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La amenaza de otra anoxia en el Mar Menor hace saltar las alarmas: “Cualquier factor externo puede volver a desencadenar la ausencia de oxígeno”

El Mar Menor tras la anoxia del mes de octubre

Erena Calvo / Santiago Cabrera Catanesi

El Mar Menor se enfrenta a la posibilidad de otra anoxia (falta de oxígeno en el agua) tras el paso de una nueva gota fría por la Región de Murcia. Así lo han manifestado plataformas, investigadores y políticos tras la caída de fuertes lluvias torrenciales durante 48 horas el pasado lunes y martes. De ser así, se repetiría el dantesco espectáculo del mes de octubre, en el que murieron miles de peces por asfixia tras el paso de una primera DANA que asoló la Región de Murcia.

La incidencia de la gota fría, un modelo de agricultura intensiva con uso de fertilizantes y la instalación de miles de desaladoras que desembocan en el Mar Menor y vuelcan toneladas de nitratos, son el caldo de cultivo perfecto para generar la falta de oxígeno bajo la superficie, por lo que se teme que pueda volver a producirse en los próximos días.

El consejero de Medio Ambiente de Murcia, Antonio Luengo, ha señalado este miércoles ante los medios que era “pronto para saber los efectos que ha producido la DANA sobre el Mar Menor”, pero indicó que, según los expertos, era esperable otro episodio como el acontecido hace unos meses. “Volvemos a tener una capa de agua salina de cuarenta centímetros y, sobre ella, otra de agua dulce y sedimentos que evitará la llegada de oxígeno al fondo de la laguna salada”.

“No tenemos una bola de cristal; el problema es que no disponemos de previsiones meteorológicas y datos fiables para hacer una predicción”, ha asegurado a eldiario.es de Murcia el profesor del grupo de Ecosistemas de la Universidad de Murcia (UM) Francisco Javier Gilabert Cervera, miembro de la Comisión de Seguimiento de la laguna. “Aunque si nos fijamos en cómo se sucedió la anoxia tras la pasada DANA, podemos aprender un poco”.

En esta ocasión, señala el investigador, las temperaturas son más bajas y la proliferación de fitoplancton en los próximos días o semanas “no será tan rápida o elevada; esto es un punto a favor” de que no se repita el mismo escenario.

Por otra parte,  el motivo por el que se produjo -además de la carga de nutrientes-, “fue la estratificación por la entrada de agua, el agua dulce se quedó en la parte superficial; la salinidad ha bajado ahora y no habría una estratificación tan fuerte”. Además, recuerda Gilabert, tras la pasada DANA hubo una situación de calma completa, sin vientos, y eso propició que se creasen esas dos capas de agua.

Luengo criticó que el Ministerio de Transición Ecológica no hubiese puesto en marcha la construcción de diques y barreras en cauces y ramblas. La medida se incluye dentro del proyecto Vertido Cero y es de competencia estatal. “Si tuviéramos las infraestructuras necesarias, hoy estaríamos hablando de una realidad diferente”.

“El desencadenante son los nutrientes”

“En 2016 el Mar Menor, con la famosa sopa verde, entró en una crisis eutrófica gravísima y todavía no ha salido; por eso, mientras se mantengan los niveles actuales de nutrientes en la laguna, la  posibilidad de que haya anoxia y mortandad de peces existe”, asegura en declaraciones a este periódico Julia Martínez Fernández, investigadora de la Fundación Nueva Cultura del Agua y exmiembro del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor.

“Siempre ha llovido en la costa y nunca había habido problemas, pero la situación actual de colapso por la crisis eutrófica hace al Mar Menor extremadamente vulnerable a cualquier factor externo que pueda volver a desencadenar la ausencia de oxígeno”, señala la investigadora al tiempo que apunta a factores como las temperaturas o episodios de lluvias torrenciales.

Pero el problema real no es la climatología. Julia Martínez recuerda que la gota fría de 1987, un 30 por ciento superior a la de este año, no derivó en episodios similares a los del pasado octubre. “El desencadenante no es la entrada de agua dulce, si no de nutrientes procedentes de los fertilizantes del regadío intensivo del Campo de Cartagena”. La clave está, dice, en la recuperación -“y la capacidad de regeneración ahora es pequeña”- de las praderas de vegetación que mantienen las aguas transparentes, “pero para ello hay que reducir esa entrada de nutrientes, y va a costar años”.

Eutrofización del Mar Menor en 2016 (Fuente: ANSE y WWF)

Según la “impresión” del profesor Gilabert, “aquí no hay una simple causa, si no hay nutrientes, por mucho que llueva no pasa nada, pero si no llueve no entran tan masivamente, y sin la estratificación no se produciría la anoxia”.

Que se vuelva a repetir el escenario de octubre, con miles de peces muertos, es una posibilidad “que no podemos descartar, pero para que se dé tienen que coincidir muchos factores; en 2016 los niveles de clorofila eran mucho mayores que los de ahora y no hubo mortandad de peces”, concluye Gilabert.

Desde la Plataforma Pacto por el Mar Menor lamentaron este miércoles mediante un comunicado que la Región se levantara “de nuevo con la pesadilla de ver el agua cargada de lodos y agroquímicos discurriendo por las calles de las poblaciones del Mar Menor”. También criticaron que se siga “sin poner el foco en la raíz de este problema que ha arruinado a sus gentes, viviendas y negocios, y que ha llevado a este ecosistema único a la dramática situación en la que se encuentra”.

La plataforma exigió que se lleven a cabo medidas “poniendo el foco en el origen del desastre causado por urbanizaciones e infraestructuras construidas en zonas inundables y  en la erosión resultante de la eliminación de terrazas en cultivos de la agricultura intensiva, entre otros”.

“Los culpables no pueden formar parte de la solución”

Mario Pérez Cervera, alcalde de Los Alcazares, tiene claro que “los que han ocasionado el problema no pueden formar parte de la solución”. El municipio se defendió durante dos días de la segunda gota fría que asola varios puntos de la Región y acumuló un total de 132 litros por metro cuadrado. El alcalde expresa que la solución pasa por reforzar el canal que bordea el municipio, “se ha visto afectado por roturas al no ser de hormigón, pese a que está conectado a otros cauces que sí lo están”. El dirigente señala que, además, se debe encauzar la rambla de Maraña, ya que es “por la más baja agua”.

Toda la lluvia que baja por Los Alcázares va en dirección al Mar Menor: “Somos el punto cero. Todo el lodo y los restos de la agricultura pasa por nosotros y termina en la laguna”. Por ello, considera que las soluciones también pasan por regular las actividades de las explotaciones agrícolas de los alrededores: “Emplean plástico y disponen sus terrenos de cultivo en dirección al Mar Menor, todo para minimizar lo máximo posible los riesgos de inundación”. Estas medidas provocan las bajadas a gran velocidad de cientos de litros de agua por lluvias torrenciales. El alcalde critica también la falta de regulación en el uso de materiales y productos químicos en la agricultura.

“Tiene que haber un cambio de gobierno que entienda que el Mar Menor es prioritario a nivel medioambiental”, señala el primer edil. A mediados de octubre, el líder del PSRM, Diego Conesa,  amenazó con una moción de censura al Gobierno regional si no aprobaban en 60 días un plan extraordinario regional y una ley integral del Mar Menor. A día de hoy, se mantienen firmes. “Invito a Ciudadanos a plantearse su apoyo a la moción” sentencia Cervera.

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