Hacia una Ley vasca de Educación
El Departamento de Educación está impulsando una ley propia que, según sus promotores, en el futuro, dejará sin efecto, la 'Ley Wert'. Será una ley que contenga el currículo vasco delimitado y que parta con “mucho consenso y apoyo”. En esa línea, los agentes educativos han acordado participar junto con el Gobierno vasco en el diseño de ese currículum. Ese proceso de participación se conoce como el plan Heziberri 2020. La iniciativa contempla elaborar y consensuar el 'Marco del modelo educativo pedagógico propio' y elaborar y consensuar los decretos por los que se establecen los currículos (las materias que deben aprender los estudiantes) del País Vasco.
Estos proyectos tienen como objetivo “contribuir a la mejora de la calidad y excelencia del sistema educativo. La iniciativa se plantea, además, como una iniciativa para dar respuesta al rechazo unánime a la LOMCE”, resaltan desde el departamento. La propuesta “no parte de cero”, recuerdan los responsables del área, “ya que se basa en el camino recorrido durante las últimas décadas, y en las numerosas experiencias educativas que cuentan con un largo y fructífero recorrido, como las realizadas en torno al bilingüismo y el plurilingüismo, las tecnologías de la información y comunicación, la atención a la diversidad o la convivencia”. Uno de esos “hitos” es el currículuo vasco, consensuado en 2006 por las patronales de la red concertada (Kristau Eskola e Ikastolen Elkartea) y Euskal Herrirako Curriculuma propuesto al departamento el año 2006 y posteriormente publicado por las asociaciones de padres y de directores de centros públicos en el año 2009.
El deseo del departamento de elaborar un nuevo currículo, que cuente, entre otros contenidos, con una visión de la “realidad de la existencia del pueblo vasco»”, integrado por los siete herrialdes y profundizando en sus características “etnoculturales y lingüísticas” ha chocado con los partidos no nacionalistas. El PSE ya le ha dicho que no porque, a su juicio, “devuelve a los tiempos de Lizarra”. El PP y UPyD también se oponen. La batalla política está servida.
