“FARSA.COVID”: tres años de cotidianidad negacionista en la segunda calle más transitada de España

El año 2020 y el confinamiento por la crisis sanitaria del Covid-19 quedan ya lejos y, a la vez, pareciera que algunas de sus consecuencias se hubieran instalado de manera silenciosa, cotidiana, entre nosotros. El teletrabajo se ha abierto camino tímidamente en algunos sectores laborales, es posible pagar con tarjeta una barra de pan –y prácticamente hacer que te la traiga un repartidor en bicicleta a casa–, los restaurantes ahorran en cartulina para cartas o se confirma la ruina crónica de la atención médica primaria. Y el clima de conspiranoia se ha hecho hueco en nuestra cotidianidad.

Para ilustrar este último punto, fijamos hoy la mirada en una serie de pasquines callejeros que empezaron a tapizar las paredes de la calle Bravo Murillo en el tramo tetuanero durante la pandemia y que se han convertido, de forma ininterrumpida, en parte de la normalidad mural de los barrios que se abren a los dos lados de la arteria urbana: FARSA.COVID (entre paréntesis).

Fue durante la pandemia y en la zona de Cuatro Caminos-Estrecho donde alguien, cuya identidad desconocemos, empezó a colgar hojas en las paredes con mensajes alusivos a teorías conspirativas sobre supuestas falsedades en los mensajes oficiales sobre el Covid. Mensajes manuscritos con rotulador sobre folios, en mayúsculas, con buena caligrafía y distintos colores. Firmados como FARSA.COVID.

A la vista de los primeros mensajes, uno hubiera pensado que el arrebato, una cara más de las consecuencias anímicas del confinamiento, se evaporarían con la rapidez con la que los rigores del tiempo degradarían el papel. Sin embargo, el autor o autora de las proclamas demostró tanta perseverancia que, tres años después, siguen apareciendo de tanto en tanto en las paredes.

Además, la mano detrás de la coloridas conspiranoias ha aprendido a hacer más resiliente la fisicidad de su mensaje y ampliado el repertorio de directrices negacionistas. Los papeles son adheridos cada vez con más tino en espacios de locales cerrados para evitar que sean arrancados y su campo de acción se ha ampliado a lo largo de todo Bravo Murillo y aledaños, haciendo de las cabinas abandonadas por Telefónica el soporte privilegiado de sus pasquines. A pesar de esta estrategia conservacionista, FARSA.COVID no pierde ocasión de situar algunas de sus creaciones en otros lugares más centrales como la puerta de entrada de colegios.

Los rudimentarios periódicos murales han llegado a llamar la atención de estamentos culturales y hoy podemos encontrar muchos de ellos catalogados en el archivo Covid-19 del Centro de Documentación del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, institución donde fue objeto de análisis dentro de su programación.

Hoy FARSA.COVID nos habla de los chemtrails (estelas químicas), lanza mensajes antipolíticos, negacionistas del cambio climático, alusivos a George Soros…Mensajes propios de los grupos más oscuros de telegram que se integran al paso entre la cotidianidad de la segunda calle con más peatones de España.