El firme respaldo a la huelga en la red concertada presagia más paros y conflicto
“Ya son muchos años sin mejorar nuestras condiciones laborales. No se trata solo de sueldo, que es muy importante. Hay más cosas, apenas tengo tiempo de preparar las clases por las cargas de trabajo que se acumulan. Y cada año es peor”. Este es el sentimiento de Rosa M, profesora en un colegio concertado religioso de Vitoria y una de los miles de docentes que se ha echado a la calle respondiendo a la convocatoria de huelga de todos los sindicatos de la enseñanza concertada. Según las centrales, hasta el 70 % de los docentes y trabajadores del sector han secundado la movilización, una cifra que las patronales rebajan hasta el 50 %.
El firme respaldo a la huelga presagia más paros y movilizaciones en las próximas semanas en un sector en el que bulle el malestar desde hace muchos años. El paro afectaba a cerca de 10.000 trabajadores de los centros concertados de Iniciativa Social, que representan el 70% de los colegios concertados de la comunidad autónoma (las ikastolas concertadas quedaban fuera de la huelga) y dan servicio a 117.905 niños.
Los sindicatos tienen claro que en caso de que las patronales Kristau Eskola y AICE-IZEA no respondan a “las reivindicaciones básicas” de los trabajadores, “no les dejarán otro camino que el de dar continuidad a las huelgas y movilizaciones”. El último convenio del sector terminaba su vigencia en el año 2009 y desde entonces se ha estado negociando un nuevo acuerdo durante casi diez años. Entre medias, la plantilla ha soportado recortes salariales cercanos al 5% primero y la aplicación del convenio estatal después (con peores condiciones).
Ya en el mes de septiembre todos los sindicatos acordaron una plataforma de mínimos, pero no ha obtenido respuesta por parte de la patronal, según las centrales. “Se han realizado asambleas de trabajadores en la práctica totalidad de centros, se han llevado a cabo docenas de concentraciones en barrios y pueblos y una manifestación por las calles de Bilbao el pasado 1 de marzo. Todo para mover a las patronales a posiciones que permitan un acuerdo con contenidos que cristalice en un nuevo convenio”, reclaman los sindicatos.
Entre los problemas más graves del sector destacan el aumento de las cargas de trabajo, que tiene su máximos exponente en la imposibilidad de usar las horas complementarias para el fin que estas tienen (la preparación de clases y el seguimiento del alumnado) o el no reconocimiento del trabajo no presencial en el centro. La bajada de natalidad también está teniendo sus consecuencias con el cierre de aulas en los primeros niveles educativos y, en consecuencia, despidos“. Ante ello, los sindicatos proponen un plan para el mantenimiento del empleo mediante la creación de una bolsa de recolocación ”transparente y objetiva“ que evite los despidos.
Contratar con dinero público
Para ELA, “los números dan y es un buen plan, pero se enfrenta con la intención de las patronales de seguir despidiendo y contratando libremente con dinero público”.
Por otro lado, los trabajadores del sector han perdido un 13,6 % de poder adquisitivo durante estos años, que en números acumulados han supuesto, por ejemplo, que un profesor de primaria con tres trienios haya perdido más de 25.000 euros“, ha explicado.
Para ELA, “es evidente que únicamente las huelgas y movilizaciones harán moverse a unas patronales que hasta hace bien poco estaban cómodas en el inmovilismo”. “En la medida en que no respondan a nuestras reivindicaciones, desde los sindicatos con representatividad en el sector se seguirá impulsando la huelga y la movilización”, ha concluido.
