Opinión y blogs

Sobre este blog

El “efecto Yolanda Díaz”

0

“Si alguna vez me siento derrotado…” comienza una de las estrofas de la canción más exitosa de Pablo Milanés, titulada “Yolanda”. Esa misma frase podría representar las motivaciones por las cuales Pablo Iglesias renunció hace unos meses al liderazgo de Unidas Podemos y a no presentarse como candidato a la presidencia del gobierno en las siguientes elecciones generales. Como bien señalaba Lluís Orriols hace unos meses en una entrada de piedras de papel, la figura de Pablo Iglesias estaba muy desgastada. Estaba mal valorado por los votantes potenciales de izquierda y era percibido como muy radical. En el mismo anuncio de su renuncia, Pablo Iglesias propuso que la ministra de trabajo, Yolanda Díaz, tomase el relevo como candidata de Unidas Podemos.

El objeto de este post es evaluar, pasados unos meses, el efecto que ha tenido la asunción del liderazgo electoral por parte de Yolanda Díaz en las perspectivas de la izquierda en unas futuras elecciones generales. En el breve espacio de tiempo en el que Pablo Iglesias no está… ¿han mejorado las expectativas? ¿Hay acaso un efecto Yolanda? Para responder a estas preguntas vamos a utilizar los datos de los barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas, recogidos entre diciembre de 2019 -el primero tras las últimas elecciones generales- y noviembre de 2021 -el último disponible-.

Un primer examen puede ser el cambio en la valoración del liderazgo entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz. Efectivamente, los barómetros del CIS piden a los entrevistados evaluar a los principales líderes políticos entre el 1 y el 10. En el siguiente gráfico muestro la valoración media que reciben Pablo Iglesias y Yolanda Díaz como líderes entre diciembre de 2019 y noviembre de 2021. En morado, aparecen las valoraciones de Pablo Iglesias y en rojo las de Yolanda Díaz. La línea de puntos vertical indica el momento (marzo de 2021) en que Pablo Iglesias dimite como vicepresidente y cede el testigo a Yolanda Díaz.

Gráfico 1. Evolución de la valoración de Pablo Iglesias y de Yolanda Díaz.

Este gráfico muestra un cambio sustancial en la valoración del liderazgo con el reemplazo de Pablo Iglesias por Yolanda Díaz. Como puede observarse, las valoraciones de Pablo Iglesias durante este periodo eran negativas, oscilando entre un 3 y un 3,5. Además, la tendencia era a la baja, sobre todo desde abril de 2020. En cambio, Yolanda Díaz recibe valoraciones mucho más positivas. Están todas cerca del aprobado, oscilando entre el 4,5 y el 5. Es, ahora mismo, la líder política mejor valorada de acuerdo con las encuestas. En los meses que han pasado de junio a noviembre, además, esta valoración positiva se ha mantenido muy estable. Es decir, asumir el liderazgo de una opción política no ha desgastado su imagen, al menos de momento.

Una buena imagen entre el electorado no tiene por qué trasladarse en un mayor apoyo electoral. Para comprobar qué impacto ha tenido el cambio de liderazgo en las preferencias electorales, podemos observar la evolución de la intención de voto a Unidas Podemos en los barómetros del CIS. Este centro pregunta “Suponiendo que mañana se celebrasen nuevamente elecciones generales, es decir, al Parlamento español, ¿a qué partido votaría Ud.?”. En el siguiente gráfico presento cómo ha evolucionado el porcentaje de personas que declaran tener la intención de votar a Unidas Podemos. Como la respuesta a la pregunta es espontánea, el porcentaje que considero incluye a las personas que dicen que votarían a “Podemos”, “Unidas Podemos”, “Izquierda Unida”, o “En Comú Podem”. De nuevo, la línea vertical indica el momento del relevo en el liderazgo electoral de Unidas Podemos.

Gráfico 2. Intención directa de voto a Unidas Podemos, antes y después de la asunción del liderazgo electoral por parte de Yolanda Díaz.

Este gráfico muestra un cambio de tendencia marcado en la intención de voto a Unidas Podemos tras la elección de Yolanda Díaz como cabeza electoral. Tras las elecciones de noviembre de 2019, la intención de voto a Unidas Podemos subió, pero con el inicio de la pandemia empezó a bajar rápidamente y no se detuvo hasta la renuncia de Pablo Iglesias. Si la intención directa de voto en febrero de 2020 era de un 11%, para marzo de 2021 no superaba el 7%. A partir de entonces, cuando Yolanda Díaz pasa a ser cabeza de cartel, el apoyo ha ido aumentando de manera casi monotónica, hasta alcanzar un 10,5% en el último barómetro (noviembre 2021). Así pues, en términos de apoyo declarado, existe un “Efecto Yolanda.”

La cuestión natural que sigue a la anterior es si ese “Efecto Yolanda” ha tenido repercusiones en las expectativas electorales del principal socio de la coalición de gobierno, el PSOE. Para ello, la gráfica siguiente muestra la evolución de la intención directa de voto para el Partido Socialista entre diciembre de 2019 y noviembre del 2021, de nuevo marcando con una línea vertical el momento en el que se produce el relevo entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz.

