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Los homenajes mensuales al alzamiento de Mola 'levantan ampollas'

El entorno del monumento a los Caídos y la parroquia de Cristo Rey en Pamplona.

Celia Bustamante

La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz celebra este próximo lunes 19 la primera misa del año en honor al alzamiento del General Mola que dio inicio a la Guerra Civil. Una celebración polémica ya que es considerada una “frivolidad ante el horror de la guerra y las muertes de la dictadura” por la asociación de familiares de fusilados affna36, que lleva años reivindicando al arzobispado que deslegitime estos homenajes. Esta hermandad la fundaron en 1940 sacerdotes supervivientes de la guerra y desde entonces, los caballeros celebran cada 19 de julio una misa especial para conmemorar el aniversario del alzamiento, y un Vía Crucis y misa el día 19 de cada mes, como recuerdo de la proclamación de guerra de Mola. Las celebraciones tienen lugar en la sede de la Hermandad, la cripta del monumento a los caídos de Pamplona, donde presuntamente están los restos del General Mola y del General Sanjurjo, y a la que solo tiene acceso la hermandad.

Affna36 es crítica con esta actividad, y también con la iglesia que lo permite. “Con este apoyo a esos fusilamientos, si le añadimos que no pone los instrumentos para evitar ese tipo de ensalzamientos del Franquismo es criticable el papel de la iglesia. Pedimos que deslegitime el Franquismo, que termine con esas misas, reconozca el apoyo que dio a la dictadura y pida perdón por los crímenes del Franquismo y todo esos años de insensibilidad y lejanía”, solicita Joseba Eceolaza, coordinador de la entidad.

Sin embargo, la Hermandad no ve dónde está el problema, ya que compara la celebración del alzamiento de Mola con la celebración del día de la República. En palabras del Viceprior, “también se celebra el 14 de abril como día de la República, ¿no hubo quien murió por culpa de la República? Los muertos hay por todas partes”. Una comparación que ofende a las víctimas de la Guerra Civil, ya que creen que a nadie se le ocurriría comparar “aliados y nazis a pesar de que en los dos bandos se cometieron tropelías. A nadie en su sano juicio se le ocurriría comprar la aportación de la segunda república con la que hizo la dictadura”.

Los Caballeros defienden que en sus misas no hay vencedores ni vencidos, ni amigos ni enemigos, y que rezan por toda la humanidad, sin embargo, el día elegido hace referencia a un alzamiento militar que conllevó la muerte de 3.400 navarros y el exilio de 4.000. La Hermandad, que cuenta con más de 30 miembros, cree que “la etiqueta de que es una misa o un acto fascista no se sostiene. Es como lo califican las personas que exigen al obispo que diga algo”, dice en clara alusión a la asociación de familiares de fusilados, que recibe con estupor estas declaraciones ya que consideran que “quien pone en valor y ensalza a una persona que cometió miles de crímenes, que provocó una guerra civil y que este país tuviera 40 años de dictadura, no homenajea la contribución solidaria de una persona, sino que está ensalzando a un individuo que impuso el fascismo en España y si eso no es ensalzar el fascismo hay un problema serio”.

Un tema “soterrado”

El arzobispado, que ampara a la Hermandad (los estatutos se aprobaron con el ex arzobispo Fernando Sebastián), se mantiene al margen. Ante la pregunta de eldiarionorte, fuentes del arzobispado señalan que solo los miembros de la Hermandad saben lo que hacen, y que “ese tema está bastante soterrado”. El párroco de Cristo Rey, la iglesia que se sitúa en el ala de los caídos sobre la cripta que alberga la sede de la Hermandad se desvincula completamente de la actividad de los caballeros ya que él y su parroquia no tienen nada que ver. De hecho, prefiere mantenerse alejado de la actividad de la Hermandad ya que “es un asunto delicado y cuanto menos tenga que ver con la parroquia, mejor”, pide el sacerdote.

La Hermandad justifica sus homenajes y considera que están legitimados: “No renegamos ni nos avergonzamos del 19 de julio. Ese día pasó algo en Navarra que es muy políticamente incorrecto recordar y la verdad es que gran parte de los navarros se sumaron con entusiasmo y fervor. Una minoría estaba en contra y fueron perseguidos y fusilados, cosa que me parece fatal, pero la inmensa mayoría vio el 19 de julio como un momento importante para oponerse a un gobierno que estaba llevando a Navarra al desastre”. Y es lo que ellos celebran, olvidando las vidas que la dictadura, impulsada por Mola, se llevó por delante, y sin comprender por qué, los familiares que aún buscan cadáveres en las cunetas, se sienten “humillados, agraviados e insultados” con sus celebraciones.

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