Me resulta gracioso ver algunos comportamientos. Esos que van pidiendo intimidad para el presidente son los mismos que, o bien le echaban fotos a los jugadores del Murcia cuando salían de fiesta cubata en mano para señalarlos – lo que no deja de tener su gracia -, o aquellos que jaleaban a quienes iban al 'casoplón del exvicepresidente del Gobierno para fastidiar su vida familiar; o ya, por último, quienes le pedían explicaciones a un secretario general de los socialistas por un motivo que nada tenía que ver con él, dado que él no era el organizador y encima era un evento en el que acudía como progenitor. Así que no sé qué lecciones de respeto pretenden dar.
Siempre me pareció curioso que los niños de los políticos no tuvieran intimidad, que nadie dijera nada en aquellas ocasiones y que ahora tengamos que salir a defender al niño mayor que es nuestro presidente porque lo han pillado haciendo el ridículo, una vez más, en una foto donde, además de ponerle los cuernos, se meten no sabemos si con su comunidad o con la ciudad. Todos estamos de acuerdo en que tenemos derecho a la intimidad, a nuestros ratos libres: otra cosa es que no sea la primera vez y que se comporte como un completo insensato para las fotos, las salidas y los cubatas. Personalmente, visto la tónica yo no espero mucho más.
Supongo que, en el fondo, modo ironía encendida, lo que tengo es envidia. Ya quisiera yo irme de cubatas con la facilidad con la que él tiene. Supongo que pensará que está todo hecho y no me extraña: entre los que le aplauden, lo alaban y los que tienen las rodillas planas de tanta genuflexión debe pensar que Murcia es un paraíso. Está claro que en San Esteban solo sintonizan la tele pública manejada como un cotarro privado que algunos llaman teleMoreno. Allí la Región es un precioso paraíso donde la única manifestación es la de cierra no sé qué, mientras lo de que Valcárcel vaya a declarar para aclarar lo de la desaladora salga solo en los minutos finales del partido. Lo que había que mendigar por unos minutos de tele por el soterramiento y lo bien que salen unos pocos. Las cosas de la vida.
Dejando al margen el tema de la intimidad de cada uno, parece bastante claro que la vida política de esta Región es un vaso de cubata. Todos sabemos cómo se hacen los negocios aquí, así que no creo que nadie se escandalice si digo que el producto de esos cubatas es la Asamblea de la Región: un presidente de la Asamblea tránsfuga, un Grupo Mixto que esta más quemado que una cerilla; unos tránsfugas de Vox que han demostrado que ni honor, ni samuráis, ni preguntas, ni nada. En el fondo, como los tránsfugas de Ciudadanos, están en un 'todo por la pasta', mientras me la ingresen, ríase la gente.
Hay cócteles que salen mal, pero lo de la décima legislatura no tiene nombre y es por eso que me toca la nariz que, mientras la mayoría de los murcianos miramos el duro y a esas horas estamos durmiendo para levantarnos a trabajar, él esté tomándose un cubata a la salud de los habitantes de esta Región. Esos que ven cómo la sanidad y la educación va cada vez peor y no se invierte, esos que notan como la Región está cada vez más arruinada, que ven como se le da más al que más tiene mientras nos regalan migajas con bajadas de impuestos. Mucho me temo que mientras ellos beben cubatas de los buenos, a los demás nos dan garrafón. Menudo desastre.
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