Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

A la hora de pedir un crédito no es lo mismo ser hombre o mujer

Patricia Burgo Muñoz

Pedir un crédito es un trámite que no resulta igual de fácil para todas las personas. Pero a la solvencia económica del solicitante hay que sumar otro factor que influye en la decisión de la entidad bancaria: si el que lo pide es hombre o mujer. Según un estudio realizado por la ONG Setem Hego Haizea “el machismo existe en el sistema financiero”.

El informe 'Finanzas y desigualdades de género' concluye que “las entidades financieras ponen más obstáculos a las mujeres que a los hombres cuando desean acceder a algunos tipos de productos financieros como créditos personales, hipotecarios o de negocio”. La ONG ha llegado a esta conclusión después de que una mujer y un hombre acudieran a distintas oficinas bancarias para solicitar los mismos productos financieros con las mismas condiciones.

El resultado es que a la mujer se le pidieron más requisitos e información de tipo personal y laboral, como el estado civil, la vida laboral o si la solicitud iba a involucrar a otras personas, información que no se solicitó en la misma medida en el caso del hombre.

En la misma línea, las trabas hacia la mujer se incrementaron al tratar de acceder a un crédito de negocio. En este caso las entidades supeditaron su aprobación a los resultados de un plan de viabilidad, mientras que para el hombre la respuesta fue en todos los casos afirmativa, sin la dependencia de un plan de viabilidad (independientemente de que, en el caso de continuar con el supuesto hasta el final, dicho plan fuera requisito indispensable para la concesión o no del crédito). A su vez, a la mujer se le exigió un avalista en la mitad de los casos, mientras que para el hombre no fue una exigencia relevante.

Con estos resultados, el informe destaca que “la desconfianza de las entidades hacia las clientes mujeres es mayor que en el caso de los hombres, algo que a su vez afecta en forma de peores condiciones de crédito para las mujeres”. Por ejemplo, al hombre que actuó como supuesto cliente en este estudio le ofrecieron hasta 160.000 euros de crédito hipotecario, mientras que en los casos en los que se confirmó una cantidad concreta a la mujer, esta fue de 95.000 euros.

Raíces de las desigualdades

En Setem Hego Haizea ven “en las raíces históricas de la desigualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad” el origen de esta situación. Desde la ONG apuntan a que “son precisamente las mujeres las principales encargadas de la economía familiar y diaria. Por ejemplo, en el 57% de las familias es la mujer quien se encarga de forma principal de la compra diaria, siendo el porcentaje de los hombres de solo el 13,1%”. Sin embargo, “la medida que los productos financieros ganan en complejidad y no están tan relacionados con la economía familiar diaria, el papel de éstas se diluye en detrimento de los hombres, en quienes recaen mayoritariamente las decisiones sobre planes de pensiones, productos de inversión o cualquier tipo de crédito. Usando como ejemplo contrataciones de planes de pensiones, en el 39,7% de las familias es el hombre quien lleva a cabo las decisiones, frente al 22,8% de mujeres”, afirman.

La brecha salarial entre hombres y mujeres es otro de los motivos que se recogen en el informe. Según relata el estudio, “las personas más autónomas a nivel financiero son aquellas que aportan un mayor volumen de ingresos a la unidad familiar, y el hecho de que solo en el 22,7% de los casos sean las mujeres quienes aportan los mayores ingresos al hogar reduce su control financiero. Así, el 71,9% de las mujeres con falta de autonomía muestran bajo control financiero, contrastando con el 53,8% de los hombres”.

Por otro lado, el documento también se fija en la desigualdad de género que se existe en las propias entidades financieras. “Si bien el número de hombres y mujeres que trabajan en ellas es similar, los puestos de dirección y cargos de responsabilidad son copados por hombres de forma mayoritaria”. Según recoge el informe “solo el 30% de puestos de responsabilidad está ocupado por mujeres, normalmente en las escalas más bajas de estos puestos. Este hecho se generaliza a nivel mundial, ya que se calcula que sólo el 4% de los puestos directivos de empresas financieras son desempeñados por mujeres. Una muestra más de que las mujeres tienen menor representación que los hombres en los puestos con capacidad de decisión”, concluye.

Finanzas éticas para eliminar la desigualdad

Por último, el estudio 'Finanzas y desigualdades de género' considera que “para hacer frente a este y otros problemas de la injusticia estructural causada por el sistema capitalista del que la banca tradicional es un pilar básico, las finanzas éticas se constituyen como una de las respuestas que propone la economía solidaria”.Sostiene también que esta modalidad “promueve otros modos de desarrollo y sostenibilidad de la vida alternativos a los del dominio moderno, androcéntrico y capitalista, formando parte de estos modos profundizar en la economía feminista que denuncie los códigos patriarcales de dominación que condicionan las relaciones financieras”.

Etiquetas
stats