Overbooking en el centro

No han pasado ni 48 horas de las elecciones donde más se nos repitió que había que elegir, porque solo había dos opciones y había que estar o con unos o con otros, y ya están todos corriendo hacia el centro porque ahora quieren “ensanchar la base” y se trata de buscar “aquello que nos une, no aquello que nos separa”. Ahora que los votantes ya hemos elegido, parece que a los votados solo les preocupa evitar tener que elegir nada antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas. Van tantos y tan rápido hacia el centro que el riesgo de overbooking se ha convertido en una amenaza real en apenas unas horas.

Mira que nos dijeron unos y otros que había que elegir y hacerlo rápido porque estábamos en una emergencia. Mira que nos repitieron unos y otros que se trataba de decidir entre ir hacia adelante o hacia atrás, entre la España en blanco y negro y la España en color, entre la España de los balcones y la España entregada a los golpistas, entre los avances y los retrocesos, entre la tiranía y la libertad, entre la constitución y el desorden. Pasaron las elecciones y se pasaron las urgencias.

Tratando de evitar el hundimiento, Pablo Casado resucitó a José María Aznar para irse a la derecha y enterró a Mariano Rajoy porque no quería que le confundieran con la “derechita cobarde”. El resultado fue el desplome más espectacular de la democracia española desde los tiempos de la UCD. Ahora entierra a Aznar para alejarse de la “ultraderecha”, como le llama ahora a sus amigos de Vox, y vuelve para “centrarse” en ti y en tu futuro. Rajoy debe sentirse como Zinedine Zidane cuando le llamó Florentino Perez para que se volviera a hacer cargo del Real Madrid.

En el PSOE también se les han pasado las prisas para parar a la derecha feroz que venía para comernos a todos y, sobre todo, a todas. Se lo van a pensar hasta las municipales. No vaya a ser que manden una señal equivocada, nos dé por pensar que van a pactar un gobierno de izquierdas y vayamos a votar el 28M pensando que son de izquierdas o que tienen algo que ver con los nacionalistas.

En Ciudadanos están tan en el centro que han puesto una valla para que no pase nadie más, que luego se llena todo de gente y lo dejan todo perdido. Es el nuevo centro: ni pactas a derecha, ni pactas a izquierda. Si quieren algo, que vengan a pedirlo.

Si los giros continúan a este ritmo no va a haber centro para tanta gente. O lo ocupan por turnos, o va a acabar pasando una desgracia. Al tiempo.