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Eres joven, pero tu pensión ya te la están robando hoy

Celia Villalobos en una imagen de archivo

Adriana Lastra

Vicesecretaria General del PSOE —

Dice Celia Villalobos que cuando te jubiles dentro de cuarenta años y te corresponda una pensión miserable, la culpa habrá sido tuya. Porque no has ahorrado. Según la diputada del PP, ex ministra, ex presidenta del  Congreso y, en la actualidad, presidenta  de la comisión del Pacto de Toledo, la culpa habrá sido tuya por no haber ahorrado “dos eurillos al mes”, como, según ella, hacen los jóvenes de Dinamarca. El desparpajo de Villalobos le permite hacer afirmaciones de este calibre (dos euros al mes durante cuarenta años supondrían un acumulado de menos de 1000€ para el día que te jubiles) porque, en realidad, lo que persigue es generar titulares, por ridículos que sean, que sugieran la necesidad de privatizar el sistema público de pensiones.

La presidenta del Pacto de Toledo, que tendría que ser la mayor defensora de las pensiones públicas, se dedica, por el contrario, a ser la mejor comercial de los bancos y aseguradoras, vendiendo las bondades de sus planes de pensiones privados.

Puede ser que un joven tenga cierta capacidad de ahorro en Dinamarca, pero, en España, lo más habitual es que no sea capaz ni de llegar a fin de mes. Porque el 63% de los menores de 30 años viven, en su mayor parte o en exclusiva, de las rentas de otras personas. Como para ahorrar.

Es probable que los jóvenes de nuestro país, centrados en la odisea de encontrar un empleo que les permita pagar los recibos y llegar a fin de mes, no tengan tiempo para preocuparse por su futura pensión. Su situación económica actual es tan precaria que difícilmente les queda tiempo para preocuparse por lo que sucederá cuando se jubilen dentro de treinta años. El gobierno de la derecha lo sabe y se aprovecha de esa ventaja: el futuro perjudicado no forma parte hoy del colectivo al que se perjudica.

Un reciente informe de la OCDE señala que “Las generaciones más jóvenes se enfrentarán a mayores riesgos de desigualdad en la vejez”, y que “su experiencia de vejez cambiará drásticamente”. Señala, igualmente, que lo peor será para la generación 'millennial' –los nacidos entre 1980 y 2000-, cuyo futuro, en palabras de la OCDE, será “particularmente duro”.

La derecha política, económica y mediática pretende que aceptemos esta situación como algo irremediable, incluso necesario. Mientras nuestra economía crece al 3% y los beneficios empresariales ya superan el nivel previo a la crisis, los salarios de muchos españoles no les dan para vivir. Esos mismos salarios insuficientes, generados por contratos precarios, originan bajas cotizaciones que supondrán mañana pensiones todavía más bajas que los salarios de hoy.

Todo esto cuenta con una armadura legal: Rajoy aprobó una reforma laboral dirigida a fomentar la contratación temporal, facilitar los despidos y propiciar las bajadas de salarios marginando la negociación colectiva sectorial. La consecuencia es que, según denuncia un informe reciente de Oxfam Intermón, mientras los beneficios empresariales crecieron en un año un 200%, los salarios están estancados desde el año 2012. La economía crece pero sólo se beneficia de ello una minoría, precisamente la que menos lo necesita.

Derogar la reforma laboral y firmar un gran Pacto de Rentas que asegure subidas salariales justas, son los primeros pasos que debemos dar para garantizar los salarios dignos de hoy y las pensiones justas de mañana. A eso habrá que añadir nuevas fórmulas de financiación de las pensiones, para volver a llenar la hucha que Rajoy ha roto y vaciado, haciendo que los que más tienen contribuyan aportando un poco más, a través de un impuesto a la banca y a las transacciones financieras.

Esas son nuestras propuestas. Pese a que se trata de medidas que ya se están aplicando en otros países de la Unión Europea, no les han gustado nada ni a Rajoy  ni a Albert Rivera ni a los medios de la derecha ni, por supuesto, a los grandes poderes económicos  que los manejan a todos ellos. Frente a eso, nuestro empeño es romper el perverso círculo de desigualdad que han creado y propiciar una recuperación económica justa que garantice salarios y pensiones suficientes para sostener vidas dignas de tal nombre.

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