien porque la presión vecinal es cada vez más fuerte”, avisa Jorge García Castaño, concejal presidente de Distrito Centro.
La actual ordenanza establece tres tipos de sanciones: leves, con multas de hasta 750 €, graves (hasta 1.500 € de multa) y muy graves (3.000 € de sanción máxima). En ningún caso se habla de retirada de la licencia o precinto del local infractor y responsables de locales de hostelería han confirmado a este periódico que las multas máximas se pueden pagar rápidamente en una o dos tardes, dependiendo del tamaño de la terraza ilegal.
Pero la invasión de terrazas puede tener las horas contadas: la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible ya prepara una nueva ordenanza de terrazas que ponga coto a los excesos de manera efectiva. Aunque todavía no se conocen los detalles del texto legislativo, podría estar listo para su aprobación a final de año.
En el programa electoral con el que Ahora Madrid concurrió a las elecciones, el partido de Carmena prometió “revisar la ordenanza de terrazas y quioscos, equilibrando los espacios peatonales y el comercio”. También aseguró que la nueva normativa serviría para “reestructurar las tasas que regulan el uso privado del espacio público, con baremos progresivos en función del tipo e intensidad de uso”.
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