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Estoy hablando yo

La candidata demócrata a la Vicepresidencia de EE.UU., Kamala Harris. EFE/EPA/Morry Gash

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“Mr. Vicepresident, I’m speaking”. “Señor vicepresidente, estoy hablando yo”. Kamala Harris, la candidata demócrata a vicepresidenta, repitió esta frase varias veces durante el debate con el actual vice, Mike Pence. Con firmeza, calma y habitualmente una sonrisa, en una réplica que probablemente había preparado prevenida por las interrupciones a gritos de Donald Trump en su debate con Joe Biden. 

El debate de vices fue mucho más tranquilo y, aunque Pence la interrumpió varias veces, el ambiente era sólo pasivo agresivo. Pero, con la agilidad estadounidense habitual para el marketing y la propaganda, el “I’m speaking” ya está en tazas y camisetas. “Kamala Harris recordando a Mike Pence 'estoy hablando' es cualquier mujer en una reunión”, decía un titular de la web Mashable

Esa frase resuena tanto entre las mujeres porque es verdad: el ser interrumpidas continuamente por colegas o no colegas masculinos es parte de la rutina laboral. Incluso, o especialmente, cuando saben menos del asunto en discusión. Harris, ex fiscal general de California, senadora y célebre inquisidora, ha sido a menudo un ejemplo de lo contrario. 

En sus interrogatorios en el Senado, disparaba preguntas sin dejar que el protagonista de la audiencia se fuera por las ramas y a menudo sin dejar que terminara sus frases. Uno de los intercambios más célebres fue con el ex fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, que dijo que se ponía nervioso ante las preguntas sin pausa de la senadora Harris.

Entonces, algunos colegas republicanos la criticaron e interrumpieron para que dejara de presionar a Sessions. El New York Times publicó un artículo sobre “El fenómeno universal de hombres que interrumpen a mujeres”. Recordaba algunos estudios de cómo sucede en todos los ámbitos, como uno de 2012 de la Universidad de Yale sobre cómo los hombres hablaban más en el Senado, u otro de cómo los hombres enfadados en las reuniones solían ser premiados y las mujeres juzgadas como problemáticas e incompetentes. 

En muchos sentidos, el liderazgo de Harris es distinto del habitual que los votantes han estado dispuestos a aceptar en Estados Unidos, por lo menos en un primer momento. Las mujeres más fuertes y poderosas, como Hillary Clinton, tenían que esforzarse por “dulcificar” su imagen. Harris, de momento, no se está topando en esta carrera presidencial con estos prejuicios, al menos no tan abiertamente. Sonríe, pero no deja que la interrumpan. 

Puede que en este nuevo mundo remoto de conferencias digitales hombres y mujeres estén por fin en un equilibrio más sano en los debates. En las reuniones online es más fácil mantener los turnos de palabra sin interrupciones y llevar una conversación más ordenada. 

En el mundo físico, incluso cuando hay mujeres en la sala, la tendencia de la balanza siempre es hacia el lado masculino. 

Basta hacer una prueba anecdótica en una reunión utilizando la web Arementalkingtoomuc.com y contestar a la simple pregunta “Who is talking?” (“quién está hablando”) dándole al botón “A dude” (“un tío”) o “Not a dude” (“no un tío”) cuando alguien habla para observar cómo los hombres dominan la conversación de manera natural. 

En la Administración Obama, varias mujeres que estaban en posiciones de poder cerca del presidente contaban un pequeño truco al que recurrían en las reuniones: amplificar. Cuando una mujer hablaba aprovechaba para recordar el punto que había hecho otra y que tal vez había quedado oscurecido u olvidado por sus colegas hombres en la Casa Blanca. 

Puede que esto esté cambiando con el progreso de la sociedad. Pese al ruido y acoso en el guirigay de las redes sociales que ocupan nuestro espacio público, hay más mujeres que se atreven a hablar y a no dejar que las interrumpan. Y puede que el mundo virtual, más aséptico, más aburrido, pero también más ordenado, ayude a que haya un equilibrio de voces. Los ejemplos para las nuevas generaciones también son clave. Y a veces lo más sencillo es lo que mejor funciona: “Estoy hablando”.

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