Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Prueba del Audi A6 Avant TFSIe, el familiar perfecto para quien no quiere un SUV

El Audi A6 Avant es una gran berlina familiar de espacio interior y de carga extraordinarios.

Pedro Urteaga

Pocos coches de los que han pasado por nuestras manos concentran tantas cualidades como el Audi A6 Avant, equipado con tecnología híbrida enchufable, que acabamos de probar en estos días. Para poner una afirmación tan tajante en el contexto adecuado hay que realizar algunas precisiones: el modelo alemán es ideal para quien aún se resista al frenesí por los SUV que nos domina, y hablamos de un vehículo de corte familiar (en el sentido de pensado para una familia) y costoso, es decir, no accesible para cualquier familia.

Dicho de otro modo, quien disponga de los recursos suficientes, tenga necesidades de espacio abundante y todavía aprecie las virtudes de un buen break, acertará de pleno con este Audi. Si además, vive en una gran ciudad, el distintivo 0 emisiones asociado al sistema híbrido enchufable será seguramente la guinda para el pastel.

El A6 Avant 55 TFSIe incorpora un motor de gasolina de cuatro cilindros y 265 caballos, otro eléctrico de 105 kW y una batería de 17,9 kWh brutos (14,4 netos) de capacidad. El resultado de la combinación es una potencia total de 367 CV y una autonomía en modo eléctrico que ahora alcanza los 68 kilómetros. Sin embargo, esta cifra desciende en conducción real a algo menos de 50 km, que pese a todo pueden bastar para cubrir buena parte de los desplazamientos cotidianos.

Sobre el empuje del coche, no es necesario subrayar que 367 caballos sobran para solventar cualquier circunstancia que se presente, tanto que incluso en el modo de conducción más tranquilo de los disponibles, el Efficiency, la respuesta es más que satisfactoria: mencionar el registro de aceleración de 0 a 100 km/h (5,2 segundos) debería ser acreditación suficiente.

El A6 Avant enchufable arranca por defecto en modo eléctrico, siempre que disponga de algo de energía en la batería, pero el conductor puede escoger un funcionamiento híbrido del sistema con solo pulsar un botón colocado en la pantalla inferior de las dos que ocupan la parte baja del salpicadero.

En este modo híbrido es posible alargar la carga de la batería con un gasto muy moderado de combustible, lo cual no es mala solución para circular en tráfico urbano. Es, en todo caso, una alternativa a la conducción 100% eléctrica que el modelo escoge por defecto. Una vez agotada la carga de la batería, el consumo del motor de combustión tampoco es exagerado -pero sí alto- para un vehículo de casi cinco metros de largo y dos toneladas de peso.

La batería admite únicamente la recarga en corriente alterna a un máximo de 7,4 kW, con la que la operación para recuperar toda la capacidad del dispositivo lleva 2,5 horas.

Una conducción que se disfruta

Si antes hacíamos mención a los usuarios que aún prefieren un familiar a un SUV, no era solo por una cuestión estética, sino también por razones de comportamiento del vehículo. La física dicta que muy difícilmente un coche alto y generalmente pesado puede competir en este aspecto con un modelo bajo, de pesos correctamente repartidos y, en general, bien construido como es este A6 Avant, cuyo manejo es de los que siguen deleitando por muchas horas de conducción y vehículos diferentes que uno acumule en su historial.

Sus reacciones no entran en el terreno que en ocasiones se describe como de conducción divertida. Al contrario, son completamente neutras y predecibles, en buena medida gracias a la tracción total quattro de Audi, y esto es algo preferible para una gran mayoría de usuarios que ni tienen dotes de piloto ni pretenden tenerlas porque prefieren la seguridad a aventuras que pueden tornarse comprometidas.

Por concluir con la comparación con los SUV, es justo admitir que estos suelen ofrecer mejor visibilidad y una posición más ventajosa o dominante en la carretera, y que presentan un acceso y una salida más cómodas para la gente de edad. Aun así, modelos como el de Audi los aventajan largamente en lo que hace a dinámica de conducción. El A6 Avant en concreto presenta, eso sí, el inconveniente de su longitud, que complica el aparcamiento tanto en parkings como en la vía pública.

Lo mismo que decíamos antes de la potencia puede aplicarse punto por punto al espacio de que se dispone en el habitáculo del A6 Avant. La amplitud en las plazas traseras es la que cabe esperar de un coche que se acerca a los tres metros de distancia entre ejes, y el maletero es enorme aunque en esta versión híbrida enchufable la capacidad merma por la altura que roban la batería de alto voltaje y el sistema eléctrico instalados en la parte posterior del coche.

La factura interior de este Audi merece, a nuestro juicio, el calificativo de soberbia y se ve secundada por un diseño sobrio, de un lujo contenido, y por elementos vitales para disfrutar de la conducción -o al menos no sufrir con ella-, como unos asientos de gran calidad y ergonomía que permiten hacer largos desplazamientos sin fatiga.

Como puede esperarse, el A6 Avant 55 TFSIe no tiene otra pega, que no es necesariamente un defecto -si ignoramos el gran defecto del encarecimiento general de todos los coches-, que un precio ciertamente abultado, superior a los 80.000 euros y susceptible de incrementarse si el cliente siente la tentación de adentrarse en la lista de paquetes opcionales.

Etiquetas
stats