“Si una tragedia es gorda hay que enseñar que es así, sin herir la sensibilidad”
“Si una tragedia es gorda hay que enseñar que es así, sin herir la sensibilidad”. Es la conclusión a la que llegaron los tres fotoperiodistas que ofrecieron el pasado miércoles una mesa redonda en el Casyc Up de Santander sobre la ética de la imagen. Ángel Colina, Javier Cotera y Paco Llata coincidieron en que “ahora tenemos a los mejores profesionales”, pero que el sector está “muy mal”.
El debate discurrió sobre el diferente tratamiento que se da a las tragedias que suceden lejos de nuestras fronteras respecto a las que ocurren aquí. Como ejemplo, los protagonistas citaron que se muestran sin problema fotografías de los afectados por los bombardeos en Siria, mientras que en los atentados de Barcelona del pasado verano se cuestionaba que se difundiesen imágenes de las víctimas.
No obstante, los tres profesionales coincidieron en que la labor de los medios debe ser más exhaustiva a la hora de mostrar cierto material audiovisual, estableciendo un nivel de criba y de contraste de información que las redes sociales no llevan a cabo. “Actualmente hay un exceso de imágenes y a los medios les influye lo que se publica en las redes”, explicaron.
Por otro lado, hicieron hincapié en que en una situación en la que alguien requiere de su ayuda mientras están desempeñando su trabajo, “hacen la foto y después socorren”, siempre y cuando les dé tiempo a sacar la instantánea; si es urgente incidieron en que ayudan antes de todo.
La difícil situación que vive el sector actualmente fue otro tema recurrente. “Los medios están vendidos a las empresas del IBEX porque no tienen dinero”, denunciaron. Asimismo, resaltaron que la figura conocida como “ciudadano periodista ha afectado mucho” a la profesión porque “regala” los contenidos audiovisuales a los medios. Como consecuencia de ello, “no valoran” el trabajo de los fotoperiodistas y no les mandan a cubrir determinados sucesos.
Ante este escenario, aseguraron que el futuro del sector pasa por hacer otro tipo de trabajo “más personal y en profundidad”. Una labor más compleja que lleva más tiempo y para la que muchos profesionales “ponen sus propios medios y arriesgan todo a sabiendas de que probablemente pierdan dinero”.
