El alcalde de Pamplona reabre el debate: ¿puede EH Bildu acudir a homenajes a víctimas de ETA?
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), ha asegurado este lunes que pretende acudir a los homenajes que se organicen en Pamplona a víctimas de ETA, siempre que “por parte de las familias no haya ningún reparo”. Este paso adelante, en solidaridad, ha afirmado, con las víctimas de “los tiempos de los enfrentamientos”, se produce en un momento tenso, tras la celebración durante las fiestas de Burlada de un brindis en recuerdo de los presos de la banda armada y apenas ocho días después de que la presidenta del Parlamento foral, Ainhoa Aznárez (Podemos), fuera insultada por acudir al homenaje del subteniente del Ejército de Tierra Francisco Casanova, asesinado por ETA en Berriozar hace ahora 15 años.
Ante esta situación, cabe preguntarse cuál es la valoración que las víctimas del terrorismo hacen de este ofrecimiento del primer edil, y Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, parlamentario del PP en Euskadi que fue asesinado por la banda terrorista en 1995, advierte de que “estar con las víctimas y justificar su asesinato es una pirueta moral imposible”. Eso sí, Ordóñez insiste en que las familias son las que tienen “la última palabra”.
Ordóñez, actualmente portavoz del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) y que ha sido crítica con los cargos de EH Bildu en las instituciones, considera que la coalición que integra la izquierda abertzale “solo puede tener cabida en los homenajes a las víctimas del terrorismo si previamente hace una condena clara y contundente del terrorismo. Si no lo hace, si simplemente acude a los homenajes para guardar silencio, en realidad estará haciendo un brindis al sol que no cambiará nada”.
Precisamente EH Bildu, en las conversaciones con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra para lograr un acuerdo programático en Navarra, puso sobre la mesa una serie de planteamientos entre los que se incluía la condena de cualquier violencia “que se produzca”, incluida la de ETA. Pese a que los tiempos verbales y esa frase generaron dudas, lo cierto es que también llamó la atención por ser tan específica. El portavoz de EH Bildu en la Cámara, Adolfo Araiz, lo consideró como algo que no era novedoso, sino más bien un paso más dentro de la evolución de la coalición.
Fuentes de Geroa Bai y del PSN reconocen los pasos que está dando la izquierda abertzale, pero insisten en que todavía quedan muchos por dar. Ahora, Asiron, que figura como independiente dentro de EH Bildu, ha hablado en una entrevista en Radio Euskadi de la obligación de estar con las víctimas tras años “profundamente violentos”. Sus declaraciones ya han sido criticadas por el grupo de UPN en Pamplona por hablar de “enfrentamientos” como si se hubiera tratado de “una guerra entre dos bandos”.
Desde la llegada de Asiron a la Alcaldía de Pamplona, UPN ha criticado que no fuera más claro al condenar la violencia etarra (I-E, que forma parte del gobierno en Pamplona, también reconoció que esperaba una condena más clara en el discurso de investidura), aunque Asiron siempre ha insistido en rechazar “todos los tipos de violencia” y, antes de la carrera hacia la Alcaldía, en 1998, firmó un manifiesto de condena por el asesinato, a manos de ETA, del concejal de UPN Tomás Caballero. Ahora, sus palabras sobre los homenajes a las víctimas de la banda terrorista abren el debate: ¿puede EH Bildu acudir a este tipo de homenajes, cuya ausencia siempre ha sido criticada? Por ejemplo, según se recoge en este artículo de El País, los concejales de Bildu en Pamplona Eva Aranguren y Peio Martínez de Eulate ya participaron en 2013 en un acto de homenaje a Tomás Caballero, asesinado por ETA en 1998, y entonces la familia insistió, en la línea que ahora ha seguido Covite, en que “no se puede estar con las familias y con los asesinos”.
No hay argumento posible
Ahora, las palabras de Asiron se producen precisamente un día después de que la directora del Instituto de la Memoria, Aintzane Ezenarro, asegurara que no hay argumento posible para no acudir a este tipo de eventos. Las palabras de Ezenarro llegaron tras la ausencia de Sortu en el recuerdo a Joxe Mari Korta, empresario asesinado por ETA hace 15 años en Zumaia (Gipuzkoa).
Un precedente reciente (y polémico, por la reacción) fue la presencia de la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez (Podemos), en el acto de homenaje realizado a Casanova por el 15 aniversario de su asesinato. Podemos, que en Navarra ha apoyado el acuerdo programático del cambio, denunció los insultos sufridos por su integrante (aseguró que tres personas exaltadas la llamaron “etarra” y le pidieron que se fuera) y que motivaron que abandonara el acto.
Pintadas, brindis y una denuncia
Otras muestras recientes de esta tensión han sido la aparición este pasado fin de semana de pintadas en la sede del sindicato ELA en Navarra (la cuarta vez en dos años, según ha precisado la central a través de un comunicado), en las que, entre otras frases, se puede leer “Etarra muerto español contento” y, por otro lado, la celebración de un brindis durante las fiestas del municipio navarro de Burlada en honor a presos de ETA.
En el programa oficial de los festejos se recoge este acto entre los promovidos por colectivos populares con el mensaje “L@s queremos en casa”. Geroa Bai, que gobierna en el municipio como parte de una candidatura (Cambiando Burlada) también integrada por integrantes de Podemos y Batzarre, ha insistido en que se trata de un acto convocado por colectivos populares (no se ha precisado cuáles) y no por el Consistorio, al igual que Podemos, que ha subrayado la apuesta de sus integrantes por la paz, la convivencia y el apoyo a todas las víctimas. Desde Cambiando Burlada, de hecho, han recordado que este acto ya aparecía en anteriores programas festivos, con gobiernos del PSN y UPN en la localidad. Covite, por su parte, ha denunciado al alcalde (José María Noval) y al equipo de gobierno ante la Audiencia Nacional. Otras dos polémicas que ponen a prueba el estado actual de la convivencia y cuestiona qué pasos quedan por dar para lograr una auténtica normalización.
(Edición actualizada).