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Cambio de piel y mayor autonomía eléctrica para el Audi Q8 e-tron

El Audi Q8 e-tron en sus dos carrocerías, SUV y Sportback.

Pedro Urteaga

Después de un súbito cambio de piel, el modelo de Audi que supuso su entrada en la movilidad 100% eléctrica, el e-tron, se ha transformado en el Q8 e-tron para resaltar su posicionamiento en lo más alto de la gama SUV de la marca alemana. Esta no se ha limitado a cambiarle el nombre, sino que lo ha dotado de nuevas baterías y una larga serie de mejoras que extienden la autonomía eléctrica cerca de los 600 kilómetros en la más eficiente de las versiones.

El coche, ya a la venta salvo en su variante S -que llega en mayo-, está disponible en carrocerías SUV y Sportback, y se ofrece en declinaciones 50, 55 y S. El primero tiene ahora una batería de 95 kWh de capacidad bruta, la que montaban anteriormente los e-tron más potentes, y los otros dos reciben una de 114 kWh.

Así las cosas, el Q8 e-tron 50, de 340 caballos, pasa a disponer de 487 km de autonomía en su versión estándar y de 501 km en la Sportback, lo que supone ampliar unos 155 km los datos del modelo anterior. El Q8 e-tron 55, de 408 CV, llega a los 576 y 595 km, respectivamente, con lo que mejora en más de 140 km los registros previos.

Por lo que respecta al S, de 503 CV, cuenta ahora con una autonomía de 465 km si lleva carrocería SUV y 483 km en la de tipo cupé, lo cual representa una ganancia de 104 y 115 km, respectivamente.

Todos estos incrementos son posibles por cambios en la química de las baterías, que traen consigo una mayor densidad energética, y por el uso de celdas prismáticas que pueden ser colocadas de manera más eficiente. En definitiva, hay más material capaz de suministrar energía en el mismo espacio, y el peso extra resultante (unos 28 kilos) se compensa con un aligeramiento general del vehículo de algo menos de 10 kilos.

Como sucede con la capacidad de la batería, el modelo básico hereda la potencia de recarga de hasta 150 kW, mientras que las versiones 55 y SQ8 admiten a partir de esta actualización hasta 170 kW. De este modo, los tiempos que se precisan para recuperar entre el 10% y el 80% de la carga de la batería rondan los 30 minutos a unos 25 grados de temperatura. Recordemos que la arquitectura eléctrica de 400 voltios empleada en este vehículo no permite recargas ultrarrápidas de 250 y hasta 350 kW.

Además de ligeros retoques estéticos, el nuevo Q8 e-tron alberga mejoras en la dirección y en las dinámicas lateral y transversal. Para ser precisos, la dirección gana un 10% en agilidad, sensibilidad y precisión, al tiempo que la reducción del esfuerzo para manejarla y la respuesta a la acción del conductor se incrementan un 20%. Los movimientos de cabeceo y balanceo de la carrocería se han reducido otro 10%.

En cuanto a la eficiencia, crucial sobre todo en un vehículo eléctrico, se ve beneficiada por un coeficiente aerodinámico Cx muy notable de 0,24 en el modelo Sportback (0,27 en el SUV). A ello se añaden unos motores eléctricos que consumen menos, la reducción de sus pérdidas por fricción, una mejor distribución de energía entre los ejes del SQ8 y unos neumáticos -montados sobre llantas de hasta 21 pulgadas- que lucen la etiqueta A.

El coche se entrega con un certificado emitido por el organismo Tüv Nord que certifica la neutralidad en carbono de su producción y entrega. Dispone, además, de una tapicería con hasta un 45% de material reciclado y de inserciones de idéntico origen, del mismo modo que las baterías están producidas con energías 100% renovables.

Una gama simplificada

Para hacer del proceso de compra una operación más sencilla, Audi ha reducido un 40% los elementos de equipamiento que pueden pedirse sueltos, y las versiones 50 y 55 (la S tiene su propio sello) solo admiten dos acabados, Advanced y S Line. En el primer caso, el Q8 e-tron 50 sale por 84.610 euros y el 55, por 94.610; en el segundo, por 90.110 y 100.110 euros, respectivamente, a los que se deben sumar 2.500 euros si se opta por la variante Sportback. Las tarifas del S se conocerán más cerca de su fecha de lanzamiento.

Los modelos ya a la venta pueden completar su dotación mediante dos paquetes, uno denominado Confort que cuesta 5.900 euros y otro llamado Premium por el que hay que pagar 9.000 euros más. Una línea adicional, Black, suma diversos detalles exteriores e interiores en color negro, junto con unas llantas específicas de 21“, y encarece la factura 2.500 euros con respecto a la edición S Line.

Por último, los retrovisores digitales que puedes observar en las imágenes, y que solicita aproximadamente la mitad de los clientes de este modelo en España, son opcionales en todos los casos y cuestan 2.300 euros.

Audi ayuda hoy a la instalación de un punto de carga para los usuarios del Q8 e-tron por medio de una oferta de lo más interesante. El wallbox, de hasta 22 kW, sale por 1.090 euros más IVA, con un límite de 200 metros de cable, en una operación que, como es sabido, puede optar al 70% de subvención dentro del Plan Moves III.

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