Trampa mortal de velocidad en el Paseo Juan XXIII de Madrid
El Paseo de Juan XXIII es una vía de un carril por cada sentido que serpentea desde el cruce con la avenida de Pablo Iglesias, en el borde de Tetuán, cruza la zona de colegios mayores de Moncloa y llega hasta la zona de Metropolitano, al norte de Chamberí. Según la normativa municipal, su velocidad máxima está limitada a 30 km/h, pero la ausencia de semáforos en muchos de sus tramos facilita que los conductores vayan mucho más rápido.
Uno de estos conductores atropelló a gran velocidad hace una semana a una joven de 20 años que se acababa de bajar de un VTC, en la puerta de su casa. El vehículo se dio a la fuga y fue encontrado unas horas después por la Policía Municipal en Puente de Vallecas. La víctima se llamaba Claudia y estudiaba Medicina en Madrid, llegaba a su domicilio a las 2.00 de la madrugada del 19 al 20 de noviembre cuando un coche que subía por la calle en dirección a Pablo Iglesias se la llevó por delante. El portero de su finca del turno de noche fue testigo del accidente.
Días después de lo sucedido, trabajadores y habitantes del número 23 de la calle, donde vivía Claudia, confirman la peligrosidad de la calle que pasa por delante de su edificio: “Los coches van demasiado deprisa”, explican a este periódico mientras observan el lugar del accidente. “Es una zona con colegios mayores y parques, debería estar más cuidada”, añaden.
En septiembre de este año, dos meses antes del atropello, un vecino se dirigió al Ayuntamiento de Madrid para pedir medidas que atemperaran la velocidad de los vehículos en la zona. Reclamó badenes y un paso regulado por semáforos. La respuesta del Ayuntamiento de Madrid no fue satisfactoria: el departamento de Planificación e Infraestructuras de Movilidad le respondió dándole largas, explicando que habría que hacer mediciones, que se ejecutarían en función del presupuesto disponible.
“Se trata de poner badenes o algo similar para bajar la velocidad, no es un tema demasiado complicado”, explica R.O.G., el vecino que interpuso la reclamación en su momento. “En la calle hay un parque infantil, una residencia de la tercera edad y tres colegios mayores, si eso no es suficiente para poner un paso de peatones...” lamenta mientras se queja de que haya una distancia de 500 metros entre los dos más cercanos a la zona del accidente.
“Los vehículos bajan a gran velocidad, por una avenida muy ancha y que está poco iluminada por la noche”, sigue relatando este vecino en conversación telefónica con Somos Madrid. “Hay peligro, mucho peligro”, advierte al explicar que lleva así mucho tiempo, no quiere cargar las tintas contra el actual equipo de gobierno. “Esperemos que, con el fallecimiento, se puedan tomar las medidas necesarias y más rápido que hasta ahora. Esto puede pasar otra vez mañana y entonces sí que sería responsabilidad del Ayuntamiento”, añade. También ha creado una petición en change.org para que el resto de madrileños puedan apoyar su propuesta.
Somos Madrid ha preguntado al área de Movilidad si tiene prevista alguna actuación para atemperar la velocidad del tráfico en la zona sin recibir todavía respuesta. La que le ofreció al vecino que formuló la propuesta fue que recopilarían “todos los datos disponibles” y analizarían “múltiples aspectos”. “Los estudios se realizarán en función de las prioridades establecidas por las directrices técnicas, así como por las posibilidades presupuestarias para su ejecución”, añade la carta firmada por María Dolores Ortiz Sánchez, directora general de Planificación de Movilidad.
Veinte accidentes en el paseo, varios atropellos
En el registro del Ayuntamiento de Madrid figuran veinte accidentes de tráfico en el Paseo de Juan XXIII en los últimos tres años, entre ellos un atropello a un peatón en abril de 2019, frente al colegio mayor Chaminade. Este es uno de los puntos negros de la vía, donde se concentran hasta nueve siniestros junto a colegios mayores y facultades. Otro se encuentra al inicio del paseo, junto al cruce con la avenida del Valle. Y el tercero está al lado de donde se produjo el accidente mortal de hace unos días, al lado del cruce con la avenida Pablo Iglesias.
En la estadística municipal consultada por Somos Madrid figuran una colisión frontal entre un todoterreno y un turismo en 2020, que se saldó con dos heridos leves. También hay registrados varios siniestros con moto y una colisión con el conductor de un patinete. Además, fuera de estos datos, en el año 2017, se produjeron otros dos atropellos: un taxista impactó con una peatona en la parte inicial del paseo y otro turismo dejó herido grave a un peatón en el cruce con la citada Pablo Iglesias.
Las quejas vecinales por la alta velocidad de los coches en esta calle también han llegado a Más Madrid, partido que fue informado de la petición para colocar badenes hace unos días. “Cuando un vecino denuncia una situación de peligrosidad es inadmisible que se le responda dándole largas y evasivas”, lamenta la concejala Esther Gómez.
“El Gobierno de Almeida solo ha dado pasos atrás, anima a que la gente se mueva en coche en lugar de dar más espacio al peatón”, añade la edil, portavoz en temas de Movilidad en la formación. “Es muy simple, si hay menos coches en la ciudad, menos peligros. Ya lo están avisando cientos de centros educativos y Más Madrid en el Pleno, hay que pacificar la circulación en los entornos escolares, cortar el tráfico, reducir la velocidad, mejorar los accesos. Solo así conseguiremos reducir los siniestros en nuestra ciudad”.
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