La portada del diario me hizo reflexionar. Sí, la grandísima movilización feminista no ha servido (aún) para nada: ahí estaba la leve condena a La Manada, ahí la brecha salarial, ahí los hombres conservadores delante de las mujeres en los actos políticos, ahí la denuncia de malos tratos de Juana Rivas durmiendo en un cajón, ahí los empresarios diciendo que las habilidades cognitivas no sé qué, todo igual y sin moverse una coma.
El resto de las luchas ciudadanas exactamente igual: la masiva adhesión a la PAH no ha conseguido mover ni un centímetro las leyes hipotecarias españolas, miles de personas siguen siendo echadas de sus viviendas a causa de unas normas draconianas; el mercado laboral español sigue siendo de los más precarios de Europa a pesar de sindicatos y huelgas (hasta en Zara han hecho huelga). El escándalo de descubrir a una generación entera de políticos robándonos el dinero de los impuestos no ha supuesto la entrada en prisión de sus responsables últimos, las cúpulas de Aznar, Fraga, Rajoy, etc, siguen tranquilamente en sus casas.
En Murcia, las zonas donde habitualmente no se recolectan votos para el PP están abandonadas: las calles de El Palmar se quedan a oscuras mientras el centro de la ciudad refulge como Disneylandia; hay colegios con aulas cerradas por desprendimientos mientras el dinero de los impuestos se le regala a concertados católicos; las muchachas voluntarias de los Puntos Violetas vuelven solas en la madrugada a sus pueblos, pero en La Fica pasean varias parejas ociosas de policías; la basura permaneces días sin recoger en los carriles de la Huerta; las plazas públicas de los barrios carecen de zonas de sombra y fuentes de agua potable mientras la Trapería se llena de toldos, etc.
Creo, honestamente, que mejorar las vidas de tus votantes y solo las de tus votantes, no es acertado. Cada gobierno debe realizar mejoras en la totalidad de su gente y gastar por igual, siguiendo reglas neutrales y pre-establecidas. Además de ser lo justo, es también lo acertado políticamente: cuando te dedicas solo a tus votantes estás renunciando a ampliar tu bases, algo solo concebible dentro de este escenario de abstención creciente.
Pero ¿y si la gente volvemos a las urnas? El Partido Popular se encontraría sin nuevos votantes, sostenido solo por la parte de población anciana y conservadora que le adjudican las encuestas.
Quizás sea esa la razón por la que este año estamos asistiendo a una sobre-actuación del equipo de gobierno, con el alcalde a la cabeza. Día tras día, en las calles de Murcia se suceden festivales de multiculturalidad salidos de no se sabe dónde, –pero sospechosamente semejantes a “AlSur”, el festival de la Junta Municipal de El Carmen–; se inauguran actividades en espacios que no sabemos cómo se gestionan, pero que se parecen mucho a los (abandonados) Espacio Pático o La Azotea; se realizan congresos de literatura o de huerta alejados de la literatura y la huerta, pero llenos de ruedas de prensa y concursitos, etc...
Parece que alguien se ha dado cuenta de pronto, de que lleva demasiado tiempo alejado del votante medio. Pero el votante medio ya no queremos lucecitas de colores, queremos reformas estructurales que sirvan para la vida: queremos acabar con la contaminación, queremos transporte sostenible, queremos calles seguras y diversas, queremos un trabajo fijo y mejor, queremos acabar con los ladrones.
Que no nos engañan ya más. Nos arremangamos y preparamos nuestros votos.
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