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Las comisiones y plenos de la Cámara foral tienen un coste de 3.500 euros la hora en salarios de sus parlamentarios

Sesión de pleno en el Parlamento foral

N. Elia

No existe un convenio colectivo que regule la jornada laboral anual de los parlamentarios forales. Los cincuenta miembros del Parlamento de Navarra tienen la obligación de asistir a las reuniones oficialmente convocadas por la Mesa (órgano rector del Legislativo) de las que formen parte. Todos integran el pleno y todos tienen presencia en alguna comisión, formadas por 15 miembros. El año pasado, estas reuniones oficiales convocadas por la Mesa tuvieron una duración total de 714 horas. El Parlamento desembolsó más de 2,5 millones de euros para pagar los salarios de los parlamentarios. Así que la hora de reunión oficial se pagó, de media, a más de 3.500 euros.

Estas convocatorias oficiales, para celebrar plenos o comisiones, no son el único trabajo que desarrollan los parlamentarios en el Legislativo. De hecho, todos los grupos parlamentarios tienen su propio régimen de funcionamiento y se reúnen las veces que consideran necesarias. Pero el reglamento de la Cámara sólo establece la obligación, “el deber”, de asistir a las sesiones convocadas por el órgano rector del Parlamento. Estas sesiones son las de la propia Mesa, las reuniones de la Junta de Portavoces, las comisiones, que pueden ser ordinarias, especiales o de investigación, y los plenos. En la documentación oficial del Parlamento no figura la duración de las reuniones de Mesa y Junta de Portavoces, pero sí consta el número y la duración de las sesiones plenarias (hubo 39 plenos y duraron 221 horas) y la de las comisiones (hubo 311 convocatorias de comisión y duraron 493 horas).

El parlamentario que más cobró el año pasado fue Alberto Catalán, de UPN, con 66.458 euros brutos de ingresos. La que menos salario obtuvo fue Concha Ruiz, del PSN, que recibió 16.530 euros. La presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, de Podemos, recibió del Legislativo unas retribuciones anuales de 57.447 euros brutos. Las diferencias entre los salarios de los parlamentarios vienen establecidas en la normativa interna que regula sus retribuciones. En el Parlamento foral existen tres modalidades de salario: el que se cobra en régimen de dedicación absoluta (en el que los parlamentarios no pueden recibir ingresos por ninguna otra actividad), el que se cobra sin dedicación absoluta (es decir, los parlamentarios pueden compaginar su labor política con otras actividades remuneradas), y el sistema de dietas, en el que los parlamentarios cobran una cantidad por cada reunión oficial a la que asisten.

El año pasado, el sueldo de los miembros de la Mesa y Junta de Portavoces con dedicación absoluta fue de 56.718 euros. Pertenecen a esta categoría Adolfo Araiz, de EH Bildu, que cobró finalmente 59.951 euros brutos al sumar a su salario más de 3.000 euros en kilometraje; Oscar Arizcuren, de UPN, que cobró 56.913 euros brutos; Ana Beltrán, que sumó al salario base 555 euros de kilometraje y otros 1.765 euros de una paga atrasada hasta llegar a los 59.233 euros brutos; María Chivite, del PSN, que cobró 56.913 euros brutos; Unai Hualde, de Geroa Bai, que sumó más de 5.000 euros en kilometraje y alcanzó unos ingresos de 62.309 euros brutos; José Miguel Nuin, de Izquierda Unida, que cobró 58.899 euros brutos; o Laura Pérez y Mikel Buill, que se ‘repartieron’ la portavocía de Podemos durante el curso parlamentario y cobraron 53.814 y 53709 euros brutos respectivamente.

Dedicación absoluta

El salario de los parlamentarios con dedicación absoluta, pero sin cargo en la Mesa y Junta de Portavoces se estableció el año pasado en 50.415 euros brutos. Se encuentran en esta categoría, por ejemplo, Cristina Altuna (UPN), Consuelo Satrústegui (Geroa Bai), Esther Korres (EH Bildu), Carlos Couso (Podemos) y Ainhoa Unzu (PSN), que cobraron 50.610 euros brutos cada uno; también entra en esta categoría Marisa de Simón (IU), que sumó a su sueldo base la mitad de una paga extra atrasada y cobró finalmente 52.375 euros, o Javier García (PP), que cobró más de 8.000 euros en kilometraje hasta alcanzar una retribución total de 58.671 euros brutos.

El sueldo de los parlamentarios sin dedicación absoluta y sin cargo en la Mesa y Junta de Portavoces se estableció el año pasado en 37.811 euros brutos. Se encuentran con este régimen de no exclusividad, por ejemplo, Carlos García Adanero (UPN), que cobró 45.797 euros brutos, Aranzazu Izurdiaga (EH Bildu), con un salario de 44.575 euros brutos, o Jokin Castiella (Geroa Bai), que cobró 38.000 euros brutos.

Por último, el precio por asistencia a las reuniones oficiales quedó establecido el año pasado entre 132 y 167 euros por sesión, en función de si el parlamentario tiene que desplazarse más de 25 kilómetros de distancia entre su lugar de residencia y el lugar de la reunión. Se encuentran en este régimen salarial parlamentarios como el regionalista Luis Zarraluqui, que cobró 28.111 euros brutos del Parlamento, o Maiorga Ramírez, de EH Bildu, que el año pasado cambió de un régimen de retribuciones fijas al de dietas por asistenicia y, en total, cobró 49.505 euros brutos.

Horas más rentables

La organización interna de los grupos parlamentarios y el número de sesiones a las que asiste cada uno de sus miembros hace que las horas de sesión oficial resulten más rentables para algunos y más costosas para otros. Formar parte de una agrupación de parlamentarios forales, como es el caso de Izquierda Unida o el PP, obliga a sus integrantes a multiplicar el número de asistencias a comisiones. El parlamentario que más asistencias a convocatorias oficiales registró el año pasado fue José Miguel Nuin, portavoz de IU, que sumó 293 reuniones oficiales. Es decir, al portavoz de la coalición de izquierdas le sale la asistencia a 201 euros brutos. Al portavoz del grupo con más integrantes, UPN, Javier Esparza, le resulta más rentable cada vez que acude a una reunión convocada oficialmente: el año pasado asistió a 107 sesiones, con lo que cada una le supuso casi 532 euros brutos por asistencia. El parlamentario que menos asistencias ha registrado es David Anaut, de EH Bildu, con 91 sesiones en las que estuvo presente. Cada asistencia le salió a casi 580 euros brutos.

También gracias a las publicaciones oficiales del Parlamento es posible calcular a cuánto sale el discurso de parlamentario foral. El número total de intervenciones de los 50 parlamentarios en todas las sesiones de pleno y comisión celebradas el año pasado asciende a 3.040. Así que el coste por cada vez que un parlamentario foral toma la palabra ascendió el año pasado a 841 euros brutos. Al igual que ocurre con las asistencias, también el discurso de cada parlamentario tiene al final un precio distinto. De nuevo José Miguel Nuin, portavoz de IU, ocupa el primer puesto en el ranking de parlamentarios que mayor veces ha actuado de orador en un pleno o comisión, con 197 intervenciones, a casi 299 euros por discurso. En el último puesto de parlamentarios locuaces, la regionalista Ana San Martín, con 18 intervenciones, arroja un saldo de casi 2.812 euros brutos por discurso.

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