Gráfico 3. Intención directa de voto al PSOE entre diciembre de 2019 y noviembre de 2021.

El gráfico no indica claramente que el liderazgo de Yolanda Díaz haya empeorado las expectativas electorales del PSOE. Este partido mantenía una alta intención directa de voto hasta julio de 2020, desde entonces y hasta diciembre de 2020 baja precipitosamente, cayendo de un 25% a un 19%. En los meses siguientes sube de nuevo, aunque no recupera su nivel previo. ¿Cómo ha afectado el relevo en Unidas Podemos? No hay un patrón definido aún. Lo que parece es que la subida de la intención de voto a Unidas Podemos no se corresponde con una bajada en paralelo del PSOE. Su intención de voto parece haberse estabilizado, aunque en niveles bajos para este partido.

Hasta ahora he mostrado qué impacto ha tenido la ascensión de Yolanda Díaz sobre la intención de voto a Unidas Podemos y al PSOE. Ahora bien, uno de los debates más importantes encima de la mesa es el tipo de candidatura que presentará Yolanda Díaz. Como ella misma indica, parece que su intención es presentar una candidatura que vaya más allá de las siglas de Unidas Podemos. Una opción transversal que movilice a la izquierda fuera del ámbito del PSOE.

Un aspecto clave a examinar es pues si Yolanda Díaz como cabeza de cartel electoral refuerza las posibilidades electorales del espacio de lo que antes se llamaba la “izquierda transformadora”. Para ello, el siguiente gráfico muestra cómo ha evolucionado el porcentaje de personas encuestadas que declara cercanía por partidos generalmente considerados a la izquierda del PSOE y que podrían formar parte de la coalición electoral que liderase Yolanda Díaz. Concretamente, he considerado a Unidas Podemos, En Comú-Podem, Izquierda Unida, y Más País.

Gráfico 4. Evolución del porcentaje de personas cercanas a los partidos a la izquierda del PSOE (Podemos, IU, En Comú-Podem, Más País).

La tendencia mostrada en el gráfico es muy clara. El grado de cercanía a este espacio político estaba en franca decadencia desde enero de 2020. Si entonces recibía la simpatía de un 14% de la muestra, este apoyo se había estancado en el 10,5% desde diciembre de 2020 a marzo de 2021. Con la renuncia de Pablo Iglesias y la propuesta de Yolanda Díaz como porta-estandarte electoral, se ha producido un salto notable en la simpatía que recibe el espacio político que Yolanda pretende liderar. Ha pasado de un 10% a oscilar de manera estable en niveles cercanos al 15%, un aumento de más de un 40%. Pas mal que dirían los franceses. Parece pues, que Yolanda Díaz podría ser capaz de encabezar ese espacio y sacarlo de la depresión y nostalgia en el que estaba instalado desde hacía tiempo.

Ciertamente, el proyecto electoral de Yolanda Díaz plantea dilemas para los partidos concernidos, pues posiblemente requiera que esas formaciones pierdan visibilidad de sus siglas y de las señas de identidad que distinguen unos proyectos políticos de otros. Pero el caramelo de unos buenos resultados electorales puede hacer que acepten. No olvidemos, además, que el sistema electoral español penaliza muy gravemente a aquellos partidos de ámbito nacional que caen por debajo del 15% de los votos (aproximadamente). Si el espacio de izquierdas al margen del PSOE quiere tener capacidad de influencia en el próximo parlamento y contribuir a evitar una mayoría absoluta del Partido Popular y VOX, quizá la candidatura que plantea Yolanda Díaz sea la mejor opción. Así pues, los partidos de izquierda tal vez tengan que entonar esta frase de otra canción de Pablo Milanés: “La prefiero compartida, […] no es perfecta, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé.”

“Si alguna vez me siento derrotado…” comienza una de las estrofas de la canción más exitosa de Pablo Milanés, titulada “Yolanda”. Esa misma frase podría representar las motivaciones por las cuales Pablo Iglesias renunció hace unos meses al liderazgo de Unidas Podemos y a no presentarse como candidato a la presidencia del gobierno en las siguientes elecciones generales. Como bien señalaba Lluís Orriols hace unos meses en una entrada de piedras de papel, la figura de Pablo Iglesias estaba muy desgastada. Estaba mal valorado por los votantes potenciales de izquierda y era percibido como muy radical. En el mismo anuncio de su renuncia, Pablo Iglesias propuso que la ministra de trabajo, Yolanda Díaz, tomase el relevo como candidata de Unidas Podemos.

El objeto de este post es evaluar, pasados unos meses, el efecto que ha tenido la asunción del liderazgo electoral por parte de Yolanda Díaz en las perspectivas de la izquierda en unas futuras elecciones generales. En el breve espacio de tiempo en el que Pablo Iglesias no está… ¿han mejorado las expectativas? ¿Hay acaso un efecto Yolanda? Para responder a estas preguntas vamos a utilizar los datos de los barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas, recogidos entre diciembre de 2019 -el primero tras las últimas elecciones generales- y noviembre de 2021 -el último disponible-.