Hoy se cierra el mercado de fichajes de invierno en Segunda División B. Desde que lo hiciera el de verano, con el Real Murcia construyendo a contrarreloj una plantilla casi completa para poder iniciar la competición, dos cosas han quedado claras:
-La primera, que se acertó mucho en los nombres -y más aún en los hombres-, que se incorporó a las filas del club grana. Es casi milagroso que en una categoría tan dura como la de bronce, el Murcia hiciese su pretemporada en plena competición y lograra competirle al 'Super Oviedo' la primera posición del Grupo I.
-La segunda cosa que ha quedado patente, es que no es casualidad que los goleadores sean los jugadores más cotizados, y que con la temporada a punto de arrancar, todos los valiosos tuvieran ya su asiento adjudicado en otros equipos. Por esa razón el Real Murcia tuvo que tirar de Carrillo, delantero estrella del Imperial que ha dado un rendimiento aceptable para un debutante, y de Gerard Oliva. El catalán, con la camiseta Atlético de Madrid B en la temporada 12/13 había conseguido superar la decena de goles en Segunda B. Sin embargo, aterrizaba en el Real Murcia tras un breve periplo por la liga austriaca en la que apenas consiguió un tanto en sus quince apariciones. Un goleador discreto en horas bajas que ha sido muy discutido por la grada de NC. Innegables son la entrega y la voluntad del tarraconense, como también su falta de acierto cara a puerta. Dos goles, uno de ellos de penalti, son el escaso bagaje de Oliva en lo que llevamos de temporada.
La incorporación de un referente ofensivo al plantel dirigido excepcionalmente por José Manuel Aira parecía una necesidad básica, si de verdad se querían tener aspiraciones de luchar por el ascenso en un Play-Off que, salvo debacle del Oviedo, se presentaría largo y difícil. Sin embargo, en el camino pleno de obstáculos del Real Murcia, una nueva piedra: el Betis. Alguno se precipitaba a cargar contra el equipo hispalense que ya pescó aquí a Julio Velázquez y Paco Molinero el pasado junio. No, no se confundan. El club que bloqueaba los derechos federativos del Real Murcia para incorporar jugadores era el Betis de Valladolid.
Da para un artículo entero lo de este club pucelano fundado en 1942 con idéntico escudo e indumentaria que el Real Betis. Allí es donde “nuestro” canterano Sergio Escudero, vendido por una respetable suma de dinero al Shalke 04, fue criado futbolísticamente, y desde donde fue captado por las bases del Murcia. De aquel dinero obtenido por los Samper tras la venta del vallisoletano, una parte debía pagarse al curioso Betis de Valladolid en concepto de derechos de formación. No fue así, y el equipo de Pucela se incorporó a la larga lista de entidades a los que el Real Murcia C.F. S.A.D. dejó de pagar cuando legítimamente debió haberlo hecho.
La particularidad es que, mientras que una empresa de pirotecnia, o de mantenimiento, no tiene más mecanismos de presión que la solicitud de liquidación en caso de incumplimiento del convenio de acreedores, el otro Betis sí, mediante la solicitud a la Real Federación Española de Fútbol de bloquear al Murcia la inscripción de futbolistas. Y así ha sido hasta hace pocas horas.
Los 250.000 euros que debería recibir el club “heliopucelano” serían una inyección económica brutal para un modesto que, hoy por hoy, sólo tiene un equipo aficionado en categoría absoluta, y que apuesta por la cantera con equipos de todas las edades compitiendo en divisiones provinciales. Sin embargo, su presidente desde hace cuarenta años, Nemesio Gómez “Peque”, parece haber entendido que más vale pájaro en mano. Tras sus reticencias iniciales a llegar a un acuerdo con quien “nos ha engañado tantas veces con anterioridad”, el pago inmediato de 20.000 euros, y la promesa de un ingreso mensual de unos 2.000 euros han ablandado al mandatario castellano. Juegan los Samper, por enésima vez, con la debilidad y la necesidad ajena para eludir sus responsabilidades de pago. Afortunadamente para el murcianismo, la ley de este país lo consiente.
De esta forma, el Real Murcia ha encontrado una ventana de unas horas para reforzarse, y poner una guinda muy necesaria a la tarta de un equipo que se ha convertido en uno de los más sólidos de toda la Segunda B a base de esfuerzo y humildad. Los meses de competición ya transcurridos han servido para que buenos delanteros hayan calentado banquillo más de lo deseado, abriendo posibilidades que estuvieron cerradas a finales de agosto. Ese es el caso de Carlos Álvarez, delantero del Leganés, que fue artífice fundamental del ascenso a Segunda de los madrileños la pasada temporada, alcanzando la respetable cifra de 18 goles. Entre ellos, una espectacular chilena que certificó la gesta. El “guaje” Álvarez podría no ser el único fichaje, pero es sin duda el más necesario para apuntalar al Real Murcia.
Con la soga al cuello, la junta extraordinaria de accionistas a la vuelta de la esquina y la manifestación del murcianismo, que se prevé masiva, por las calles de la ciudad el próximo 7-F, todo lo que logre centrar durante unos momentos el foco del aficionado en el césped es un auténtico bálsamo. La decisión de Nemesio Gómez “Peque”, presidente de un curioso y modesto club de chavales, de desbloquear los derechos federativos del Real Murcia, nos ha permitido por unas horas hablar de fútbol, y futbolistas. Benditas horas. ¡Viva el Betis, 'manque' pierda!
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