Las asociaciones de memoria histórica de Murcia hacen un homenaje a los republicanos fusilados en el cementerio de Espinardo
El cementerio de Nuestro Padre Jesús (Espinardo, Murcia) acogió, como todos los 14 de abril desde hace 23 años, el encuentro de las diferentes asociaciones de memoria histórica de la Región de Murcia.
Frente al monolito que rinde homenaje a la fosa que alberga a 377 republicanos fusilados se agruparon decenas de personas de distintos municipios de Murcia. Entre los asistentes se encontraban miembros de las asociaciones de Murcia, Archena, Alhama o Molina de Segura, familiares de los fusilados y distintos representantes de la sociedad civil que quisieron sumarse a este acto que conmemoró el octogésimo séptimo aniversario de la II República Española.
La Asociación de Memoria Histórica de Murcia llamada Tenemos Memoria, cuyos miembros recorrieron andando los seis kilómetros que separan la simbólica Cárcel Vieja y el cementerio, ejercieron de anfitriones de este acto.
“Muchísimas gracias a todos por venir, resulta muy emocionante ver como cada año somos más”, apuntó María Jesús Ruiz, presidenta de Tenemos Memoria. Después llegó el turno del investigador Floren Dimas, que acudió al acto en representación de la asociación nacional AGE (Archivo, Guerra y Exilio), para recordar la labor de los familiares de los 377 fusilados en conseguir una sepultura digna “con sus propios medios y sin apoyo de nadie”. Continuó Dimas lamentando la ausencia en el acto de los principales sindicatos de izquierda y señalando las grandes dificultades existentes para avanzar en temas de memoria histórica.
Las únicas organizaciones políticas presentes en el acto fueron IU, a través de su coordinador José Luis Álvarez-Castellanos, y PCE-Murcia, con la asistencia de su Secretario General Josechu Durán. Ambos dirigentes coincidieron en afirmar que “la república es la esencia de una verdadera democracia”.
“Fusilaron a mi padre y lo arrojaron a la fosa”
El momento más emotivo de la mañana fue cuando Manuel López Ruiz, hijo del republicano fusilado Pío López Rubio en 1941, cogió el micrófono para recordar el fusilamiento de su padre cuando él era un niño de 4 años. A pesar de las lágrimas, Manuel pudo explicar cómo el fusilamiento de su padre marcó su vida y la de sus familiares para siempre. “Cuando tenía 9 años fui expulsado del colegio por no querer ponerme la camisa azul de la Falange”, rememoró Manuel, aludiendo a las grandes dificultades a las que se enfrentó durante la dictadura por ser hijo de un rojo fusilado y continuar el legado ideológico de su padre.
También acudió al acto Antonio Martínez, familiar de otro de los fusilados de la fosa de Espinardo, que conoció el paradero de su tío abuelo hace sólo dos años. Antonio vino desde Alicante para poner la foto de su familiar en el monolito que recuerda a los “Caídos por la libertad”.
En el acto también hubo palabras de agradecimiento para los significados republicanos murcianos recientemente fallecidos José Castaño y Pepe Fuentes Yepes. Al mismo tiempo, los representantes de la asociación Tenemos Memoria, Diego Jiménez y Joaquín López, recordaron a Francisco Griéguez, murciano republicano y superviviente del campo de exterminio de Mauthausen. “Griéguez tiene 100 años y el Ayuntamiento de Murcia aún no ha cumplido su palabra de hacerle un homenaje a él y al resto de los 84 murcianos deportados a campos nazis”.
El octogésimo séptimo aniversario de la República finalizó cuando los asistentes se desplazaron al monolito cercano que rinde homenaje a los brigadistas internacionales que fallecieron en Murcia durante la guerra civil.
Los actos en conmemoración de la II República se sucedieron en otros muchos puntos de la Región. Destacamos el de Cartagena, organizado por la Asociación de Memoria Histórica de Cartagena, el celebrado en Calasparra a cargo de la Asociación 14.4 o el organizado por Juventudes Socialistas en el cementerio de La Alberca en homenaje al socialista Pepe Fuentes Yepes. El próximo día la localidad de Alhama también se unirá a la celebración de este aniversario con un acto en homenaje a Ginés Campos Gómez, alcalde del municipio que fue fusilado en 1940 por la dictadura franquista.
