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La justicia obliga a Defensa a readmitir a un marinero despedido tras pedir reducción de jornada para cuidar a su tía dependiente

Marineros en el buque 'Juan Sebastian Elcano' durante su LXXXIX crucero de instrucción.

Laura Galaup

La justicia ha obligado al Ministerio de Defensa a readmitir a un marinero que fue despedido tras pedir una reducción de jornada para cuidar a un familiar dependiente. En 2017 este departamento, dirigido en aquella época por María Dolores de Cospedal, no le renovó el contrato después de que solicitase una reducción de jornada para cuidar a su tía, que tenía reconocida una discapacidad del 41%. En una resolución emitida por la junta de evaluación del buque Juan Sebastián Elcano aseguraron que este profesional mostró “dar una baja prioridad al servicio y nula entrega y disponibilidad”.

En ese documento sus jefes también señalaron que este marinero “se acogió a una solicitud de reducción de jornada por cuidado de una persona discapacitada con el único propósito de lograr una exoneración de navegaciones y así no tomar parte en el LXXXIX crucero de instrucción, sin procurar atender dichas necesidades con otros medios”.

La sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha determinado en una sentencia emitida el 10 de octubre que “no se justifica la baja prioridad en el servicio y la nula entrega y disponibilidad” alegada por sus superiores, así como que “la actuación administrativa fue arbitraria”. “Los informes personales son favorables y positivos, de ahí, que no se encuentre explicación ni motivación al aserto negativo que se ha expuesto”, incide el tribunal en este fallo. Los magistrados reconocen que este permiso de conciliación conllevaba “medidas complementarias de exoneración de maniobras”.

En febrero, el comandante del buque le concedió una hora de reducción de jornada. Dos meses después, en abril, sus superiores ya comenzaron a redactar informes en los que acordaban su “no idoneidad para la renovación del compromiso”, esgrimiendo exclusivamente la solicitud de conciliación para cuestionar su “nula entrega y disponibilidad”. Finalmente el Ministerio publicó su baja el 1 de junio en el Boletín Oficial de Defensa.

Los magistrados defienden que la reducción de jornada se otorgó al amparo de la Orden DEF/253/2015 de 9 de febrero y que si se concedió “no puede considerarse que la petición era espuria, pues si se entendía que era así, no debió haberse autorizado y no puede aceptarse la consideración expuesta por la administración para denegar la ampliación de compromiso”.

Tras esta argumentación el tribunal ha decidido estimar el recurso presentado por el marinero. De esta forma, los magistrados anulan la resolución que puso fin al conflicto laboral y ratificó la denegación de su renovación “por ser contraria al orden jurídico”. Reconocen así el derecho del marinero a ser calificado como idóneo por la Junta de Evaluación y determinan la “ampliación de compromiso [contrato] con sus efectos administrativos y económicos”.

El denunciante ingresó en las Fuerzas Armadas como marinero del buque escuela Juan Sebastián Elcano en 2015. Tenía contrato hasta finales de mayo del 2017. Este joven convivía con su abuelo y su tía, el primero falleció –siempre según el relato realizado en la denuncia– mientras el marinero se encontraba en un crucero de instrucción.

“Al regreso de la navegación y comprobada la necesidad de atender a su tía; y siendo además la única persona que convive con ella, después de fallecimiento del abuelo, solicitó la reducción de jornada aportando la documentación preceptiva”, incide el letrado Juan Jesús Blanco en la denuncia. Al regresar de la navegación, comenzó a solicitar la reducción de jornada. 

El marinero explicó a eldiario.es cuando no le renovaron el compromiso que su tía no se podía quedar sola durante largos periodos. “Hay que estar encima de mi tía, no me puedo ir cuatro meses y no llamarla ni hablar con ella. Para que se duche, hay que estar detrás; para que coma, también”, explicaba. Por su parte, su abogado, Juan Jesús Blanco, defiende que con casos como el de este marinero están “asistiendo a un espectáculo a la hora de valorar la idoneidad por parte de las juntas de evaluación de las unidades”. 

A pesar de que el fallo se dictó hace más de dos meses, fue comunicada al denunciante el 25 de octubre y que Defensa tenía 30 días naturales de margen para recurrir, desde el departamento de Margarita Robles aseguran que en sus dependencias “no se tiene constancia de la sentencia”.

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