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Casado exige al PP que garantice el voto secreto de los compromisarios tras denunciar “presiones” de los aparatos

El candidato a presidir el PP Pablo Casado.

Iñigo Aduriz

Pablo Casado teme que las “presiones” de las direcciones autonómicas que lleva denunciando a lo largo de toda la campaña puedan decantar la segunda vuelta de las primarias del PP a favor de su contrincante, Soraya Sáenz de Santamaría. Considera que en los 3.184 compromisarios que participarán en la votación durante el congreso de los días 20 y 21 puede pesar el miedo a las represalias del partido si votan por su candidatura, a la que en todo momento presenta como al margen de los aparatos. Y por ello ha exigido a la Comisión Organizadora del Congreso (COC) que garantice que el voto será secreto. 

“El derecho de participación de los compromisarios del Partido Popular debe ejercerse a través del sufragio igual, libre, directo y secreto”, recuerda la candidatura de Casado en un escrito que ha hecho llegar a la COC. Al organismo elegido por la dirección del partido le recuerda que le corresponde “garantizar que el sufragio se ejerce de manera libre y secreta en el establecimiento del proceso de votación, estableciendo las medidas apropiadas a tal fin”.

En el escrito que firma el exdirector general de la Policía y portavoz de la candidatura del vicesecretario, Ignacio Cosidó, el equipo de Casado considera que “para garantizar el carácter libre y secreto del sufragio es necesario que se disponga de cabinas electorales en los espacios de votación en el congreso”. Igualmente, “para facilitar el carácter libre y secreto del sufragio es necesario que la misma papeleta de votación contenga el nombre de los dos candidatos y que la papeleta se introduzca en un sobre cerrado”.

Por último, considera que “para garantizar el carácter libre y secreto del sufragio de los compromisarios, la distribución de los electores en las mesas debe hacerse por orden alfabético de los compromisarios y no por provincias”. Entienden que hacerlo “en virtud de criterios provinciales puede facilitar el conocimiento del sentido del voto de los distintos compromisarios”.

El apoyo de Feijóo

Casado, que en las últimas horas ha acusado a la candidatura de Sáenz de Santamaría de intentar comprar a los compromisarios ofreciéndoles puestos y que ha lanzado críticas a los barones que le han pedido que dialogue con la exvicepresidenta para buscar una lista de unidad antes del congreso, decidía este miércoles hacer campaña en Galicia, comunidad clave para decantar la balanza de las primarias a favor de uno u otro candidato.

Así, mientras denuncia “presiones”, busca el respaldo del influyente presidente de la Xunta y líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, considerado como el sucesor natural de Mariano Rajoy pero que renunció por sorpresa a entrar en la batalla por la presidencia del PP. 

Sin llegar a un apoyo explícito, en la primera vuelta Feijóo ensalzó a la número dos del partido, María Dolores de Cospedal. Pero tras la eliminación de ésta no se ha pronunciado aún a favor Casado o de Sáenz de Santamaría. Por eso ambos han decidido desplazarse a la comunidad para reunirse con él y tratar de convencer a los 273 compromisarios gallegos de que deben votarles en el congreso de los próximos días 20 y 21, donde tendrá lugar la segunda vuelta. 

Feijóo opta, de momento, por la neutralidad. Este miércoles ha facilitado a Casado un encuentro con compromisarios en Santiago de Compostela. Fuentes del PP gallego explican que el presidente de la Xunta hará “lo mismo” con Sáenz de Santamaría el lunes, en Pontevedra, a donde se desplazará la exvicepresidenta en busca de los apoyos que necesita para ganar al vicesecretario en el cónclave.

El líder gallego ha realizado un cambio en su discurso tras la votación de los afiliados del día 5. Hasta entonces, consideraba que los dos más votados debían “hablar entre sí” y tratar de conformar una única candidatura antes del congreso en pro de la unidad del partido. Después de conocer que Cospedal, su favorita, quedaba eliminada, modulaba sus palabras para defender la legitimidad del sistema de dos vueltas y que, por tanto, los compromisarios puedan revertir el resultado del voto de los afiliados: “Sería bueno, sin duda, y estoy convencido de que lo vamos a conseguir, que haya una candidatura muy fuerte, única, que se puede conseguir antes, durante y después del congreso”, decía el sábado.

El 10% de los compromisarios

Galicia es una comunidad jugosa para los candidatos a suceder a Mariano Rajoy. El PP regional enviará 273 compromisarios electos al congreso, además de otros seis que corresponden a Nuevas Generaciones. En total, los representantes gallegos supondrán el 10% del total de los 2.612 compromisarios electos. Pero también habrá populares de Galicia entre los natos. Es el caso de todos los diputados nacionales, los presidentes de las diputaciones o los líderes provinciales.

La gallega es la tercera comunidad con más representación en el cónclave, solo por detrás de Andalucía y la Comunidad Valenciana. El peso se decide en función de la militancia, y los populares gallegos dicen contar con 101.100 afiliados, lo que les sitúa en tercer lugar, por encima de la Comunidad de Madrid. 

Las sospechas acerca de que el PP de Galicia haya podido inflar su censo para tener más asientos en el congreso se argumentan, por ejemplo, en la participación de los afiliados en las primarias. En la Comunidad de Madrid, que dice contar con 94.000 militantes, se inscribieron para participar en la votación de la primera vuelta 9.949, el 10,6% del censo. En Galicia se apuntaron 4.564, el 4,2%, y solo votaron 3.982, el 3,9%. 

En esa primera vuelta fue Cospedal, la favorita de Feijóo, la que ganó la votación en Galicia. Tuvo 1.560 votos, venciendo en todas las provincias excepto en Ourense, donde resultó vencedora Sáenz de Santamaría. En la comunidad, la exvicepresidenta (1.104 apoyos) y Casado (1.160) lograron prácticamente un empate, con una ventaja del vicesecretario de tan solo 56 votos. Por eso, las candidaturas consideran que en la segunda vuelta, en la que solo pueden votar los compromisarios, resultará determinante la postura que adopte el líder autonómico y presidente de la Xunta. 

Guerra de apoyos

Casado afirma tener asegurados los apoyos de los compromisarios de toda España afines a Cospedal y también los gallegos. Desde la candidatura de Sáenz de Santamaría niegan esos respaldos al vicesecretario y se los atribuyen a la exvicepresidenta, argumentando que para muchos de esos representantes la número dos del PP era la primera opción pero la otra candidata es la segunda.

Los compromisarios no tienen ningún mandato estatutario que les obligue a votar en el congreso en función de la opinión manifestada por los afiliados en la votación del 5 de julio. Ni siquiera deben hacer lo que les diga su líder autonómico, aunque ambas candidaturas consideran que “lo lógico” es que sigan sus directrices.

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