Entre un mar de noticias que nacen, mueren, y se reproducen como las olas que llegan a la playa, algunas pasan con el ruido del día y mueren en las voces del telediario del día, sin más. No ocurre lo mismo con aquellas otras noticias que, lejos de morir, se multiplican y no cesan de reproducirse y van mutando hasta parecer distintas según quiénes las comentan. Esto es lo que les sucede a las noticias sobre la covid y sus vicisitudes cotidianas, ahora en su epicentro con los toques de queda, los cierres perimetrales y los asuntos de la vacuna.
Entre esas noticias que se repiten como en la cinta The Truman Show, de pronto nos hemos encontrado en el hipotético final de otro show, el de presidente Trump y sus seguidores que viven en una realidad paralela, que no ha dejado de denunciar que hubo fraude en las últimas elecciones americanas, sin presentar ningún tipo de prueba. En esa cascada de noticias de cada día, que también son una película, si rebobino y vuelvo a ver las imágenes de esos personajes estrafalarios que tomaron el Capitolio por la fuerza, tengo que volver a abstraerme para creer que lo acaecido no ha sido un show. Un show que, creo no va a terminar, con esas escenas del hombre de los cuernos vestido de bisonte. Viendo ese espectáculo, me acuerdo de los primeros versos del poema: “Esperando a los bárbaros” de Constantino Cavafis:
¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.
¿Por qué esta inacción en el Senado?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
¿Qué leyes van a hacer los senadores?
Ya legislarán los bárbaros, cuando lleguen.
En esa astracanada del Capitolio, entre todas las voces que se han alzado, desde las propias filas del partido republicano de Trump, me ha llamado poderosamente la atención el video que colgó en su cuenta de Twitter, Arnold Schwarzenegger, actor y exgobernador republicano, con un demoledor discurso anti-Trump de siete minutos, en el que cuenta como emigrante como llegó a América y desenvaina ante la cámara la espada de Conan. Y algo debe de saber Schwarzenegger acerca de los barbaros.
Entre ese mar de noticias diarias, nos llegaron las noticias del tiempo, de la gran nevada y por unos días descansamos de la intensidad de la covid y el blancor de la nieve. En mitad del blancor me sorprendió ver al líder del PP quitando nieve con la pala. No lo veo en esos menesteres más de cinco minutos. Entre ese mar de noticias que nacen, mueren, y se reproducen como las olas que llegan a la playa, entre la pala de Casado, me quedo con la espada de Conan, mientras el show sigue.
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