Citroën Ami, una 'starlette' metida a agente de policía
El Citroën Ami, un cuadriciclo eléctrico que está dando mucho que hablar desde que se presentó en los lejanos tiempos prepandémicos, lleva camino de seguir los pasos de otro modelo emblemático e inclasificable de la firma francesa, el Méhari. A paso lento pero seguro, está disponible en nueve países europeos y acumula ya 23.000 pedidos, lo que demuestra -como resalta la marca no sin razón- que ha sabido responder a las nuevas necesidades de la sociedad en términos de micromovilidad.
Lo mejor de todo es que la cajita de Citroën, que siempre se ha referido a ella como “objeto de movilidad” y nunca como coche, se está labrando una trayectoria no solo en el ámbito del ocio, en el que triunfó el Méhari, sino también en lo que podemos denominar usos profesionales.
Sus primeros pinitos tuvieron lugar en el mundo del espectáculo, pero apuntando ya futuras maneras. En mayo de este año, coincidiendo con el 20 aniversario del Parque Warner de Madrid, se incorporaba al elenco de vehículos de Loca Academia de Policía, un show que rinde homenaje a la exitosa saga de los años 80 y 90 con media hora de acción trepidante y mucho humor.
Luego el Ami se ha dedicado a cosas más serias. En nuestro país, Citroën ha entregado nueve unidades a una planta de Arcelor-Mittal en Sagunto. Comprometido con el desarrollo sostenible, el grupo siderúrgico ha elegido el vehículo por tener cero emisiones de CO2 y con el fin de realizar los trayectos entre los distintos almacenes de la factoría.
En Bélgica, el Ami cubre las necesidades de movilidad de un grupo de profesionales de la asistencia a domicilio, y se han servido 50 unidades a una empresa dedicada al diagnóstico y reparación de automóviles. En Portugal y Marruecos está desempeñando labores en el servicio postal.
Pero las funcionalidades del objeto de movilidad no se han quedado ahí, porque en Grecia ha debutado también nada menos que como agente de policía, como si lo del Parque Warner fuera una premonición. En Halki, una isla del Egeo que se propone liderar el proceso de transición energética y ha optado en consecuencia por equiparse con vehículos libres de emisiones, las administraciones públicas se han hecho con una flota de seis eléctricos. Dos de ellos son Ami que utilizan la policía y la guardia costera en labores de vigilancia y prevención. Citroën ha lanzado además una campaña para vender a los isleños modelos de baterías a precios asequibles.
Patrullando espacios protegidos
El último hito en el carrerón del Ami se escribe en otra isla, la de La Maddalena, en Italia. Allí, dentro del proyecto Citroën Drive La Maddalena Electric, se ha entregado un total de nueve modelos 100% eléctricos a las autoridades locales, además de dos puntos de carga, y como en el caso de Grecia se ofrecen jugosos descuentos para que los lugareños puedan adquirir vehículos sin emisiones de la marca de los chevrones.
La flotilla se compone de siete Ami, un ë-C4 -producido, como se sabe, en la planta madrileña de Villaverde- y un ë-Berlingo, este procedente de Vigo. Todos ellos están personalizados con los logotipos y los colores de las instituciones locales, responden a las exigencias de movilidad en la isla y permiten realizar sin problemas las tareas cotidianas de las autoridades respetando el medio ambiente y ofreciendo una conducción fluida, silenciosa y sin emisiones, tanto en las diferentes localidades como en las carreteras que atraviesan las zonas naturales. El Ami en concreto se distingue por su accesibilidad y practicidad de uso y por la simplicidad del proceso de recarga.
La isla de La Maddalena es la más grande del archipiélago homónimo y aloja el municipio que lleva su mismo nombre. Se trata de una de las islas italianas más conocidas por su bellísimo paisaje terrestre y marítimo, destino de un turismo que opta por las actividades en la naturaleza y en la playa. La Maddalena y el archipiélago completo fueron declarados en 1994 parte integrante del Parque Nacional del Archipiélago de La Maddalena, un área natural marítima y terrestre protegida y de interés nacional y comunitario.
Terminamos con una nota técnica de recordatorio de las cualidades básicas del Ami en que se está fundando su creciente popularidad. Como apuntábamos al inicio, se trata de un cuadriciclo ligero de solo 2,41 metros de longitud, con lo que ocupa la mitad de una plaza de parking al uso. Puede manejarse desde los 15 años sin necesidad de carné de conducir, solo con permiso AM, la antigua licencia de ciclomotor.
Por supuesto, es 100% eléctrico, goza de 75 kilómetros de autonomía y alcanza los 45 km/h de velocidad punta, la máxima a la que se garantiza salir indemne de un choque en un vehículo de estas características. Para recargarlo basta una toma de corriente doméstica a la que enchufar el cable retráctil, similar al de un aspirador, que incorpora el propio vehículo.